De acuerdo a la definición publicada por Myers y Briggs el riesgo sistemático puede definirse como "el riesgo inherente al sistema, el cual no puede diversificarse." Por esta razón, esa riesgo también es muchas veces conocido como el riesgo de mercado. Una definición tan generalizada que cumple su función teórica y educativa pero que podría estar subestimada en la vida real.
Desafortunadamente, no es la primera vez que pasamos por una situación como la actual. El manejo se ha dado de manera reactiva pero resulta complicado de analizar las medidas económicas que se están utilizando para tratar la situación económica mundial y la visión que se tiene tanto en el mediano y largo plazo. No resulta raro ver los máximos históricos en el oro o activos exhaustos que muestran señales de reversión por todos lados en los próximos meses.
Al mirar el comportamiento que han tenido las instituciones financieras para mitigar los riesgos. Un sustancial incremento en la demanda por bonos y papel comercial deja en claro la lección que aprendimos para superar los estragos de la burbuja en 2007.
Súper importante distinguir entre los términos Burbuja Inmobiliaria en 2007 y Crisis Financiera en los años posteriores.
Sin embargo, la verdadera preocupación surge cuando analizamos dos factores:
- Comúnmente la correlación entre las distintas clases de bonos es baja debido al tipo de compañía que se cataloga entre cada una. Es decir, una compañía es capaz de sustentar una califiación AAA y una compañía catalogada como BB, por poner un ejemplo, es mucho mas riesgosa por ciertos factores. Lo complicado es que la correlación, entre las distintas categorías de bonos, se ha incrementado de manera dramática durante este año por la afectación económica del COVID.-19 que se ha esparcido entre todos los sectores y países.
- La excesiva inyección de liquidez en el mercado, patrocinada por la FED, en su llamado “Not QE pero que ha tenido los efectos de un QE” ha elevado exponencialmente el apalancamiento (endeudamiento) de las compañías en todos los sectores y como era de esperarse los bancos. Un tema bastante predecible que al mirar a detalle muestra cómo la liquidez únicamente es absorbida por los grandes monopolios (FAANG) mientras que el resto comenzó a reportar pérdidas y bancarrotas desde meses atrás.
Lo que esto supone es dinamita pura para desatar un riesgo de impago que no se tiene comúnmente contemplado comúnmente en los CLOs los cuales, como es bien conocido, son adquiridos en tranches por instituciones financieras como los Hedge Funds y los mismos bancos al considerarse de ultra bajo riesgo por estar compuestos por los flujos de pago de los bonos, como los AAA.
Como era de esperarse, una re apertura parcial generó una segunda ola y lo que es más concerniente es que mientras más prolongada sea la reactivación económica el riesgo de que empresas pequeñas y medianas se declaren en bancarrota aumenta, lo que deja sin clientes a las instituciones como bancos para emitir créditos, y consecuentemente, provoca degradaciones en las calificaciones crediticias de muchas compañías.
La pregunta por hacerse: Este es el análisis sobre un caso en particular de la infinidad de productos estructurados y derivados que existen en el mercado. ¿Qué tan sub valuado esta el riesgo sistemático de lo que podríamos ver en un escenario mucho más apegado a la realidad? Tal vez sería momento de voltearse a estudiar el riesgo sistémico.
* Cualquier opinión o comentario expresado en el artículo se considera meramente subjetivo por lo que no representa una recomendación de compra o venta.