Eran 6 mil 848 ahorradores-clientes de Ficrea quienes luego de conocer el fraude y lavado de dinero que resultó ser esa institución, apenas un puñado de ellos (unos 200) son los que se han manifestado en marchas y plantones para exigir que se les devuelva su dinero, apenas 200 de más de 6 mil, pero ¿todos perdieron en este asunto? ¿se quedaron “sin ahorros” casi 7 mil familias de México como lo dice la mayoría de la prensa del país?
Aunque aún falta recopilar más pruebas, la Condusef está investigando y antes de llegar a resultados definitivos, ya adelantó que las operaciones fraudulentas de Ficrea apuntan a actividades que tuvieron que ver con lavado de dinero y con recursos del narcotráfico", aquí van unos ejemplos “fuera de lo común”:
- “Cliente o socio” número 1000047776; nombre: Marcos Kviat Nudel; tenía (en una sola persona) 16 contratos firmados por 22 millones 655 mil pesos.
- “Cliente o socio” número 1000052805; nombre Julio Rodríguez Pérez; tenía 13 contratos firmados con saldo de 10 millones 813 mil 546 pesos.
- “Socio” número 1000050371, nombre: Othón Intzini Balcázar Bravo, tenía 6 contratos por 11 millones 835 mil pesos.
- “Socio” número 1000061538, nombre: José Salvador Franco Todoberto, tenía 5 contratos con un valor de 11 millones 150 mil 980 pesos.
Además Ficrea tenía:
- Un cliente con más de cien millones.
- 84 ahorradores con montos entre 10 y 100 millones de pesos.
- 162 con contratos entre 5 y 10 millones de pesos.
- Mil 226 personas con entre uno y cinco millones de pesos.
- 835 entre 500 mil y un millón de pesos.
- 651 con entre 300 mil y 500 mil pesos.
- Mil 300 clientes con entre 130 mil y 300 mil pesos.
- 2 mil 337 que iban de mil a 130 mil pesos, y…
- 252 clientes con menos de mil pesos.
- Gran total: 6 mil 848 ahorradores y entre todos representan 6 mil 203 millones de pesos.
Ante estas primeras pesquisas la Condusef plantea tajante que:
“este método y los montos no corresponden a una financiera de carácter popular sino a una con un fin de lavado de dinero”.
La Condusef también menciona un hecho por demás extraño: que autoridades como la Comisión Nacional Bancaria y de Valores y la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda “fueron omisas” porque “ignoraron que los titulares de la financiera no informaron de sus operaciones y montos". Cabe mencionar que dicha unidad de Inteligencia Financiera está a cargo de Alberto Bazbaz Sacal, ex procurador de justicia del Estado de México y quien no pudo encontrar a la niña Paulette en su propio dormitorio, tal vez ello explica por qué esta vez tampoco vio pasar miles de millones de pesos.
Resulta muy curioso que los organismos financieros de nuestro país no se hayan percatado de este presunto lavado de dinero y operaciones con recursos de "procedencia ilícita", y más cuando desde el año pasado como derivado de la reforma financiera se modificaron 38 leyes para dar origen a la Ley Federal para la Prevención e Identificación de Operaciones con Recursos de Procedencia Ilícita, misma que obliga a cualquier institución a reportar a la autoridad los movimientos de dinero en cuentas, pagos, transferencias, transacciones por renta o venta de inmuebles, movimientos de dinero en casinos y lugares de apuestas; pagos en aduanas, agencias de autos nuevos y usados, agencias que blindan autos, quienes entregan premios por más de 103 mil 939 pesos, etcétera.
Incluso si alguien hace compras con ciertas características en un centro comercial, dicho establecimiento está obligado a reportarlo al SAT, ¡por ello digo que resulta "extraño" (por decirlo menos) que a las autoridades no hayan encendido las alertas cuando más de 6 mil millones de Ficrea estaban pasando por el sistema financiero mexicano! En su momento estas operaciones hicieron que Ficrea fuera una entidad financiera más grande que 11 de los 45 bancos que operan en México, y a poco de verdad "no se percataron" cuando sus activos pasaron prácticamente de la noche a la mañana de mil 891 millones de pesos ¡a un total de 5 mil 834 millones!
Lo anterior hace creer por lo menos dos situaciones: primera, que la famosa Ley antilavado tiene tremendos huecos que más bien ya serían como hoyos negros; o bien (y peor aún) que hay funcionarios de alto nivel involucradísimos en este caso a pesar que Alberto Bazbaz sostenga que "ningún servidor público de su unidad, empezando por él mismo, está coludido con algún tipo de delito en este caso".
Recientemente me entrevisté con dos abogados que actualmente laboran en la Suprema Corte de Justicia de la Nación, ellos aseguraron que incluso ahí "están muy al pendiente" de los pagos y del dinero de su personal, ¿por qué motivo? pues porque han tomado diferentes acciones en esa instancia judicial para "blindar" a los magistrados, pues se detectó que "los problemas de corrupción, tráfico de influencias y sobornos" ya llegaron a los funcionarios que por organigrama están "abajito" de los magistrados de la corte.
Diversas investigaciones han documentado la manera en que el dinero del narcotráfico se transforma, por ejemplo, en spas, salones de belleza, empresas constructoras, bares o restaurantes para después ingresar al sistema bancario de México, al grado que hay quienes aseguran que nuestro país obtiene más dinero del tráfico de drogas que por las ventas de petróleo, pues en 2010 los cárteles mexicanos dejaban una derrama económica de entre 25 mil y 40 mil dólares anuales, y ya hasta hay investigadores que afirman que el dinero del narco fue un soporte para nuestro sistema bancario durante la crisis financiera global ocurrida apenas hace un lustro.
Otro ejemplo de cómo el narco ya está en el tuétano: en 2010 la empresa farmacéutica mexicana Grupo Collins, con sede en Zapopan, Jalisco, que produce antibióticos y otros medicamentos, fue señalada y puesta en una lista negra por parte de Estados Unidos que la acusaba de proveerle a un pequeño cártel del narcotráfico materiales para elaborar metanfetaminas. Esta empresa sólo formó parte de docenas de otras más que fueron acusadas desde la unión americana por lavar dinero para los narcotraficantes.
Más ejemplos: Estados Unidos ha informado que existen en México edificios que los cárteles construyeron para luego rentarlos y así pasarlos como negocios legales; en ese mismo sentido también hay un restaurante de comida yucateca en la Ciudad de México del cual E.U. sospecha que ahí también se lava dinero procedente del narco; en el centro comercial Interlomas está el spa Perfect Silhouette, que ofrece servicios de reducción de tallas y hasta implantes, esta empresa también fue señalada por formar parte de la red financiera del narcotráfico. Incluso hay, por ejemplo, empresarios mexicanos hoteleros que financian a "socios" para que construyan antros con la condición que ahí mismo se distribuyan drogas.
Exactamente en este enero se cumplen cinco años de un estudio que reveló que los bancos de Sinaloa tienen más dinero que el que la economía legal de ese estado genera, es decir, se trata de dinero del narcotráfico el cual (hace 5 años) impulsaba 20% de la economía de esa entidad.
Y así podriamos citar muchos ejemplos más. La realidad es que las autoridades de México hacen esfuerzos muy débiles y no tienen verdadera voluntad para confiscar el dinero sucio, ello es lo que permitió y sigue permitiendo el fortalecimiento gradual de los cárteles año tras año, al grado que la penetración del crimen organizado en los negocios de México se disparó entre 2003 y 2008, es decir, en el periodo de la alternancia del poder en México cuando el Partido Acción Nacional (PAN) llegó a la presidencia de la mano de Vicente Fox y Felipe Calderón.