A todos nos tomó por sorpresa la renuncia de Carlos Urzúa la semana pasada y mucho se ha dicho sobre ello. Sin embargo, considero que más allá de lo que ya se dijo o que significa, deberíamos hablar sobre a donde vamos y cuáles son los retos a los cuales se enfrentará Herrera al frente de la SHCP.
Salir de la trampa del diferencial de tasas de interés.
El reto más importante que Arturo Herrera tiene en este momento, es encontrar la forma en la cual puede salir de la trampa del diferencial de tasas de interés que está manteniendo artificialmente el tipo de cambio en niveles cercanos a los 19 pesos por dólar, gracias al capital especulativo incentivado por la tasa de interés de 8.25%.
El tipo de cambio es un arma de doble filo, por una parte, puede volvernos más competitivos en el sentido de que los productos de exportación se vuelven más baratos, pero por el otro lado, la inflación se podría incrementar generando presiones sobre el crecimiento económico.
La única forma para lograr salir de esta trampa, es enviando el mensaje de que México es altamente atractivo para la inversión en todos los sectores. Mayores niveles de inversión generarían que la demanda por la divisa local se incremente, provocando una apreciación del tipo de cambio a favor del peso mexicano.
Un nivel de inversión mayor se traduciría en empresas abriendo nuevas plantas en el país, las cuales aumentarían la demanda de insumos y de trabajo. Generando una derrocha económica que va más allá de la inversión inicial.
Mientras más grandes sean las inversiones, más estable se vuelve el empleo en el largo plazo. Este incremento en el número de empresas genera un mayor nivel de competencia, lo que a su vez produce una mayor variedad de bienes provocando que los precios sean más accesibles.
Una vez lográndose una reducción del nivel de precios, el Banco de México tendría un mayor margen de acción para reducir tasas de interés, gracias a que el tipo de cambio no sería un factor de riesgo que pudiera afectar a la inflación ni al crecimiento de la economía mexicana.
Generar certidumbre en los mercados sobre el plan de Negocios de Pemex
Pemex se encuentra en un momento difícil. Herrera y Nahle tienen la obligación de presentar un plan de negocios que resulte convincente para los mercados y de este modo, Pemex no pierda el grado de inversión.
Si Petróleos Mexicanos llegara a perder el grado de inversión, generaría una pérdida de millones de dólares en bonos por cuestiones legales. Algunos fondos de inversión, tienen estipulado que no pueden invertir en bonos de grado especulativo, también conocidos como bonos basura y quieran o no tendrían que dejar los bonos de la petrolera al día siguiente del anuncio.
Pero eso no es todo. La venta por parte de los fondos de inversión traería consigo que otros inversionistas realicen la misma acción. Y muy probablemente pasaría algo similar con los bonos del soberano mexicano.
Tener presente el contexto económico y político de EEUU
Indudablemente la economía de EEUU tenderá a desacelerase el próximo año por sus elecciones y México debe estar preparado para tener una economía con fundamentos macro lo suficientemente fuertes que resistan la reducción de la demanda de productos e insumos de nuestro principal socio comercial.
Y por si la situación de la economía estadounidense fuera poco, Herrera no debe olvidar que ya comenzó el periodo electoral en EEUU y lamentablemente, México es el costal favorito de Trump. Si en el pasado le resultó claramente favorable, no nos debería de sorprender que retome la misma estrategia.
Inteligencia emocional para negociar con AMLO
El último reto y el que a mi parecer es fundamental, es que Herrera genere certidumbre en los mercados con planes lo suficientemente sólidos y por otra parte tener la suficiente inteligencia emocional para conseguir el apoyo del presidente, de la oficial mayor de hacienda Raquel Buenrostro y de Roció Nahle, la actual Secretaria de Energía para que los planes vayan a acorde a los principios de la 4T.
El mejor método en este momento es encontrar la combinación perfecta entre estudios con suficientes fundamentos (para los mercados) y que estén reforzados con argumentos de historiadores que también sustenten los estudios. No es ningún secreto que al presidente le gusta la historia como disciplina. Solo haciendo ese match entre estado y mercados lograremos que la economía crezca y crear las condiciones para una mejor distribución del ingreso