No ser controlado por una emoción ayuda a ver las cosas a un nivel más alto – Ray Dalio
En lo que va del año hemos venido viviendo semanas dramáticas en los mercados tanto tradicionales como crytpo, y realmente es difícil saber hasta que punto los mercados seguirán bearish (con tendencia bajista) hasta tocar piso y comenzar su recuperación.
Hasta cierto punto, era algo que se veía venir y que lo comentamos en reiteradas ocasiones en este blog, ante las enormes cantidades de dinero que se imprimieron para inyectar liquidez a la economía mediante estímulos y recompra de activos como son los bonos y así poder tener a los mercados con grandes ganancias en plena pandemia era inevitable. Ahora vivimos la gran resaca de ello traducido en grandes presiones inflacionarias a nivel global, aunado a la guerra que se vive entre Rusia y Ucrania, los nuevos confinamientos en China que agudizan las distorsiones en las cadenas de suministro y la escasez de componentes. Esto ha provocado una gran turbulencia en los mercados y que toda esa liquidez que había esté desapareciendo.
La FED y los bancos centrales han recurrido a las alzas de tasas interés de manera continua, lo que trae también como consecuencia una desaceleración en la economía y por lo tanto una estanflación (inflación alta con crecimiento bajo o negativo). Como podemos ver, la inflación que se vive no es tan transitoria como muchos analistas o miembros de bancos centrales lo mencionaban de manera reiterada en meses pasados.
En los mercados financieros, la gran mayoría de las compañías han bajado drásticamente en el valor de sus acciones, incluso el S&P 500 (índice que sigue a las 500 empresas más grandes de Estados Unidos) ya entró oficialmente en “bear market” (mercado bajista) cayendo más del 20% desde sus máximos en enero de este año. El mercado crypto no ha sido la diferencia, y hoy en día el Bitcoin cotiza sobre los 30 mil dólares, siendo arrastrado en su última bajada por el desplome del proyecto de Terra LUNA y su stablecoin UST cayendo en un 99%. UST es (o era) una stablecoin algorítimica basada en un esquema de incentivos y arbitraje, que pagó el costo de su descentralización al no poder asegurar la paridad de 1 UST = 1 dólar como otras stablecoins en teoría lo hacen o deberían de. Al no haber dólares de respaldo, es ahí donde entra lo de algorítmica mediante la quema del token LUNA. Se dice que grandes hedge funds como Blackrock y Citadel estuvieron detrás de la venta masiva lo que provocó este colpaso cuando había un bajo volumen de mercado, aunque obviamente ellos han negado tales rumores. Luna Foundation Guard la entidad encargada de custodiar y repartir los fondos obtenidos por el ecosistema de Terra para su stablecoin UST trató de quitar presión usando sus Bitcoins de reserva para comprar UST, pero fue insuficiente tal esfuerzo llevándola a una pérdida de capital de más de 3,000 mil millones de dólares en Bitcoin, pasando de tener 80 mil Bitcoins a poco más de 300. Muchas personas también perdieron todo su dinero y su patrimonio, al entrar a esto como si fuera una apuesta, sin conocer las bases del protocolo y guiándose solamente por la especulación, una combinación que resulta más que peligrosa.
Es aquí donde las emociones y los sesgos juegan un papel crucial al momento de arriesgar nuestro dinero, y digo arriesgar porque las ganas de hacerse rico de un solo golpe y ese sentido que tenemos de la inmediatez en los resultados, son malos consejeros en cualquier ámbito de nuestras vidas y por su puesto en las inversiones.
Ante esto es importante diferenciar riesgo de incertidumbre. Riesgo es la probabilidad de pérdida permanente de capital en diferentes escenarios. Incertidumbre es que no sabemos qué va a pasar en el futuro. Si compramos buenos protocolos, instrumentos, ETF’s o acciones a buenos precios, entonces el riesgo es muy bajo en la mayoría de los escenarios aunque la incertidumbre sea enorme y angustiante. No debemos aprender la lección incorrecta del rebote que hubo en el 2020, es decir, que podamos comprar casi cualquier cosa y a los pocos meses duplicar el dinero. Tuvimos mucha suerte que la recuperación del 2020 fue muy rápida, la más rápida de la historia diría yo. Tal vez ahora no sea tan rápida y tal vez no todo vuelva a subir de esa manera.
Bajo el contexto que atravesamos actualmente ¿Qué hacer como inversionista? ¿Comprar? ¿Vender? ¿Confiar en los mercados? ¿Tratar de adivinar el suelo del mercado?
Lo más importante al invertir es tener calma y no tomar decisiones apresuradas basado en las emociones. Los mercados son volátiles, sobretodo cuando hay situaciones como las que vivimos ahora, y sin saber puntualmente qué va a pasar, probablemente esta turbulencia pasará en unos meses o años.
No nos dejemos llevar tampoco por lo que dicen los influcencers en un TikTok o cualquier red social, no debemos comprar cualquier cosa que caiga o que aparentemente nos dará grandes rendimientos, busquemos aquellas inversiones tanto en Bolsa como en crypto con el menor riesgo y mayor potencial de subida, y sobretodo que nos sintamos cómodos de acumular así cayeran otro 50% o bien que podamos mantener por 5 o más años sin preocuparnos.
Respecto al tema de crypto, lo que hay que entender es que su adopción no va a detenerse y activos como Bitcoin llegaron para quedarse, en el camino seguramente proyectos desaparecerán, como compañías en la Bolsa de Valores. Sin embargo, desde que surgió Bitcoin en 2008, ésta y el resto de las criptomonedas han experimentado una tasa de adopción anual del 156% la más rápida que ha tenido cualquier tecnología en la historia de la humanidad.
En conclusión, los mercados en algún punto se recuperarán, pero no así nuestro dinero cuando somos presas de nuestras emociones y tomamos decisiones equivocadas queriendo comprar aquello que nos hará ricos en un movimiento o bien vendiendo por miedo y no saber ni si quiera que fue lo que habíamos comprado.
Invirtamos de forma escalonada, con conocimiento, paciencia y con margen de seguridad, estos no son carreras ni tampoco tenemos que atinarle al suelo exacto. Esto nos permitirá tener un portafolio balanceado para poder sobrellevar la volatilidad y tener tranquilidad en momentos de turbulencia.