Ricardo Salinas Pliego, presidente del Grupo Salinas y TV Azteca criticó duramente el concepto de Impuesto Sobre la Renta (ISR) aplicado a todos los ciudadanos:
El actual régimen fiscal es un concepto fallido para el Estado, porque la idea es que a través del Impuesto Sobre la Renta todos cooperaremos con el Gobierno y se hagan obras en México.
El ISR, más que beneficiar, perjudíca
Ricardo Salinas apuesta por la simplificación de esta tasa, que perjudica a las grandes empresas del país, generadoras de empleo y riqueza en las familias, y no soluciona los problemas reales de la economía. El presidente de uno de los grupos de comunicación más grande de México, afirma que los cambios “son cosas sencilla”, aun es necesario contar con un líder que pueda llevar a cabo estas soluciones y “ese liderazgo político lamentablemente no lo tenemos en México”.
Justamente, las declaraciones de Ricardo Salinas se dieron lugar en la conferencia sobre Liderazgo Cambio Cultural, organizado por la Universidad Autónoma del Norestes, Gobierno del Estado e instituciones de educación media y superior del estado de Coahuila.
Retomando el tema sobre la aplicación del ISR en el sector empresarial, Salina afirma que su aplicación en sí es correcta, pero no todos los contribuyentes son iguales, y entonces el Gobierno actúa como socio de cada uno de los contribuyentes a través de los impuestos sobre el trabajo. Según Salinas, el problema reside en que,
El Gobierno es un socio que exige mucho y da muy poco.
El "empresario", visto como mal concepto en México
Ricardo Salinas también apunta que el término “empresario” parece ser perjudicial en México hoy en día, ya que ahora en los medios de comunicación se habla de empresario del narcotráfico, empresario de la mafia, etc. Y puntualiza que esas connotaciones “no entran en su léxico”.
Otros países como Cuba, la Unión Soviética y Corea del Norte acabaron por completo con los empresarios y con la economía nacional, situación que según el presidente del Grupo Salinas también ocurre actualmente en países como Argentina, Bolivia y Venezuela, donde no se respeta la tarea empresarial. México no entra en este grupo, pero sí existe una fuerte burocracia que limita su papel.
El emprendedor mexicano debe superar tantos obstáculos que acaba desalentándose. Por ejemplo, darse de alta en Hacienda es un calvario. Esta situación puede ser solventada por empresarios fuertes, pero no por emprendedores y recién licenciados que desean constituir un proyecto y no cuentan con los recursos y medios necesarios.
