Los altos niveles de inflación, la tensión por las negociaciones del TLCAN, los ajustes a la tasa de interés por parte del Banco de México, el crecimiento exponencial de la deuda y otros factores externos geopolíticos han sido elementos de incertidumbre para los mercados financieros y para la economía mexicana; éstos elementos reflejan que el desarrollo económico se ha visto estancado y que probablemente el país se encuentre en “bancarrota”.
Lo anterior se relaciona con la declaración que hizo AMLO hace unos días respecto al tema de que recibe “un país en quiebra”, es por ello que en este artículo explicaré a título personal porque México no se encuentra en bancarrota.
Como primer punto, es importante que se tenga en cuenta que un país está en bancarrota cuando anuncia que ya no puede cumplir sus compromisos económicos ya sea por factores internos o externos; además de que no tiene manera de obtener financiamiento; a ésta variable se asocia el riesgo país, el cual es un indicador que refleja las posibilidades que tiene un país de no cumplir en los términos acordados con el pago de su deuda externa, ya sea al capital o sus intereses.
En este sentido, el riesgo país de México se ubicó durante la segunda semana de septiembre en 185 unidades; con un descenso de 3 puntos base con relación a lo reportado en el mismo mes del 2017, cabe señalar que el riesgo país se mide a través del Índice de Bonos de Mercados Emergentes (EMBI+) creado por la firma internacional J.P. Morgan Chase.
Considerando que México no ha faltado a sus compromisos económicos y que el riesgo país disminuyó 3 puntos base respecto al año anterior es que considero que no hay riesgo de bancarrota; otros factores a considerar, son los siguientes:
- Las reservas del Banco de México se ubicaron, al cierre del viernes pasado en 173.5 mil millones de dólares.
- La bolsa bajó apenas en 0.4% en línea con Wall Street y el peso se mantuvo estable 18.87 por dólar.
- El FMI y el Banco Mundial mantienen estimaciones de crecimiento para la economía mexicana.
- Las principales calificadoras han elevado sus evaluaciones otorgando una perspectiva estable.
No obstante, las acciones económicas que se han implementado han sido insuficientes para lograr una estabilidad en el corto, mediano y largo plazo; debido a que hay muchos temas que resolver, tales como: salarios, productividad, distribución del ingreso, pobreza, entre otros, pero no es para señalar que nuestro país se encuentra en bancarrota.