El tiempo de las confrontaciones por nuestras preferencias políticas debe terminar para ciudadanos, empresarios y políticos. Ya no es momento de burlarnos de los seguidores de los candidatos que perdieron la elección presidencial, no hay que hacer leña del árbol caído.
En sus respectivos discursos, tanto Ricardo Anaya y José Antonio Meade se comportaron muy demócratas al salir a los medios para admitir su derrota a nivel nacional, además es algo muy positivo que ambos hayan dejado los discursos de confrontación de las campañas y nos han llamado a trabajar por México y desearle suerte a Andrés Manuel López Obrador.
Efectivamente debe irle bien a López Obrador, pues si le va mal, nos va mal a todos. Este debe ser un momento de unidad más que en torno a AMLO, debe ser en torno a México. Pero el presidente electo no la tiene fácil, la expectativa que la gente tiene en él es altísima y puede decepcionar peor que Vicente Fox si no está a la altura de la alternancia que este 1 de julio en mayoría hemos elegido.
No más división, no existen los mesías y todos debemos aportar desde nuestras trincheras al bienestar de este país. Hay que exigirle al nuevo presidente que esté a la altura de nuestros problemas, que no divida y que reconcilie al país, porque si nos dividimos no llegaremos a buen puerto.
Este 1 de julio ganó la democracia por varias razones:
- Anaya y Meade salieron antes de lo previsto a reconocer el triunfo de Obrador, estuvieron correctamente resignados por decirlo de alguna manera.
- No es un triunfo tenso que no se definirá en tribunales.
- Fue una elección histórica, alrededor de un 70% de electores ejercieron su derecho al voto.
- Colectivamente no hay sentimiento de fraude, se respetó la voluntad de la mayoría como debe ocurrir en una democracia auténtica.
¿Cuáles fueron los resultados electorales del 1 de julio?
El Instituto Nacional Electoral dio estos datos oficiales que dicen la preferencia del electorado:
- Anaya obtuvo entre el 22.1 y 22.8% de los votos.
- Meade obtuvo entre el 15.7 y 16.3% de la votación.
- López Obrador obtuvo entre el 53 y 53.8% de los votos.
¿Qué significan estas cifras?
El PAN queda prácticamente igual, es decir si no ganó mucho, prácticamente tampoco pierde algo, se mantiene.
El PRI es el gran perdedor en esta elección porque el menor porcentaje que había registrado era de 22% con Roberto Madrazo, el resultado de apenas un 16% de preferencia en 2018 es una catástrofe. De hecho Meade perdió en los 300 distritos electorales del país, en Baja California y Tabasco consiguió menos de 10% de la votación y perdió Veracruz, un estado priísta de toda la vida. El tricolor tendrá el menor número de diputados y senadores de toda su historia. El revolucionario institucional se fue hasta el tercer lugar en todos los puestos de elección popular que se jugaban este 1 de julio y en el caso de Morelos ni siquiera quedó entre los tres primeros lugares de preferencia.
Morena ganó por nocaut. Un estudio del CIDE (Centro de Investigación y Docencia Económicos) revela que Andrés Manuel López Obrador ganó en 91.3% de los distritos electorales, sin duda una preferencia histórica porque según el estidio ganó en 31 entidades de México, superando el 60% de la preferencia electoral. Además AMLO se llevó alrededor de 32 millones de votos, cuando otros presidentes triunfaron por no más de 20 millones de sufragios. Esto indica que el antilopezobradorismo no es tan grande como lo indicaban los números durante la campaña. Esto refleja también una legitimidad como no se ha visto antes en México, la cual tal vez se explique porque lleva 18 años trabajando contra el sistema conservador, tiempo en el que prácticamente estuvo en campaña.
En cuanto a las preferencias por municipios, Morena se llevó 80.2% de ellos, el PAN 11.5% y el PRI 8.2%.
Claves económicas de AMLO en su primer discurso
Luego de haber sido declarado el triunfo de AMLO, esto es lo más destacable que dijo durante su primer discurso:
- “No se aumentarán impuestos en términos reales”, eso quiere decir que se actualizan conforme a inflación.
- “Habrá autonomía del Banco de México”, o sea que este organismo operará conforme a sus criterios y no con intervención presidencial.
- “Se hará inversión pública”, antes de la década de los 80, el gobierno invertía internamente en programas de fomento industrial y comercio exterior, luego dejó de hacerse y eso afectó la calidad de los trabajo y trajo consigo la disminución de los salarios.
- “Vamos a fortalecer mercado interno”, esto es necesario y una de tantas primeras acciones para comenzar a dinamizar nuestra economía.
¿Qué preocupa del primer discurso de Obrador?
Dijo que aumentará al doble las pensiones para la gente de la tercera edad y que las extenderá a más sectores vulnerables de la población. Esto no puede hacerse a la ligera. Actualmente este tipo de gastos representan entre un 14 y 15% del PIB, ¿de dónde saldrá el recurso para dar más dinero a más gente? hacer esto podría poner en peligro las finanzas públicas sanas que hemos tenido con prácticamente todos los gobierno anteriores.
¿Cómo reaccionó nuestra moneda con el triunfo de AMLO?
El peso rebotó y comenzó a ganar luego de las 20 horas cuando se empezó a decir que el tabasqueño había ganado la elección presidencial. Ganó 21 centavos. Sin embargo luego el dólar se recuperó.
Hay que esperar al lunes 2 de julio cuando abra la Bolsa Mexicana de Valores para saber la reacción de los inversionistas sobre los activos mexicanos, los cuales están representados en las acciones de las principales empresas que cotizan en la bolsa.
Banorte-IXE estima que en los próximos días el tipo de cambio estará entre 19.70 y 20.30 pesos por dólar, aunque creen que ello puede modificarse dependiendo de lo que AMLO diga que hará en torno a las finanzas públicas de México y la relación comercial con Estados Unidos.