En las últimas semanas hemos escuchado, visto y leído mucho en la gran mayoría de los medios mexicanos sobre la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, Guerrero. El acontecimiento no pierde importancia en los espacios informativos (hasta del resto del mundo) y ha sido trending topic en las redes sociales. Incluso el hecho ya representa alguna consecuencia económica para México.
Este tema ha permanecido “calientito” en la agenda informativa porque los medios no lo han dejado y porque funcionarios públicos (traicionando principios institucionales y lastimando el cada vez más el endeble orden social de México) fueron quienes desaparecieron a los estudiantes obedeciendo órdenes de narcotraficantes y narco políticos, no dejando duda que las instituciones (las cuales por mandato de la ley deben procurar el bienestar y la paz social) son las primeras que están contribuyendo a la desarmonización de la sociedad mexicana.
Este “crimen contra la humanidad” (así calificado por organizaciones de derechos humanos dentro y fuera de México) pone más sal en las heridas sociales de este país y también hay que tener muy en cuenta que Ayotzinapa significa una mancha directa que impacta la vida económica y el clima de negocios de México, pues puede poner en problemas las inversiones para este país en medio de esta crisis en la cual las autoridades se han visto más que lentas en el control de daños.
A mediados de octubre, el secretario de Hacienda, Luis Videgaray, admitió que el caso de los normalistas desaparecidos por la misma policía del estado de Guerrero efectivamente podría afectar el ánimo de inversionistas extranjeros justo ahora que el gobierno de Enrique Peña Nieto hace esfuerzos por atraer capitales a través de las reformas.
Hace unos días, el primero de noviembre para ser más exactos, el Banco de México, respaldó las declaraciones de Videgaray y admitió que “los recientes acontecimientos sociales en el país pueden impactar desfavorablemente el desempeño de la actividad productiva y afectar las expectativas de los agentes económicos”. Esta declaración algo rebuscada e imprecisa, la hizo la institución al anunciar la Política Monetaria cuando normalmente en este tipo de informes no incluye mensajes inusuales o con juicios sobre la inseguridad y violencia, por ello es de llamar la atención que se haya pronunciado sobre este asunto, ¿Banxico tendrá datos de alguna consecuencia económica negativa para México?
Por otro lado, los empresarios afiliados a la Canaco afirman que lo ocurrido en Ayotzinapa puede impactar negativamente la imagen de México y con ello las inversiones, por ejemplo en la industria del turismo, justo ahora que algunas ciudades del país están trabajando con autoridades para reactivar la visita de extranjeros a zonas específicas, en especial las que están en la frontera con Estados Unidos.
El Fondo Monetario Internacional en México reconoce que lo que ocurre en México es “algo muy serio”, con todo y que el gobierno de Peña Nieto trabaja para enfrentar la situación, “este problema es uno de los desafíos más importantes para los mexicanos”. La institución no se aventura a dar un panorama y asegura que es complicado dar un pronóstico, aunque sí dice que la inseguridad ya ha tenido repercusiones sobre las inversiones, pues las empresas han gastado más en su seguridad.
Adicionalmente, la directora del Centro de Análisis Económico del Tecnológico de Monterrey de la Ciudad de México, Leticia Armenta, asegura que los fenómenos sociales que estamos viviendo ya nos generaron más percepciones negativas fuera de nuestras fronteras a pesar que las autoridades se han estado ocupando de estos problemas sociales. La académica e investigadora también asegura que
“en el mundo de los negocios hay incertidumbre y por eso tenemos una disminución en las expectativas del desempeño de nuestra economía. En general tenemos un clima de negocios no favorable”.
Académicos y organizaciones civiles coinciden en que el gobierno del actual presidente debe tomar acciones que sean contundentes y certeras en serio, para que los ciudadanos comiencen a confiar en que hay un orden y un cumplimiento de la Ley. Por último, recordemos que hasta este momento, Hacienda prevé un crecimiento económico para México de 2.7% al terminar 2014 y de 3.7% para 2015, ya veremos si Ayotzinapa modifica o no estos porcentajes.