En el mundo financiero, los seguros han desempeñado un papel crucial durante siglos. Sin embargo, surge una pregunta importante: ¿son los seguros un instrumento de inversión o simplemente una herramienta de cobertura para protegerse contra eventos adversos?
La poca cultura de prevención en la contratación de seguros o coberturas en México puede atribuirse a una combinación de factores sociales, económicos y culturales, pero indudablemente es un tema que va ligado a la educación financiera. Por otro lado, en un país donde hay muchas demandas y necesidades básicas que deben cubrirse, como alimentos, vivienda y educación, la adquisición de un seguro puede no ser una prioridad inmediata para muchas personas y familias de bajos ingresos, pasando a segundo plano.
Si a lo anterior agregamos aquellas creencias arraigadas que podemos tener como sociedad en cuanto que es un gasto inncesario o un lujo, que a nosotros no nos va a suceder nada, que las compañías de seguros no responden en caso de necesitarse o bien, que podemos confiar en nuestros recursos personales o en la ayuda de familiares y amigos en caso de una emergencia. Son parte de una mentalidad que puede estar arraigada en nuestra sociedad.
Cuando la realidad toca a nuestra puerta, en un segundo todo puede cambiar, un accidente o como claro ejemplo tenemos la pandemia del COVID 19, que dejó a un gran número de familias no solo con la pena de haber perdido al ser querido, sino también con la pena económica antes los enormes gastos de terapias intensivas, lo que provocó que muchas familias perdieran su patrimonio y ahorros de años.
Hoy en día, los seguros funcionan más allá que solo como instrumentos de cobertura, han evolucionado hasta llegar a ser buenos instrumentos para el retiro. Algunos tipos de seguros, como los de vida o jubilación, pueden ser utilizados como herramientas de planificación a largo plazo. Por ejemplo, las pólizas de seguro de vida con acumulación de valor en efectivo pueden servir como una inversión con ventajas fiscales y una fuente de ingresos futura, garantizando un retiro cómo y seguro.
Los seguros son una parte esencial de una estrategia financiera bien equilibrada y diversificada. Complementan tus inversiones al agregar una red de seguridad crucial en caso de eventos inesperados o adversidades financieras. Al integrar seguros de manera efectiva en tu plan financiero, estás mejor preparado para enfrentar los desafíos que la vida te pueda presentar.
Es importante entender que nosotros somos responsables de nosotros mismos, lo que hagamos o dejemos de hacer tendrá repercusiones en el futuro, no debemos de confiar algo tan preciado como es nuestro retiro a un tercero, ya que las jubilaciones en México enfrentan varios desafíos que contribuyen a que muchas de ellas sean consideradas como insuficientes para mantener un nivel de vida adecuado. En México, existen varios sistemas de pensiones, incluyendo el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), así como fondos privados administrados por AFORES (Administradoras de Fondos para el Retiro). Estos sistemas pueden tener diferentes reglas, beneficios y requisitos, lo que puede generar inequidades y complejidades en el sistema de pensiones. Además, las pensiones pueden no estar indexadas adecuadamente a la inflación, lo que significa que el poder adquisitivo de las pensiones puede disminuir con el tiempo, especialmente en periodos de alta inflación.
Desde este blog he sido muy enfático en el poder que tienen las inversiones para crear sociedades más prósperas, por lo que contar con un portafolio diversificado que contemple coberturas nos puede brindar paz mental y bienestar emocional. Saber que estás protegido por seguros o coberturas adecuadas puede brindarte tranquilidad y reducir el estrés asociado con la incertidumbre financiera.
En conclusión, los seguros han evolucionado para servir tanto como instrumento de inversión como de cobertura. Es esencial comprender las diferencias fundamentales entre ambas funciones para tomar decisiones financieras informadas. En última instancia, la elección entre utilizar un seguro como inversión o como cobertura dependerá de los objetivos y las circunstancias individuales de cada persona.