Cuando dejamos de trabajar de manera ordinaria, es decir, yendo todos los días a una empresa u oficina y por alguna razón decidimos o podemos trabajar por nuestra cuenta como freelance o profesionista independiente nos enfrentamos a un gran dilema que es ¿cómo cobrar mis servicios ahora que soy independiente? Realmente hay profesionistas que no saben cómo ponerle precio a los que hacen fuera de las paredes de una oficina. A continuación te diremos cómo cobrar cuando eres freelance.
¿Cómo cobrar tus servicios si eres freelance? – Ventajas del profesionista independiente o home office
Existen ciertas prácticas que las empresas usan para reducir sus costos, aumentar sus ganancias, ser más rentables y subsistir ante la competencia, o bien, ante situaciones económicas adversas. Una de esas prácticas es usando los servicios freelance o home office, ya que únicamente le paga el sueldo al colaborador independiente, sin prestaciones de ley, ni la carga social que le representaría tenerlo en su nómina.
Sin duda muchos pensarán que esto es poco conveniente, pues bajo este esquema no tendrían seguro social, Infonavit, seguro de gastos médicos privado, utilidades, aguinaldo, etcétera, Sin embargo ser freelance o hacer home office tiene las siguientes ventajas:
- Equilibrio entre la vida laboral y personal: quien trabaja por su propia cuenta tiene mejor oportunidad de administrar su tiempo para repartirlo entre su familia y trabajo.
- Reconocimiento: De alguna forma cuando se es independiente y por no estar integrado directamente a un equipo de trabajo se obtiene mayor reconocimiento por parte de la empresa, lo cual se traduciría en cuantificar mejor los logros y valoración de trabajo.
- Profesionalizarte mejor: si te tomas muy en serio el hecho de trabajar por cuenta propia puedes tomar cursos y especializarte, lo cual te convertirá en una mejor opción para las empresas.
- No usas ropa formal: puedes vestir de forma cómoda, además que no gastarás en ropa adecuada para oficina que regularmente suele ser más costosa.
- Tú controlas y distribuyes la carga de trabajo: Puedes organizarte de tal manera que administres tus tiempos de entrega y en consecuencia el estrés laboral reduce.
- A mayor trabajo mayores ingresos: una cuestión importante que hay que decir al ser freelance es que para mejorar los ingresos hay que buscar más clientes o trabajos, la ventaja es que si aprendes a administrarte eficientemente puedes trabajar para varias empresas y así tener mejores ingresos.
- Puedes elegir tus trabajos y clientes: esto es fenomenal porque tú eres quien controla con quién quieres trabajar, los proyectos en los cuales quieres participar y en cierta medida hacer lo que te gusta, algo que no sucede cuando te contratas en una empresa.
¿Cómo cobrar tus servicios si eres freelance?
Entremos en materia: cuando vamos empezando en el mundo freelance y estamos negociando la parte del trabajo que se realizará así como el sueldo ¿qué debemos considerar para cobrar nuestro trabajo? por lo regular nunca hacemos un plan previo que incluya una especie de tabulador que contenga los precios por nuestros servicios.
Lo típico es que se cobre al tanteo y hasta se consideran aspectos como “¿qué tan bien me cayó quien me quiere contratar?”, no perdamos de vista que se trata de un intercambio de trabajo por una remuneración justa para ambas partes.
OJO: aquí no debes perder de vista tu negocio, el cual es la construcción de una marca personal, es decir, tienes que cuidar tu prestigio y por ende al ser profesionista independiente no tienes pretextos para no entregar algo en las fechas establecidas y en general para cumplir con aquello que tu cliente espera de ti, es por ello que debes tener claro el valor de tu trabajo.
Esto es lo que debes considerar para cobrar tus servicios como freelance:
Busca y compara: mídete con otros que hacen lo mismo que tú, cómo lo hacen, investiga cuánto se cobra en el mercado y luego haz un análisis muy objetivo de la calidad que tiene lo que haces. Ello te dará la pauta para mejorar y ofrecer un valor agregado en comparación de tu competencia. Una forma sencilla de hacer esto es stalkeando a tu competencia, sigue a empresas y profesionistas, algunos publican sus precios en sus sitios web y redes sociales.
No dejes de lado tu experiencia profesional: Muchas veces se suele dejar de lado la experiencia profesional y el talento, como si ello se pudiera cortar de tajo por no estar ligado ya a una empresa que nos respalde esa valía, ello es un error. Toma en cuenta tu trayectoria y logros alcanzados pero sin elevar tus precios, pues cuando empiezas no posees una cartera de clientes que te respalden en esta nueva etapa como independiente.
No cobres por hora: esta parte es un poco delicada, digamos que internamente debes tener los precios mínimos que vale tu trabajo, pero ante el cliente cotiza por proyecto, esto es lo más adecuado porque te hará ver mejor. Por otro lado habrán proyectos que disfrutes más que otros y al hacerlos no lo sentirás pesados, así que lo que ganes en ellos lo sentirás como un valor agregado.
Registra y mide los gastos de tu trabajo: Al ser independiente todos los gastos corren al 100% por tu cuenta, es decir, debes conocer el costo de todo aquello que es inevitable e indispensable para que tu negocio funcione y sea competitivo. Si conoces bien las necesidades de tu negocio calcularás el ingreso mínimo que necesitarás para tus gastos mensuales.
Dedica tiempo a tus cotizaciones: busca varios proveedores de las cosas que necesitas para tu negocio. Una buena cotización no se hace en un día, lo mejor es que dediques un par de horas al día. Te sorprenderás del resultado, pues puedes llegar a encontrar diferencias en precios de 50% o hasta un 60%, por ello dedica tiempo para encontrar al proveedor soñado.
No pierdas de vista los subnegocios potenciales de tu negocio: aprende a tener fuentes alternativas de ingresos para que puedas bajar tu precio al cliente por una promoción que puedas darle o bien simplemente para quedarte con el trabajo y el pago; o también puede suceder que no bajes tus costos con un cliente y obtengas un dinero extra de un subnegocio.
Esto no significa que debas tomar otro empleo que te distraiga del principal, más bien es que seas listo y sepas identificar las posibles ramificaciones derivadas de tu giro, por ejemplo: si eres un diseñador gráfico que trabaja para agencias de publicidad, puedes ofrecer cursos de diseño a principiantes que valorarán los conocimientos de alguien en contacto directo con clientes importantes.
Esto es lo principal, ganar confianza: No todo en la vida es negociar por dinero, puedes hacer intercambios o castigar tu precio por un cliente con mucho potencial que está pasando por una mala racha. Si aceptas algo así sé todo un profesional y no mermes tu seriedad ni calidad, ello te hará confiable y seguramente no te olvidará cuando su situación mejore.