Como comentamos en la última entrega, se ha entrado en una peligrosa espiral de destrucción de capital, por culpa de la actual estructura de descendentes tasas de interés favorecidas por la especulación libre de riesgo en el mercado de bonos y ésta a su vez incitada por la política monetaria de la Reserva Federal estadounidense (Fed).
Las principales consecuencias de las operaciones de mercado abierto son tres: el incremento en el valor de liquidación de la deuda, el deterioro de los términos de intercambio del trabajo y el desvanecimiento de las cuotas de depreciación.
el incremento en el valor de liquidación de la deuda
Conforme al incremento en el valor de liquidación de la deuda, hay que saber que el rendimiento de un bono de deuda varía de forma inversa al precio de éste. El profesor explica que esta visión es desde el punto de vista del acreedor, pero que se olvida verlo desde el punto de vista opuesto, el del deudor. Por lo consiguiente, cuando incrementan los precios de los bonos influidos por las compras aseguradas de la Fed, los tenedores de éstos saben que tienen ahora un valor cuyo precio en el mercado ha sido elevado, por lo que la tasa de interés se comprime. Aquél que venda ese bono a una tasa menor de la que lo compró obtendrá una ganancia de capital, aunque desde la otra parte, para el deudor, si quisiera liquidar de forma anticipada su deuda, le costará más recomprar ese bono.
Pongamos un ejemplo, la tasa de interés de un bono cae a la mitad, esto significa que el coste de liquidar el bono, tiene un precio mucho mayor en el mercado que el que había antes de la caída. Lo que supone que se haya incrementado la carga del crédito para el deudor y complica la salida del deudor de una forma anticipada. Se ha incrementado el coste para obtener el mismo flujo de efectivo de los cupones del bono. En el ejemplo anterior, ahora se necesita pagar el doble de lo que se hubiera tenido que pagar antes del recorte de los tipos para obtener el viejo nivel de flujo. Por esto es por lo que critica Fékete la caída permanente de tasas y que ésta sea vista como una “bendición” para las empresas, cuando es lo contrario.
el deterioro de los términos de intercambio del trabajo
La segunda consecuencia de las graves operaciones de mercado abierto es el deterioro de los términos de intercambio del trabajo. Simplificando, hay una caída en el valor de los salarios y más desempleo. El incremento en el coste de liquidación y por tanto, de la carga de la deuda también es una de las razones por las que ha habido una caída en el valor de los salarios y más desempleo.
El punto primordial es el valor presente del flujo de efectivo, que varía de forma contraria respecto a la tasa de interés a la que se descuenta. Cuanto mayor es la tasa menor será el valor presente y viceversa. Con cada recorte en la tasa de interés hace que el valor presente del flujo de caja se incremente. Fékete razona que esto se traduce en que el precio que tienen que pagar cada vez que las tasas bajan, es mayor, tanto para los trabajadores y para aquellos que necesitan estos flujos de efectivo para sobrevivir (como pensionados). Lo que conlleva que los trabajadores tengan que trabajar el doble para poder ganar el mismo flujo de efectivo.
Con lo que respecta a los pensionados, sus fondos de pensión son masacrados debido a que no pueden disfrutar del mismo flujo del que disfrutaban antes del recorte. Como resultado, el nivel de vida de los trabajadores y de los pensionados queda condenado a caer. El profesor manifiesta que este procedimiento en el que el dinero pierde su capacidad para comprar flujo de efectivo ha sido desvirtuado y relegado a propósito por los poderes fácticos del sistema monetario actual de dinero, si el pueblo supiera y entendiera lo que está ocurriendo, habría sublevaciones. Al caer la tasa de interés, la riqueza del trabajador, que se basa principalmente en su trabajo, pierde poder. Debido a estas consecuencias, el trabajador tiene que trabajar cada vez más duro para tener la misma cantidad de flujo de efectivo para vivir.
Además, este dinero que perciben del trabajo es menos capaz de liquidar sus deudas, ya que el coste de saldarlas anticipadamente también sube. La deuda eterna es una moderna forma de esclavitud, creada por un sistema donde el propio dinero no es real, sino una deuda en sí mismo.
Como consecuencia, esto en lugar de estimular la economía como se dice, sentencia al desempleo a los trabajadores marginales. Los empleadores antes optarán por adquirir más deuda a una tasa menor y utilizar maquinaria adicional para sustituir a los trabajadores menos cualificados, que seguir pagándoles. El resultado como ya hemos dicho antes es mayor desempleo.
el desvanecimiento de las cuotas de depreciación
Finalmente, la tercera consecuencia es el desvanecimiento de las cuotas de depreciación. Estas constituyen un cuasi-flujo de efectivo cuyo valor se ha desplomado. Las cuotas de depreciación vienen a ser una herramienta contable que muestra cuanto valor de un bien productivo se ha “consumido” por el uso del tiempo, y cuánto se necesita apartar para amortizar la pérdida en un año en particular. Si el banco central disminuye las tasas de interés, se retrasa el plazo de amortización, que hace que no se garantice el reemplazo a tiempo de la porción “consumida” del viejo capital. Por ello, no es posible compensar la destrucción de capital con la generación de nuevo para sustituirlo, y como resultado, se siembra una depresión de alcances insospechados.
En la próxima entrega, comentaremos porque todas estas causas hacen que se pueda entrever una gran deflación devastadora.