Tras varios años de mayor crecimiento económico, las economías mundiales se vieron afectadas por una crisis financiera en 2008. La economía de los Estados Unidos (EE.UU.) se enfrentó a las primeras consecuencias de la explosión de la burbuja de las hipotecas subprime, durante la cual muchos compradores de viviendas incumplieron con sus hipotecas. Grandes instituciones financieras en los EE.UU., como Lehman Brothers, colapsaron y muchas otras, entre ellas AIG y Merrill Lynch buscaron ayuda del gobierno federal de los EE.UU. en forma de rescate.
La crisis financiera dio lugar a la Gran Recesión de 2008-2012, como los economistas están acostumbrados a llamarla hoy en día, y contribuyó al desarrollo de la crisis de deuda soberana europea. Las economías de la Unión Europea como Grecia, Portugal, Chipre e Irlanda recibieron paquetes de ayuda para ayudarles a hacer frente a la carga económica. Los bancos centrales se esforzaron por ayudar a las economías locales cambiando sus políticas monetarias y tratando de facilitar al máximo el acceso a los préstamos.
Los bancos centrales toman medidas para combatir la recesión
En diciembre de 2007, el tipo de interés de referencia de la Reserva Federal de los Estados Unidos (Fed) se situaba en el 5,25%. El efecto de la crisis financiera que estalló en 2008 presionó al entonces presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, y al Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) a bajar la tasa de interés a 0,25% en diciembre de 2008. El Banco Central Europeo (BCE) siguió a su homólogo estadounidense mucho más tarde, bajando su tipo de interés de referencia al 0% en marzo de 2016 en un intento por reactivar la economía de lento crecimiento de la Eurozona. Una medida similar fue adoptada por el Banco de Inglaterra (BoE), que fijó su tipo de interés en el mínimo histórico del 0,25%, justo después del referéndum de Brexit.
Quién se beneficia y quién no se beneficia de las bajas tasas de interés
Las bajas tasas de interés están ayudando a impulsar el crecimiento de la economía. Los propietarios de viviendas con una hipoteca variable son los que ganan más durante los períodos de tasas de interés bajas porque pueden ver que sus pagos hipotecarios mensuales disminuyen, mientras que su presupuesto disponible aumenta. Un período prolongado de bajas tasas de interés, como el que experimentamos, también puede resultar en hipotecas de tasa fija más baratas. Los propietarios de viviendas también se benefician a medida que aumenta la demanda de viviendas y pueden vender sus viviendas a precios más altos.
Los períodos de tasas de interés bajas no benefician a los depósitos de ahorro. Esto se debe a que el ahorrador promedio está obteniendo una tasa de interés baja por el dinero que decidió mantener en una cuenta bancaria. En algunos casos, si la tasa de inflación es mayor que la tasa de interés nominal, los ahorradores verán una caída en el valor real de sus ahorros. Esta es una de las razones por las que los índices bursátiles suben en períodos de bajos tipos de interés, ya que los ahorradores buscan oportunidades para obtener una mejor tasa de rentabilidad, en lugar de mantener su dinero en cuentas bancarias. La afluencia de nuevos fondos en el mercado de valores hace que las empresas dispongan de mayores presupuestos para inversiones y nuevos proyectos que podrían crear nuevos puestos de trabajo y generar beneficios, incluso durante una crisis financiera.
Los bancos centrales aumentan el coste de los préstamos
Diez años después de los primeros signos de una próxima crisis financiera y de la recesión que asoló a muchas economías mundiales, los bancos centrales están comenzando a considerar aumentar el costo de sus préstamos. Los datos procedentes de los organismos gubernamentales de estadística de todo el mundo sugieren que la economía mundial está de nuevo en la senda del crecimiento, lo que empuja a los gobernadores de los bancos centrales a reevaluar sus estrategias de política monetaria.
Durante 2017, la Fed procedió a subir sus tasas de interés tres veces, añadiendo una más en marzo de 2018 con la tasa de interés de referencia fijada en 1,75%. El Banco de Inglaterra (BoE) subió su tipo de interés de referencia por primera vez en diez años en noviembre de 2017. Algunos miembros del consejo de administración del BCE han expresado la opinión de que el banco central de la Eurozona debería considerar la posibilidad de asumir sus costes de endeudamiento, pero la mayoría del consejo de administración sigue votando a favor de mantener sin cambios los tipos de interés.
Mejor momento para negociar
La economía mundial parece estar mejorando, teniendo en cuenta los últimos datos económicos provenientes de los EE.UU., la Eurozona y Japón, sin embargo, los operadores deben estar preparados para cualquier cambio de tendencia, examinando las nuevas condiciones financieras, con el objetivo de construir una estrategia comercial dinámica.
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Autor, Erick Segura
Ponente especializado en Mercados Financieros
Analista en STO | Trading. Inspirado.