- En menos de un año perdió ¾ partes de su valor.
- En enero del 2019 alcanzó los 47 billones de dólares de valor, en octubre 16.9.
- En el 2018 tuvo activos por 1.8 billones de dólares, pero pasivos por 1.9 billones de dólares. Por cada dólar que producía, gastaba dos.
- Llego a hacer la startup más valorada de los Estados Unidos
La caída de grandes corporaciones y/o su correlativa bancarrota siempre ha sido motivo de estudio y generación de diversa y muy rica bibliografía, aprender de los aciertos y errores; bajo esta misma tesitura en lo que va del presente siglo compañías como Kodak, Sears, Lehman Brothers, han caído en esta categoría, los especialistas concuerdan en que estas corporaciones fallaron en innovar, actualizarse vencidas por las tecnologías disruptivas, sin embargo, el presente caso de estudio es bastante diferente a todos los anteriores.
El declive financiero no fue cuestión de años, fue de meses, en una “danza de los billones” nunca antes vista por su velocidad, aquí entran características no antes estudiadas como startups y mal manejo financiero por decisiones de un polémico líder. WeWork fue del cielo al infierno en menos de un año.
Todo se remonda al 2010, cuando Adan Neumann y Miguel McKelvey fueron los fundadores de WeWork en el 2010, originalmente se llamo Greendesk, iniciando funciones en Nueva York.
Su giro es el coworking, espacios corporativos colaborativos. La empresa busco crear un ambiente laboral único en varios eje,s como instalaciones vanguardistas, comunicación y socialización entre personas, entretenimiento por commodities adicionales al espacio de oficina, por lo anterior esto atrajo rápidamente a emprendedores jóvenes, más que ser una empresa se vendían como una comunidad, en el que cada individuo con una idea o negocio se puede apoyar en el prójimo, coincidiendo en amar lo que haces, lo que irradia energía. Se bautizó como la oficina del futuro, un lugar que causa bienestar y aumenta productividad, el lugar del trabajo milennial por excelencia.
Su primer inversionista fue Benckmark Capital, (famosa por haber financiado los inicios de ebay) en el 2012, con la proclama que “vendían una gran energía”. Tiempo después surge su máximo socio, inversionista desde el 2017, el banco japonés SoftBank, liderado por Masayoshi Son, los 10 billones de dólares que ha inyectado desde ese año a la fecha permitió su internalización, en 111 ciudades en 29 países, desde el 2014.
Posterior a ello, fue en el 2016 cuando arribo a México, llegando a tener 450,000 metros cuadrados de espacios en coworking, incluso en la Ciudad de México un 65% de estas modalidades son operadas por WeWork. Uno de sus inversionistas nacionales es Fibra Uno (FUNO) quien el 0.1% de sus activos los tiene en la inversión de 100,000 metros cuadrados a concluir en 2021.
Al haberse concentrado en un mercado sin competencia considerable (quizá solo la inglesa IWG) y respaldada por inversionistas y prestamistas de primer nivel su valor comercial ascendió rápidamente, dentro de las startups más valoradas supera Airbnb o SpaceX, incluso también a icónicas empresas como Ford o PIB de países.
Desde el 2018, JPMorgan concedió a WeWork crédito por hasta 700 millones de dólares y a su fundador –Neumann- de manera personal por 500 millones.
En enero del 2019 llego al máximo de capitalización, sin embargo no tardaron en hacerse notar los errores de la administración, los cuales explotaron en verano del mismo año:
- Se dirigió el negocio de manera poco cuidadosa, hubo mucho gasto desmesurado.
- Falto un correcto liderazgo.
- Hubo demasiada entrada de dinero en poco tiempo, sin saber cómo gastarlo y sin reglas de flujo de efectivo.
- Nunca se pudo desligar la imagen de WeWork con la de Adan Neumann, quien era considerado un egomaniaco, sexista, con falta de experiencia, consumidor de drogas y creyente del misticismo, asegurando a él no le aplicaban las leyes de la economía, aunque tenía como virtudes el carisma y la visión
- WeWork invirtió o creo (por órdenes discrecionales de Neumann) empresas dedicadas a piscinas, máquinas de café, instrumentos para surfear, escuelas primarias, alimentos, jets privados, clases de yoga, campamentos internacionales a empleados de esparcimiento, barra libre dentro de las instalaciones (más no alcoholicas), con lo cual perdió el rumbo del cual era su verdadero negocio y misión.
Es a partir de enero del 2019 cuando cambia su denominación a “The We Company” con la intención de abarcar nuevos productos y servicios como gimnasios, bancos, departamentos, software, todo un conglomerado.
Aunque Neumann aseguraba la empresa sería dirigida por sus descendientes 300 años después se llegó a saber deseo vender el grupo “We” desde el 2018, por los problemas que le originan en su vida personal y por las complicaciones financieras y administrativas llegando a su punto de inflexión, en un principio ofreció la adquisición a SoftBank quien rechazo, deseando permanecer como inversionista, posteriormente en enero del 2019 acudió con Apple y Google quien también rechazaron cualquier clase de asociación. Sin ningún comprador privado la única opción era hacerse público buscando evitar quedarse sin capitales.
En agosto 2019 anuncia lanzara un oferta pública inicial a la bolsa de Nueva York (Nasdaq), sin embargo el 17 de septiembre retira tal acción, a los pocos días el 24 del mismo mes renuncia Neumann, forzado por el rechazo de la junta de gobierno a su administración, se aseguró Neumann paso a ser autodestructivo, su salida costo $1,700 millones de dólares, llegando a controlar el 65% de la compañía, a partir de ese momento SoftBank toma el control, con un 80% de la compañía, (aunque sin derecho a voto mayoritario). El 22 de octubre SoftBank le inyecta un paquete de rescate por 9.5 billones de dólares como rescate. Empero, para el 2020 continúa la visión de acudir a la bolsa. Aunque valuada en 47 billones solo logro reunir capital bursátil por 12 billones.
La auditoría que realizo la Oficina de Seguridad Bursátil a WeWork como procedimiento para salir al piso encontró graves problemas como:
- La marca “We” se la vendió el mismo Neumann a su empresa por 6 millones de dólares (aunque después accedió a devolver la suma).
- La compañía no tenía un modelo de rentabilidad a largo plazo.
- Neumann era propietario en 4 edificios que WeWork arrendaba, evidenciando un conflicto de intereses.
- WeWork tenía una línea de crédito personal con Neumann en condiciones onerosas para la compañía.
- Demasiado poder y control de Neumann.
El Financial Times y el The Wall Street Journal, recomendaron bajar la valuación de WeWork para ser atractiva a inversionistas, no pasar por lo que le ocurrió al Uber que por una alta estimación al entrar al mercado el precio de sus acciones descendieron un 33%, por otro lado en ese miso panorama Fitch Ratings bajo su calificación sobre la rentabilidad de la compañía.
Acto seguido, CNBC aseguro que la valuación de 47 billones de dólares fue una ficción “inflada” por parte de SoftBank, aunque alimentada por la banca, (quien se llevaría jugosas comisiones al intermediar en la oferta bursátil) en su momento JPMorgan Chase, Morgan Stanley y Goldman Sachs aseguraron la colocación de WeWork podría alcanzar los 96 billones de dólares. Se estima que el valor máximo realmente alcanzado por la compañía fue de 16.9 billones de dólares.
Ahora bien, con el nuevo liderazgo japonés se han concentrado en el negocio de los bienes raíces únicamente (cuando Neumann aseguro eran una empresa de tecnología), se busca reducir costes, ejemplo de ellos es el rumor de su presunta salida de China, India y Latinoamérica, para concentrarse en Estados Unidos, Europa y Japón, además se han despedido más de 2,000 empleados, aunque a falta de liquidez algunos no han sido liquidados aún.
El estudio del caso de WeWork conlleva varias aristas, Neumann no debió haber aceptado un crédito de tales dimensiones sin tener una correcta planeación para su gasto e inversión controlado, estando en la cima perdió el propósito original por el que funcionaba la empresa, lo cual lo llevo en cuestión de meses a perder gran parte del trabajo que levanto en cerca de una década, hoy en día participa de manera limitada en un puesto no ejecutivo. Desde el panorama financiero quedan varias lecciones no antes vistas, la especulación, las falsas estimaciones, las asociaciones no lucrativas, los pasivos y la falta de producción, entre otros muchos más.
Bibliografía:
- Campbell, Dakin, (2019), How WeWork spiraled from a $47 billion valuation to talk of bankruptcy in just 6 weeks, en Business Insider, recuperado de: https://www.businessinsider.com/weworks-nightmare-ipo
- Cervantez, Liz, (2019), WeWork considera retirarse de gran parte de Latinoamérica: Financial Times, en EL CEO, recuperado de: https://elceo.com/bienes-raices/wework-considera-retirarse-de-gran-parte-de-latinoamerica-financial-times/
- Clark,Ken, (2019), Report: SoftBank is taking control of WeWork at an -$8B. valuation, en Techcrunch, recuperado de: https://techcrunch.com/2019/10/21/report-softbank-is-taking-control-of-wework-at-an-8b-valuation/
- Digital Originals, (2019), The Spectacular Rise and Fall of WeWork, en Bloomberg, recuperado de: https://www.bloomberg.com/news/videos/2019-11-07/the-spectacular-rise-and-fall-of-wework-video
- Rodríguez, Ara, (2019), El acuerdo para salvar WeWork que solo será una quema de dinero para SoftBank, en Hipertextual, recuperado de: https://hipertextual.com/2019/10/acuerdo-softbank-wework
- Sherman, Alex, (2019), WeWork’s $47 billion valuation was always a fiction created by SoftBank, en CNBC, recuperado de: https://www.cnbc.com/2019/10/22/wework-47-billion-valuation-softbank-fiction.html
- Sherman, Gabriel, (2019), "You Dont Bring Bad News to the Cult Leader": Inside the fall of WeWork, en Vanity Fair, recuperado de: https://www.vanityfair.com/news/2019/11/inside-the-fall-of-wework
- Widdicombe, Lizzie, (2019), The Rise and Fall of WeWork, en The New Yorker, recuperado de: https://www.newyorker.com/culture/culture-desk/the-rise-and-fall-of-wework