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El error de diciembre, ayer y hoy

El error de diciembre, ayer y hoy

En diciembre del año 1994, había un tipo de negociación entre fuerzas político-económicas llamado “Pacto” (casualmente hoy existe o existía otro de iniciativa priísta, me refiero al famoso “Pacto por México” de Enrique Peña Nieto), hace 20 años dichos actores del ‘pacto’ fueron citados urgentemente para informarles que México tenía "graves problemas". A continuación veamos algunas cosas que podríamos llamar similitudes entre el error de diciembre de hace dos décadas y nuestra actualidad.

Esta situación le explotó en las manos a Ernesto Zedillo antes del primer mes de su gobierno, para ese momento la situación financiera del país ya era crítica. Días antes de esto, la prensa de Estados Unidos reportaba una salida de capitales por 726 millones de dólares (en mayo de este año el Banco de México reportó que con este gobierno ya han salido 29 mil 799.8 millones de dólares).

Por si esto fuera poco, había en 1994 un hecho social más: días antes, los zapatistas habían vuelto a salir armados a las carreteras en Chiapas (en este 2014 tenemos a miles de personas en las calles de México y el mundo protestando a todo pulmón que Peña Nieto renuncie por el caso de los 43 estudiantes que, según últimas investigaciones periodísticas, fueron asesinados por Policías Federales y por el Ejército mexicano).

 

             Zapatistas                              Zapatistas contra Peña Nieto

 

En 1994 la situación del tipo de cambio era insostenible (hoy el dólar está rebasando los 15 dólares, situación que hace años no pasaba en México).

Hace 20 años, los políticos acordaron subir en 10% los salarios al año siguiente, es decir para 1995, (en este año, el PRD propuso aumentar el sueldo a trabajadores pero PAN y PRI se negaron, ante ello, el gobierno de la Ciudad de México decidió sí aumentar para 2015 el sueldo a sus trabajadores por encima de lo acordado por la Comisión Nacional de Salarios Mínimos).

Como hace 20 años, a muchos no les preocupa el actual tema del aumento en los salarios, les ocupa más el comportamiento del tipo de cambio. En 1994 se informó que “debido a las dificultades del mercado cambiario el peso iba a estar flotando (actualmente ya hay analistas que dicen que la paridad no volverá a llegar a los 13 pesos, afirman que más bien fluctuará arriba de los 14 pesitos por dólar y que ahí se quedará).

Hace dos décadas, Banxico informaba a empresarios que la paridad peso-dólar “no iba a llegar al doble” y a varios hombres de negocios casi les daba un infarto al escuchar esto del banco central (hoy hay empresas que tienen ganancias en dólares y que se están beneficiando con la actual situación del peso, pero hay otras que tienen deuda en ese divisa y esos no están nada contentos).

En ese momento, los empresarios organizados del país se reunieron para acordar proponerle a las autoridades una “devaluación topada”, abriéndose en 15% una flotación del peso frente al dólar y no dejarla a las fuerzas del mercado, las autoridades financieras mexicanas terminaron aceptando la propuesta.

Sin embargo el problema fue el manejo informativo de la medida, pues el presidente Ernesto Zedillo se rehusó a comunicarlo a la nación y la instrucción fue que los funcionarios competentes tomarían las decisiones y ellos informarían con llamadas telefónicas a los noticiarios, mientras que a la Bolsa de Nueva York le informarían por medio de un comunicado. Cuando al secretario de hacienda se le entrevistó insistía en que ello no era una devaluación.

Lo que sucedió fue lo imaginable: el dólar se fue arriba y pero los inversionistas exigían explicaciones, sin embargo el relevo de funcionarios en Hacienda por el cambio de administración provocó que nadie pudiera responder.

20 años después seguimos viendo que hay lecciones que no se aprendieron:

  1. El vacío de información que hubo entonces sigue dándose hoy. La minimización de los recientes hechos sociales del país como un ingrediente que ha hecho denso el clima de inversiones en México es real, así como la impunidad, la represión de Estado y la corrupción han golpeado a la economía y al turismo.
  2. La confianza y la credibilidad son elementos importantísimos para el mundo del dinero y para la estabilidad social (la cual a su vez impacta el ámbito financiero). Por más adversas que sean las circunstancias es mejor que las autoridades hablen de frente y con la verdad, el no hacerlo trae incertidumbre y duda, ello se mezcla con otras cosas actuales y podría desencadenar crisis.
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