Partamos de algo que no se puede negar y que es una realidad evidente que salta al momento de hacer números: México tiene un grave problema financiero producto de que cada vez es más difícil obtener el dinero que se necesita para pagar las pensiones de los jubilados y ello amenaza con dejar en la quiebra las finanzas públicas, es por ello que desde hace tiempo se contempla que habrá una posible reforma al sistema de pensiones (Afores) en México.
PERO ojo, contemplemos también otra realidad: que en nuestro país hay distintos tipos de pensionados los cuales resultaron gracias a que somos una nación que ejecuta sus leyes con favoritismos, a conveniencias de algunos y con acuerdos políticos donde unos cuantos se ven más privilegiados que otros, profundizando y contribuyendo así a varios tipos de desigualdades que han padecido millones de personas a través de los años. Dicho esto podemos ver que existen al menos las siguientes clases de jubilados en México:
- Hay muchos jubilados que se ven obligados a seguir trabajando (de manera informal) para hacer frente al costo de la vida, gracias a que reciben una baja pensión que no les garantiza tener un retiro digno o al menos mantener su último estilo de vida.
- Existen otros retirados que cobran doble pensión, es decir que cobran en el IMSS y en el ISSSTE también.
- Hay otros que además de cobrar dos pensiones lo hacen como si fueran altos ejecutivos en activo.
No podemos negar que en México hay “privilegiados” que se retiran con altísimas pensiones, muchas veces más altas que su sueldo cuando estaban en activo, todo ello producto de “logros o conquistas sindicales” que más bien son tratos entre funcionarios y líderes de sindicatos que pactaron ciertos acuerdos y para ser apoyados por los trabajadores, les dieron como “logro” ciertas prestaciones que en el futuro acabarían siendo un dolor de cabeza y quebranto para las finanzas públicas.
Actualmente, pagarle pensión a los burócratas (ex presidentes, ex directores de secretarías de estado, ex directores de paraestatales como Pemex y CFE, ex funcionarios, ex trabajadores del IMSS, ISSSTE, etcétera) ya nos cuesta a todos los mexicanos más de medio billón de pesos cada año, y a quienes más dinero les damos para su pensión son (en ese orden):
- IMSS.
- ISSSTE.
- Pemex.
- Ex burócratas del DF (ahora Ciudad de México).
- Ex burócratas del Estado de México.
Sólo como ejemplo pongamos el caso del IMSS: solamente para que el IMSS pueda pagar la pensión a sus jubilados se necesita cada año el mismo dinero que se gastan los estados de Aguascalientes, Baja California, Baja California Sur, Campeche, Coahuila, Colima, Chiapas e Hidalgo, es decir, más de 250 mil millones de pesos y ello deja sin dinero a la institución, es por ello que ha tomado dinero para el servicio de consultas y hospitalizaciones y por eso vemos graves deterioros en sus servicios.
El problema es peor si consideramos ADEMÁS los malos manejos administrativos en el IMSS (y prácticamente cualquier dependencia del gobierno) que han sido revelados por diferentes auditorías, además de los robos hormiga que sufre esta institución como el hurto de medicinas y diversos materiales por parte de sus propios trabajadores.
En concreto: el asunto es que miles de trabajadores de estas instituciones de gobierno no aportaron cuando laboraban al sistema económico en la misma proporción con la que están cobrando su pensión, la cual corre a cargo del presupuesto público, que es financiado por los trabajadores y pagadores de impuestos cautivos de Hacienda.
Habría reforma sistema de pensiones México
En este noviembre el Fondo Monetario Internacional dio a conocer su último informe anual (en el cual el FMI evalúa a cada país miembro) y en él esta institución financiera dice que debido al envejecimiento de los mexicanos la presión en las finanzas públicas, especialmente el gasto en servicios de salud, seguirá manteniéndose como ahora hasta el año 2040 y de ahí irá bajando gradualmente.
Ante esto el FMI hizo dos recomendaciones a México:
- La primera: debido al incremento para mantener el gasto de pensiones, el Fondo Monetario Internacional considera que hay que reformar el sistema de pensiones de México para que se pueda tomar el dinero que los trabajadores tienen en su subcuenta de vivienda del Infonavit y que este sea administrado por empresas financieras privadas.
- La segunda: que las aportaciones obligatorias de los trabajadores (es decir aquellas que las empresas ya descuentan a los trabajadores de forma obligatoria) sean mayores para aumentar las tasas de remplazo y así bajar la presión gubernamental para ejercer el gasto social (esto está sucediendo en Chile, donde el gobierno propone actualmente aumentar las aportaciones de las pensiones y pasarlas del 10 al 15% del salario).
En ese sentido, según el FMI las tasas de reemplazo pueden mejorarse trasladando el ahorro que los trabajadores tienen en su fondo de vivienda (subcuenta de vivienda del Infonavit ) y pasarlo a los fondos privados de pensiones, los cuales, dice “tienen una tasa de retorno alta”.
¿Qué respondió México?
El FMI dijo que las autoridades de nuestro país están de acuerdo en que solucionar esta presión por pagar las pensiones es algo de largo plazo y además que lo mejor es aumentar las tasas de reemplazo sin destruir los empleos formales.
Por otro lado, autoridades mexicanas ven más viable integrar el dinero que los trabajadores tienen en Infonavit al sistema de pensiones, según dicen, para aumentar los intereses sobre las ganancias de los fondos de ahorro (Afores).
¿Otorgarle el dinero de la subcuenta de vivienda del Infonavit a las Afores es la solución?
Parece que no. Actualmente sabemos que las omisiones a la Ley permiten que las Afores en México inviertan el dinero de los trabajadores de dos formas: la primera es que invierten en operaciones más riesgosas donde los intereses son más inseguros y de ahí es donde pagan al trabajador los intereses por prestar su dinero a la Afore; por otro lado, las Afores hacen inversiones más seguras y lo generado por intereses se lo quedan ellas.
México no es el único que padece esta “mala forma” de administrar el dinero delos trabajadores. El ejemplo chileno es muy ilustrativo: desde que las administradoras privadas se encargaron de administrar el dinero de los trabajadores se preveía que el modelo de negocio generaría que las administradoras pagaran bajas pensiones a los trabajadores, por ello es que los trabajadores apenas en agosto pasado protestaron contra la propuesta de aumentar obligatoriamente la aportación para su pensión, pues antes debe cambiar el modelo de administración de su dinero.
La situación de Chile debe ser una llamada de atención para México, ya que nuestro país adoptó el modelo de pensiones chileno, así que todo parece indicar que tomar el dinero que los trabajadores tienen en Infonavit para aumentar su pensión no es una medida suficiente mientras no se obligue a las Afores a transparentar la manera en la cual invierten los recursos que los trabajadores les prestan para que ellas ganen dinero a cambio de administrar el fondo de sus pensiones.