En este blog damos un seguimiento puntual al comportamiento a los mercados del oro y la plata, desde una perspectiva muy poco usual, analizando su base y su cobase.
El motivo del análisis es que nos da información respecto a la acumulación física de dinero real, es decir, del oro y plata. En los tiempos actuales este saber es indispensable, pues nos revela la verdad respecto a las decadentes condiciones del sistema económico y monetario que nos rige.
En el artículo del lunes pasado le explicamos la correlación que existe entre el oro y las tasas de interés en un sistema auténticamente capitalista de libre mercado. Hoy esto no solo no se cumple, sino que además los tipos de interés son manipulados a la baja por los bancos centrales, para “alentar” el crecimiento económico por la vía del gasto y la expansión de deuda/crédito. Mal hecho.
Si la crisis actual ocurre por un exceso de deuda, consumo y crédito, podemos decir que intentar sanar al enfermo con lo que causó la enfermedad no es la mejor manera de asegurarnos una salida de la recesión mundial.
Así pues, mantener deprimidas las tasas e imprimir billetes no estimulará la producción. En cambio, inflará burbujas en activos que van desde divisas, bonos, hasta diversos índices de bolsas de valores, como ya ocurre.
Pero los inversores más avezados en cambio, pondrán como ya lo están haciendo, grandes capitales en dinero real: oro y plata físicos, contantes y sonantes, que por si fuera poco, están a precios en divisa muy por debajo de sus máximos históricos.
En este caso la Base y la Cobase pueden ser muy útiles.
La función medidora de ambas nos dicen qué tan alta está siendo esa propensión a acumular metales preciosos sino en lingotes, monedas, sin tocar contratos de futuros ni ETFs.
En un sistema de dinero honesto, con mercados libres, esa salida de reservas de oro de las arcas de los bancos haría que comenzara a subir la tasa de interés, para atraer de nuevo ahorros. Sin embargo, como esto no aplica hoy en día, el oro retirado está yendo a parar a manos privadas para esconderse de la circulación, sobre todo en Asia, y en particular en India y China.
Mientras tanto, en Occidente, tanto los gobiernos como los bancos centrales siguen esperando que sus fallidas políticas keynesianistas y monetaristas den buenos resultados.
Nadie sabe cuándo llegará el colapso general de la estructura basada en “dinero” fíat (de papel), pero eso es algo poco relevante para quien, sabedor de que la caída es inevitable, se prepara acumulando metales preciosos como lo ha hecho el ser humano desde tiempos inmemoriales. Cuanto más tiempo transcurra y sea más barato, mejor para el ahorrador.
Ahora, para explicar más a detalle lo que son la Base y la Cobase, debemos decir que son indicadores que de manera inversa miden la relación existente entre los precios de los contratos de futuros de metales preciosos, y el precio al contado o “spot”.
En términos simplificados, la Base se obtiene restando del precio del futuro de que se trate, el “spot”. Dado que la normalidad es que los futuros sean más caros que el precio corriente, la cifra debería ser positiva. Esto se conoce en el argot financiero como “contango”. Pero si el resultado obtenido es negativo, muestra una anómala inversión en la curva que se conoce como “backwardation”.
De manera análoga, la medida de la Cobase es obtenida restando del precio “spot” el del futuro que corresponda. Por eso se está en “contango” cuando el resultado es negativo, y en “backwardation” cuando la Cobase es positiva.
Este hecho podría indicar que hay escasez de la materia prima debido a una amplia demanda.
En este sentido, 2013 es un año sin precedentes en la historia del oro. A la fecha, en sólo 15 jornadas el contrato activo (es decir el más próximo al vencimiento) ha estado fuera de “backwardation”.
En octubre le dimos cuenta de cómo el oro a diciembre volvió a esta situación de manera súbita en la primera quincena, después de haberla perdido el 20 de septiembre. Desde entonces se mantiene con una cobase positiva o “backwardation”, cifrada en un 0.11% el día de ayer.
En la gráfica, conseguida gracias al estudio de Sandeep Jaitly de Feketeresearch.com, las líneas azules son para la base y las rojas la cobase. Las más definidas son para el contrato de oro a diciembre, mientras que las difuminadas para el de febrero.
La nota hoy es que también la plata ha entrado en “backwardation”.
Al mediodía de este jueves en Londres, la lectura de la cobase para el contrato de plata a diciembre fue positiva por primera vez en el año: 0.06% anualizado (línea azul base, roja cobase).
Este movimiento fue más intenso para la plata que para el oro durante los últimos 15 días, lo cual sugiere que el ratio oro/plata, que está en 60.66 en este momento, tiene tendencia a reducirse antes de fin de año. La plata tendería a volverse más cara en términos de oro.
En conclusión, la plata podría ceder espacio e incluso su rol protagónico al oro en lo que queda de 2013 y posiblemente durante 2014. La conclusión final sobre la valoración de estos metales propios aún está lejos de terminar.