En México hay muchas personas que reciben propinas, incluso se les llega a decir “propineros”, por ejemplo, despachadores de gasolinerías, meseros, los llamados “viene, viene”, vigilantes en estacionamientos, “cerillitos” (empacadores en los supermercados), músicos, organilleros, diableros, etcétera. ¿Estás personas deben declarar sus propinas ante el SAT y pagar impuestos?
De acuerdo con cifras del Inegi, se estima que hay alrededor de 5 millones de personas que trabajan sin contrato, sin prestaciones, que no están en ninguna nómina, pero sí cumplen con una jornada laboral y su único ingreso son las propinas.
¿Las propinas deben pagar impuesto?
Según el Código Fiscal de la Federación (CFF) cualquier ingreso debe reportarse al SAT y ello incluye a las propinas, las cuales generan un impuesto.
La Ley de Impuesto Sobre la Renta (LISR) también dice que las propinas son un ingreso y el patrón debe contabilizarlas para calcular la retención de impuestos correspondiente y entregarla al SAT.
Por su parte, el IMSS (siendo leal a su finalidad como una entidad recaudadora más que como una impartidora de salud) considera a las propinas como parte del salario y por lo tanto dice que deben sumarse a las cuotas que entrega el patrón.
Lo anterior indica que para las autoridades los “propineros” tienen que reportar sus ingresos para incluirlos en su declaración por ISR y no generan Impuesto al Valor Agregado (IVA) porque no es dinero que pague un patrón.
A pesar de lo que digan las entidades fiscales y recaudadoras, para la Procuraduría de la Defensa del Contribuyente (Prodecon) y algunos tribunales, las propinas son ingresos para el trabajador, pero son una gratificación voluntaria, es decir, como el patrón no participa en ese pago no está obligado a su retención.
En conclusión y de acuerdo con la Prodecon, quien obtiene ingresos por propinas no está obligado a presentar su declaración anual para hacer pago de impuestos por este ingreso.
