Comentario semanal
Hace unos días, el premio Nobel de Economía y columnista de The New York Times por más de 2 décadas, Paul Krugman, reconoció que “se equivocó” respecto a que la inflación en Estados Unidos no alcanzaría los niveles actuales, que son los más altos en 4 décadas.
En su columna relata sobre el debate entre economistas sobre el plan de rescate americano de casi 2 trillones de dólares promovido por el entrante presidente, Joe Biden en 2021. Reconoció que fue parte del team relaxed (quienes creían que la inflación no se agravaría tanto) debido a que, “la experiencia histórica, no nos habría llevado a esperar tanta inflación por el sobrecalentamiento de la economía”. Escribió.
En su artículo se le nota tratando de reducir el peso del error con varias justificaciones que al final terminan dejándolo peor parado ante un criterio amplio y un análisis estricto respecto a su posicionamiento, ya que omite varios factores determinantes.
Por ejemplo, menciona que nadie esperaba una guerra en Ucrania, la cuál creó mayores tensiones en las cadenas de suministro. También habla del “nuevo mundo” que dejó el covid 19 y menciona que no consideró esos factores en su modelo de análisis que, en sus palabras, desde la crisis de 2008 a la fecha había funcionado.
Con lo anterior, pone en evidencia que siguió un modelo matemático sin considerar factores importantes como los que ocasionó la pandemia del covid 19; por ejemplo, el cierre masivo de empresas que creó distorsiones en las cadenas de suministro a nivel mundial (esto viene desde 2020, no desde la guerra). El confinamiento creó una destrucción de la demanda durante 2020, para después crear (de la nada) la inyección de más de 3 trillones de dólares por parte de la Reserva Federal.
Este es el punto más importante. En su columna omite todo lo anterior, adjudicando al “rescate” de dos trillones de dólares de la administración de Biden, como el factor más determinante de los niveles actuales de inflación. Pasa por alto que la sobre estimulación de la economía viene desde marzo de 2020, con la decisión de la FED de bajar sus tasas de interés a cero, y crear el estímulo monetario más grande de la historia.
Al destruir la demanda con el confinamiento también se crearon alteraciones en las cadenas de suministro que tardarán años en volver a la normalidad; después, con las tasas de la FED en 0% y los cheques de ayuda a los americanos, crearon una demanda que la oferta no alcanzaría a cubrir. Toda esta mezcla de factores trajo como resultado la mayor crisis inflacionaria en décadas, no solo en Estados Unidos, si no en el mundo.
Finalmente, el sobrecalentamiento de la economía también infló burbujas en las bolsas de valores que ya cumplen más de 7 meses de caída. La semana pasada se confirmó una recesión meramente técnica en Estados Unidos al cumplir con dos trimestres de caída; sin embargo, la inflación sigue fuerte y no hemos visto destrucción de empleos, todo lo contrario. No se cumple con la definición de recesión de instituciones como la NBER, en Estados Unidos. Los criterios de una recesión, también los hemos mencionado nosotros en columnas anteriores: https://veletta.mx/mexico-entro-en-recesion-tecnica/
Esta semana el mercado estará atento al dato de empleo de julio, de ver un resultado positivo, el mercado podría tomarlo como un catalizador para toma de ganancias.
Esta semana el mercado estará atento al dato de empleo de julio, de ver un resultado positivo, el mercado podría tomarlo como un catalizador para toma de ganancias.
Esto ha ocasionado que algunos inversionistas crean que hemos visto lo peor de la crisis y podrían quedarse comprados en el rebote de las bolsas de los últimos días. Creemos que este rebote podría continuar por varios días o incluso semanas, sin embargo, es cuestión de tiempo para ver un nuevo ajuste en los mercados que podría coincidir cuando las expectativas positivas generadas en la economía vuelvan a congelarse cuando los datos evidencien que no hemos visto lo peor. El retiro de liquidez en el mercado por parte de la FED no ha llegado a su fin; para intentar frenar la inflación que ellos mismos propiciaron, saben bien que deben seguir orillando la destrucción de la demanda vía tasas de interés.
Índices en la apertura semanal
Índices en la apertura semanal
S&P500, gráfico por Trading View
El rebote que hemos visto en las bolsas parece ser una corrección alcista (es decir que no hemos visto el final del Bear Market) el SP500 ya alcanzó una corrección de más del 38%. Aún podríamos ir más arriba en el corto plazo, por eso estamos aprovechando el rebote en apalancados bull y en emisoras específicas de Estados Unidos.
NASDAQ, gráfico por Trading View
Al igual que en el S&P500, el rebote en el Nasdaq parece ser una onda B, es decir que estamos en la segunda etapa del Bear Market, la tercera es un nuevo ajuste que podría llevar a los índices a un nuevo low. Al igual que en el SP500, estamos largos de corto plazo en el Nasdaq.
Dow Jones, gráfico por Trading View
El Dow Jones había sido el más atrasado de los índices, de no superar la zona de 33,400 puntos podríamos buscar una oportunidad en corto, que podría ser clara en próximos días o semanas.
IPC/BMV, gráfico por Trading View
Creemos que el rebote del IPC podría ser un bull trap, y que el escenario a 44,000 puntos sigue vigente. La resistencia para invalidar esta baja se encuentra en 48,770 que nos llevaría a la zona de 50 mil, tal como mencionamos la semana anterior.
USD/MXN, gráfico por Trading View
Por ahora seguimos viendo la apreciación de la moneda mexicana, aunque el soporte importante se encuentra en 20 pesos por dólar, mientras nos mantengamos arriba de esa zona, podríamos ver un alza del dólar en próximos días o semanas.
Fuentes: Trading View; The New York Times; Bloomberg; CNBC; The Economist; Federal Reserve.
Gustavo Romero GREC
Portfolio Manager
Veletta.mx