En el día de ayer, el oro y la plata tuvieron una fuerte caída en sus cotizaciones alcanzando mínimos del día de 1.281,70 y 20,57 dólares la onza troy, respectivamente.
Hace un mes, explicamos que aunque el precio de la materia prima había bajado, el oro seguía manteniendo su anormal condición de backwardation o retroceso. Es decir, que el precio al contado era superior al de los contratos de futuro más cercanos, y por tanto, su curva de futuros estaba invertida.
Normalmente el mercado del oro se encuentra en situación opuesta, en contango, ya que los precios de futuros son más altos que el spot. El análisis de esta relación entre precio actual y futuro se realiza a través de lo que se conoce como Base y Cobase del oro (gold basis and Co- Basis)
- La Base tiene su origen en el mercado de materias primas agrícolas. La Base es la diferencia que hay entre el precio del contrato de futuros más cercano y el del metal al contado (spot). Una Base alta y creciente (contango) indica abundancia de existencias, y una Base baja y descendente, backwardation.
- La Cobase, en cambio, se obtiene deduciendo del precio spot el precio del contrato de futuro correspondiente. Una Cobase negativa es señal de que los inventarios de oro son abundantes (contango). Una positiva (backwardation) indica que el oro está “escaso”.
La situación de backwardation constituye una anormalidad porque en realidad no existe la escasez de oro, entendida como un agotamiento de sus existencias. ¿Por qué? Porque casi todo el que ha sido extraído de la tierra permanece con atesorado, debido al alto valor que la gente le otorga. Esta es la razón principal por la que no debe ser considerado como cualquier materia prima ya que no es una más de ellas.
Lo estrecho del mercado solo es posible si los tenedores del metal no están dispuestos a enajenarlo a bajos precios. En agosto, vimos que la backwardation había disminuido gracias a la subida de precio del oro el 28 de agosto con el máximo de 1.419,50 dólares la onza troy (London PM Fix). El mayor precio convenció a más tenedores a traer su oro al mercado y durante septiembre esta circunstancia continuó.
Aunque el oro durante todo el mes se mantuvo por debajo de los 1.400 dólares la onza troy (precio promedio de 1.348,80 dólares), al final logró salir de la backwardation el 20 de septiembre con una Cobase actual de -0.10 %.
El siguiente gráfico (Sandeep Jaitly de Feketeresearch.com) nos muestra los momentos exactos en que los contratos de oro a diciembre y febrero (líneas difuminadas) salieron de backwardation.
Las líneas rojas representan la Cobase y las azules la Base.
Esto también se vio reflejado en que la tasa GOFO (Gold Forward Offered Rate) a un mes, pasó nuevamente a terreno positivo de forma constante a partir del 13 de septiembre. No obstante, reiteramos que es de esperar que la backwardation vuelva a presentarse a medida que nos acercamos a su vencimiento y que el proceso se acelere conforme bajen más los precios.
El análisis y seguimiento de la Base y Cobase del oro así como del dinero real es fundamental para entender lo dañado que está estructuralmente el sistema monetario global. El profesor Antal Fekete, fundador de la Nueva Escuela Austríaca de Economía, ha insistido que la tendencia es hacia una backwardation permanente del oro, esto significa que seguirá siendo acumulado en cantidades crecientes por los inversores más avezados.
Con un sistema de reserva fraccionario como el del oro, esto significa que el final del camino es el incumplimiento de pago/entrega del metal, y por tanto, hacia el colapso del mercado de futuros y del sistema financiero internacional. No hay oro suficiente para todos. De ahí que la preferencia por el dinero real siga prevaleciendo como indican en los niveles de Base y Cobase actuales.
No debemos perder de vista lo que ocurre en el mercado de futuros del Comex (Commodity Exchange). En este blog le informamos que el “ratio de cobertura” se encontraba en 94 dueños por onza de oro registrado en sus bóvedas. Ese indicador se obtiene dividiendo el Interés Abierto por el oro registrado, es decir, aquel susceptible de entrega contra algún contrato que no ha sido cerrado.
La actualización de los datos nos confirma que esta posición se sigue agravando, pues el ratio ya se encuentra en el histórico de 108 dueños por onza de oro (gráfica de Sandeep Jaitly).
El metal precioso sigue saliendo de las bóvedas del Comex, no hay lingotes que alcancen. Todo lo anterior, reafirma que la salida de la situación de backwardation será temporal, y que la tendencia sigue siendo hacia la permanencia.
Los refugios financieros más antiguos que existen, seguirán brindando amparo ante del colapso financiero mundial que se avecina. Las inversionistas con manos fuertes deben aprovechar cada baja importante para incrementar sus tenencias de oro y plata físicos, los últimos extintores de deuda, o podrán ser una víctima más de la quiebra inevitable del sistema. La advertencia queda ahí.