¿Qué es la responsabilidad social empresarial? la gente comúnmente piensa que la responsabilidad social de una empresa tiene que ver con sus actividades por la filantropía o bien con ser “generosa” y dar aportaciones monetarias a la sociedad, sin embargo esto tiene sus matices porque estas donaciones también les han servido para pagar menos impuestos. Dar sólo donaciones no convierte a una empresa en socialmente responsable. Como ejemplo más grande de esta equivocación tenemos al Teletón, organismo que ha sido criticado por Naciones Unidas porque no aclara ni separa el dinero público y el privado que recibe, pues algunos gobiernos le entregan recursos que son sociales para que lo administre en rehabilitaciones, tarea que en principio le pertenece a cualquier administración pública.
El concepto de empresa socialmente responsable no es nuevo. En 1983 la Comisión Mundial del Medio Ambiente de la Organización de las Naciones Unidas delineó a qué se refiere esto, de modo que una empresa se puede catalogar así cuando:
- Lleva a cabo una competitividad responsable.
- Se compromete con el medio ambiente.
- Cuando tiene protocolos, planes y procedimientos que involucran a la comunidad.
- Cuando hacen inversiones orientadas a ser responsables con la sociedad.
- Cuando practican comercio justo.
- Cuando para satisfacer sus necesidades presentes no comprometen las necesidades de las futuras generaciones (a eso se le llama concepto de sostenibilidad).
¿Cuántas empresas cumplen con ello? y más aún: si llevamos estos conceptos al terreno público ¿cuántos gobiernos federales, locales y mundiales pueden catalogarse como “socialmente responsables” con la gente y el medio ambiente? Como mal ejemplo pongamos al gobierno de Donald Trump en Estados Unidos, donde el mandatario derogará en esta semana el plan de energía limpia que Barack Obama había impuesto con la meta de reducir en 32% para el año 2030 la contaminación industrial que ese país arroja al mundo. Lo anterior se ve como una especie de pago de favor a las empresas del carbón que apoyaron fuertemente la candidatura del actual presidente de EU.
En resumen: ser socialmente responsable como empresario significa satisfacer las necesidades de la generación actual sin comprometer las capacidades y herramientas de las próximas generaciones para que ellas logren satisfacer sus propias necesidades. Para la Dirección General de Empresa de la Comisión Europea, empresa socialmente responsable quiere decir “garantizar el éxito de la empresa añadiendo en sus actividades consideraciones sociales y del medio ambiente”, es decir, se trata de satisfacer la demanda, gestionando al mismo tiempo las expectativas de los trabajadores, proveedores y de la comunidad del entorno de dicha empresa.
México y la responsabilidad social empresarial
El problema de nuestro país es que no está definido si la responsabilidad social debe imponerla el gobierno o si se trata de algo que las empresas deban hacer por su propia voluntad, para demostrar que es así basta observar que la actividad mercantil de las empresas está bien regulada por las NOM (Norma Oficial Mexicana) pero las Normas Mexicanas (NMX) son “voluntarias”, eso deja cabos sueltos e indefiniciones.
El asunto se hace más confuso cuando la mayoría de la población piensa que ser socialmente responsable significa tener una gran empresa, con una gran chequera para que haga obras de beneficio social, como construir escuelas, hospitales, hacer donaciones, etcétera, pero se trata de inversiones que acompaña con una importante publicidad (el Teletón por ejemplo podría ser considerado el comercial más grande del mundo) y que además por dichas aportaciones obtiene descuentos en su pago de impuestos, impuestos que sirven para construir la misma obra social pero por parte del gobierno. ¿Las empresas “donadoras” consideraron los problemas sociales o ambientales que generarán las obras que “promocionan” o “patrocinan”? definitivamente esto no es responsabilidad social, así que simplemente se trata de un buen plan de marketing, para demostrarlo tomemos en cuenta que desde 1997, las empresas importantes del Teletón hacen sus “donaciones” en el horario de mayor rating, justo antes de que termine el evento que es cuando más gente quiere ver “si se alcanzó la meta”.
¿Cómo ser una empresa socialmente responsable en México?
Cómo ya lo dijimos anteriormente, esta especie de “certificación” no la hace ningún gobierno, más bien lo llevan a cabo asociaciones empresariales que (por su puesto) registraron la distinción ESR (Empresa Socialmente Responsable) como una marca. En el caso de nuestro país, una de las agrupaciones que lo promueve es (para no variar) una del ramo de la filantropía llamada “Centro Mexicano para la Filantropía” (Cemefi) y como ya dijimos, la ONU no relaciona automáticamente la actividad filantrópica con ser responsable con la sociedad.
Para lograr obtener el distintivo de la “marca registrada” ESR se debe cumplir con lo siguiente:
- Cumplir con algo que esta asociación diseñó y que se llama “Programa Cadena de Valor Socialmente Responsable”.
- Tener recabada y centralizada la información sobre la estrategia y acciones de Responsabilidad Social Empresarial. Debe actualizar cada año sus áreas de oportunidad.
- Debe comparar el desempeño propio con el de otras empresas participantes para medir así las “buenas prácticas”.
- Tener al día reportes ejecutivos de resultados de cada área de la empresa para desarrollar mayor visión en el sector al cual se dedique.
- Debe contar con una plataforma virtual que funcione como evidencia de su gestión socialmente responsable (funciona como publicidad).
Un comité del Centro Mexicano para la Filantropía evalúa lo anterior basándose también en el tamaño de la empresa. Además el comité valora lo siguiente:
- Si se formaliza o no dentro de la empresa la responsabilidad social. Esto es para dar retroalimentación y recomendaciones.
- La calidad de vida dentro de la empresa.
- Ética empresarial.
- Vinculación de la empresa con la comunidad.
- Cuidado y preservación del medio ambiente (en algunos casos y dependiendo el giro de la empresa, basta con tener programas de ahorro de papel o bien la compra de papel reciclado).
Costos:
Eso sí, se debe pagar una cuota para participar en el programa. Estos son los costos:
TAMAÑO DE LA EMPRESA |
CUOTA PARA OBTENER EL DISTINTIVO “SER” |
Grande |
$60,000 |
Grupo corporativo (2 razones sociales máximo) |
$110,000 |
Para sumar otra empresa al grupo corporativo |
$40,000 por cada razón social. |
Paquete “cadena de valor” (empresa grande con 10 micro empresas |
$150,000 |
Eso no es todo: la retroalimentación tiene un costo de 5 mil por empresa, además la placa “ESR” también tiene un costo de 5 mil pesos (recordemos que ESR es una marca registrada).
Con el pago de esa cuota la empresa aspirante obtiene la “constancia oficial” que otorga el Cemefi, así como la licencia para usar el logotipo ESR y de “la marca Empresa Socialmente Responsable”. Como podemos ver se trata más de un programa empresarial con más diseño de marketing que de un compromiso real y profundo con el medio ambiente y la comunidad.
¿Las empresas socialmente responsables venden más?
Entre muchos de los directivos y ejecutivos del ambiente empresarial el ser socialmente responsable es considerado más como una tendencia del mercado, y consideran que las compañías que no participen en ella perderían muchas oportunidades de negocio.
Según algunos estudios pagados por empresas en 23 países enfocados a conocer el futuro de las compañías, las marcas socialmente responsables son más apreciadas entre los consumidores, incluso ellos consideran que apenas 2 de cada 10 empresas tienen un impacto positivo en su vida personal, ello se debe a que la gente le da más importancia a una marca que genera un buen impacto en la comunidad y el medio ambiente. Esta idea es particularmente importante entre los consumidores de América Latina y cada vez más latinos se unen a ella.
En resumen: 40% de la reputación de una marca depende de la percepción de responsabilidad social que los consumidores tengan de ella, y es por ello que hoy en día las empresas entienden que deben “crear” una “percepción positiva” usando programas de RSE para así ganar terreno en las ventas y en las recomendaciones entre consumidores, usando también las redes sociales por ejemplo; entonces ¿todo esto de la responsabilidad social empresarial en América Latina está más inspirado en un plan de marketing para generar más ventas que en un compromiso real con el entorno social y medioambiental?