El Fondo Monetario Internacional, define al ingreso básico universal, como un mecanismo de sostén de ingresos que se le da a la población sin ningún tipo de condicionamiento, buscando la eliminación de la pobreza extrema.
En una investigación del IMCO (2018), se menciona que “si se busca que cada familia mexicana tenga un ingreso superior al ingreso que perciben las personas que se encuentran en pobreza extrema, entonces cada familia tendría un ingreso mensual garantizado de 2,200 pesos; y tomando en cuenta que hay aproximadamente 35 millones de familias, el costo anual sería de 900 millones de pesos.” En 2017, el Gobierno federal tuvo ingresos de 3.7 billones de pesos, aproximadamente, o sea cuatro veces más que el costo del IBU.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares, “los investigadores de INEGI, Alfredo Bustos y Gerardo Leyva (2020), presentaron el resultado de que el 1 por ciento más rico del país, captura 17 por ciento de todo el ingreso nacional”. Por otro lado, el 50 por ciento de la población con menos ingresos, captura tan solo el 11 por ciento del ingreso nacional.
En un artículo de Ricardo Cantú (2017), se habla sobre cómo algunos analistas, consideran que, al implementar un ingreso básico universal en México, se incentivaría el emprendedurismo. Esto, porque la población, ya no comenzaría negocios por necesidad de llevar alimentos al hogar, sino porque realmente buscan crear y diseñar algo nuevo.
Por otro lado, mejoraría la distribución de los ingresos al disminuir la brecha que existe entre los niveles socioeconómicos. Como se mencionaba al inicio, es un área en la que México tiene no solo la necesidad, sino también la obligación de mejorar y ayudar a que todos tengan una mejor calidad de vida.
Todo esto, tendría un impacto positivo en la economía por varias razones, la primera es porque la demanda de productos, sean o no de primera necesidad, incrementaría; de esta manera, las empresas comienzan a aumentar su producción propiciando, a que haya más oferta de empleo. También, en los diferentes sectores económicos se comenzaría a ver mayor competitividad en el mercado.
En un artículo de Forbes, el autor, Diego Castañeda (2020), sugiere hacerle frente a desigualdad económica a través de hacer más progresivo al gasto público y reorientar la recaudación fiscal hacia un camino por el que se pueda hacer más pequeña, dicha desigualdad.
Nicolás Grau (2020), economista de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile, afirma que al asegurarse de que las personas puedan tener un ingreso seguro, les permite “tomar las riendas de su vida”; no habría necesidad de establecer un estándar mínimo de calidad de vida para una parte de la población.
La implementación del tipo de política que es el ingreso básico universal, representa grandes retos, pero también, grandes oportunidades en la lucha por alcanzar no sólo el bienestar social y la reducción de la desigualdad.
Referencias
Cantú, R. (2017, 11 de diciembre.). Ingreso básico en México: ¿A quién
beneficiaría y cuánto costaría? CIEP. https://ciep.mx/ingreso-basico-en-mexico-a-quien-beneficiaria-y-cuanto-costaria/
Castañeda, D. (2020, 10 junio). Desigualdad, el principal problema de la economía
mexicana. Forbes https://www.forbes.com.mx/desigualdad-principal-problema-la-economia-mexicana/#:~:text=Investigadores%20de%20INEGI%20corrigen%20cifras,apenas%20captura%2011.8%25%20del%20ingreso
Martínez, L. A. (2018, 26 abril). Un ingreso básico universal en México es viable;
falta definir el modelo. El Economista. https://www.eleconomista.com.mx/politica/Un-ingreso-basico-universal-en-Mexico-es-viable-falta-definir-el-modelo-20180227-0047.html
Newell, R. (2020, 13 julio). INGRESO BÁSICO UNIVERSAL. IMCO.
https://imco.org.mx/ingreso-basico-universal/
Bustos A., Leyva G. (2020, 29 mayo). Ajuste demográfico por imputación. INEGI
https://rde.inegi.org.mx/index.php/2018/08/27/ajuste-demografico-imputacion/