México vive una crisis política, afirmarlo no es algo nuevo, mucho se escucha y se puede leer sobre ese tema en los diferentes medios, electrónicos, escritos y digitales (principalmente en Twitter con el diminutivo EPN), pero aún existe un sector más o menos grande de la población que todavía no dimensiona el tamaño de la urgencia política que nos ha rebasado y que estamos padeciendo cuesta arriba, hay quienes aún no son conscientes del hecho de tener a un "presidente telenovela" (así llamado en la prensa internacional porque Enrique Peña Nieto recibió el apoyo de Televisa para tiunfar en las elecciones, además de estar casado con una actriz de televisión).
¿Por qué lo digo? por lo siguiente: ¿cómo conceptualizar-digerir-asimilar que el decadente y caduco sistema político que tiene México esté invitando a actores de la televisión, productores de TV, cantantes y deportistas (futbolistas, olímpicos y hasta luchadores) a puestos de elección popular, desde ejecutivos (alcaldías) y hasta para formar parte del poder legislativo (diputados)? con todo respeto para los aspirantes a candidatos ( y en algunos casos "candidotes"): ¿eso necesitamos?
Ya sé que algunos dirán que cualquiera tiene el derecho a ocupar un cargo público, o a “votar y ser votado”, sin embargo nuestro país atraviesa momentos muy delicados por la creciente inseguridad, la difícil situación económica y más porque el sistema de partidos y su "legitimidad" tienen los peores resultados de aprobación de los últimos tiempos, entonces ¿es en serio que deportistas y actores son la opción para sacarnos del hoyo en el cual nos hemos metido?
México debe tener administradores públicos a la altura de nuestros problemas, pero tal parece que a los partidos políticos en una afán electorero y clientelista sólo les interesa mantener su registro ante un Instituto Nacional Electoral que en épocas de Felipe Calderón dejó de representar los intereses ciudadanos; los partidos sólo buscan tener "consumidores garantizados" para así seguir viviendo del presupuesto. Los partidos políticos grandes y pequeños buscan continuar conectados al respirador artificial que representan las figuras más reconocidas por las masas, como un Cuauhtémoc Blanco, un Alejandro Camacho, un Juan Osorio, un luchador Atlantis, la cantante Gloria Trevi o Ana Bárbara y hasta al actor Diego Luna o ¡el payaso Cepillín!; a todos ellos ya les han pedido que sean diputados o alcaldes y a algunos sólo que presten su máscara o rostro para que sean la imagen de campaña para así conseguir el voto de los fans que estos poseen… ¿a qué hemos llegado?
Para México y el mundo (gracias a las redes sociales) es más que evidente la fama negativa del presidente Enrique Peña Nieto (quien desde que ganó las elecciones fue llamado "presidente telenovela" en Francia y Alemania). Cuando empezó su administración se le criticó mucho por ser un político de bajo perfil debido a que antes de ser primer mandatario no tuvo otros cargos públicos importantes, pues prácticamente sólo hizo “carrera” en el Estado de México, cuando si lo comparamos con presidentes del pasado, estos ya habían recorrido varias oficinas de estado, secretarías federales, gubernaturas, diputaciones o senadurías. Enrique Peña Nieto con mucho menos que eso llegó a la silla grande y sus resultados en economía, seguridad y materia social han dejado mucho qué desear, entonces ¿debemos continuar con este patrón de candidatos y seguir permitiendo que personas con poca o (en el caso de actores, cantantes o deportistas) nula preparación ocupen cargos públicos sólo porque mercadológicamente venden bien, tal y como sucedió con Peña Nieto?
Durante muchos años TODOS los partidos políticos han sido incapaces de acercarse a la gente, no saben o no les interesa gastar recursos, tiempo y energía en intentarlo por lo menos, pero ahora ante una palpable desesperación y ante su necesidad por alcanzar votos contratan (con nuestro dinero) a figuras que por su trabajó sí son cercanos a la gente pero desde ámbitos totalmente ajenos a la política. Ahora los políticos que tenemos pretenden hacernos creer que con esos iconos estarán cerca de las personas: esa ecuación está mal planteada.
Con estas decisiones los partidos demuestran que los ciudadanos sólo les interesamos por nuestros votos para que con ellos sigan viviendo del dinero del presupuesto. En este 2015 hay más en juego que seis gubernaturas: está en juego el rumbo económico pues actualmente de cada 10 mexicanos 6 son pobres, la seguridad sigue siendo el tema principal que ya nubla el clima de negocios y el caso Ayotzinapa es la máxima expresión de corrupción del estado mexicano; hay desaprobación generalizada hacia los políticos, marchas enormes que paralizan la vida económica de las ciudades, descrédito hacia la figura presidencial, leyes que no se aplican, enriquecimiento inexplicable de políticos comenzando por el mismo presidente de la República (así lo refiere también la prensa de Estados Unidos, principalmente el periódico The New York Times), etcétera… y en medio de esta crisis monumental ¿a la clase política de este país se le ocurre la brillante idea de contratar figuras del espectáculo o deportistas para “estar cerca de la gente”? Sin duda el síndrome del "presidente telenovela" ha contagiado al sistema politico mexicano actual.
¿Quiénes ya han participado en política?
- Carlos Hermosillo: Ex jugador de Cruz Azul se metió a la política durante la presidencia de Felipe Calderón, ahí fue nombrado mandamás de la Comisión Nacional del Deporte, luego renunció para postularse como diputado por el Distrito XVI de Veracruz.
- Gilberto Alcalá: Ex árbitro que llegó a ser diputado local de Morelos por el PAN durante tres años, de 2006-2009.
- Ana Gabriela Guevara. La medallista olímpica, fue designada en 2008 titular de la Coordinación de Cultura Deportiva, Física y de Salud en la Ciudad de México, luego se postuló para jefa delegacional en Miguel Hidalgo y perdió; después aspiró a senadora por el estado de Sonora.
- Alejandro Cárdenas: ex velocista , fue designado responsable del Instituto Veracruzano del Deporte en Boca del Río, Veracruz.
Hoy nuestra economía tiene tolerancia cero a los errores, vive momentos tan delicados que a veces necesita explícitamente de verdaderos especialistas que sepan hacer intervenciones quirúrgicas, deben tomar decisiones muy precisas para que un problema económico o de violencia no se propague y contagie a más zonas del país, entonces ¿son épocas para seguir experimentando con nuestro México con candidatos de poca carrera o con poca experiencia en la administración pública?
