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¿Cómo prepararse para los colapsos en los mercados?

Que los mercados se muevan cíclicamente no es nada nuevo. No hay uno solo que suba y suba sin cesar. Por más que lo queramos, no existe ningún activo, índice, acción o criptomoneda que suba ininterrumpidamente . A lo largo del camino, a pesar de lo sólidos que puedan ser los fundamentos de oferta y demanda del activo de que se trate, siempre ocurrirán “correcciones o pull backs” (caídas temporales) que los más experimentados aprovecharán para comprar barato. Así es como se gana dinero en cualquier negocio: comprando barato y vendiendo más caro. 

Sin embargo, para bien o para mal, los vaivenes de los mercados (al menos en el corto plazo) son más provocados por las emociones de los que en ellos participan que por las tediosas razones fundamentales de oferta/demanda, y por esas emociones, la racional fórmula ganadora es olvidada para dar paso a la emocional fórmula perdedora: comprar caro y vender más barato por miedo, esa es la realidad de la mayoría. Ese miedo es alimentado aún más por los encabezados sensacionalistas que hacen creer a muchos que es el fin de los mercados. 
Hay que hacer el esfuerzo de ser diferentes, por más difícil que sea. Si queremos tener resultados distintos tenemos que dejar de hacer cosas que la mayoría hace, y hacer lo que muy pocos, ser disciplinados.

Para los que no invierten, existe un mito muy común y  es el típico de “Yo no invierto porque conozco un amigo que perdió su dinero invirtiendo…”. El mercado por sí solo no te quita tu dinero, te puede quitar tu dinero el temor (y el desconocimiento) que provoca una corrección, esto hace que muchos caigan en la paranoia y decidan vender por debajo del precio de compra de sus activos. Cuando realmente lo que se debe hacer es comprar más y esto ayudará a mejorar tu precio de entrada del activo en cuestión. Un buen ejemplo fue la gran caída de marzo en 2020 a causa de confinamiento masivo, donde todos los mercados cayeron fuertemente y muchos lejos de caer en pánico y pensar que era el fin del mundo, se apegaron a esta sencilla regla logrando unos resultados exponenciales en sus inversiones, generando grandes ganancias tanto en bolsa como en criptomonedas. Ahora bien, es fundamental conocer tu grado de aversión al riesgo, si eres un persona que no soporta ver una minusvalía en su portafolio, lo mejor es invertir en CETES, ahí se puede decir que tu inversión no tendrá esos movimientos bajistas, pero así mismo tu rendimiento será muy bajo y en estos días, los CETES te dan poco menos que la inflación.

Se lee fácil, pero la psicología del inversionista juega un papel fundamental, y es que cuando el dinero propio está involucrado, el sufrimiento de ver como tu inversión tiene una minusvalía nos lleva a tomar decisiones equivocadas.

Todo esto lo traigo a colación porque las caídas en los mercados bursátiles y los nuevos altos históricos parecen cada vez más frecuentes. Elementos de sobra hay, presiones inflacionarias a raíz de grandes impresiones de dinero, interrupciones en las cadenas de suministro mundiales, FOMO (Fear of missing out), especulación etc. Los mercados siempre son irracionales, pero ahora lo son más que nunca.

Como parte de los ciclos continuos de auge, colapso y nuevo auge, esas correcciones son más que sanas y hasta cierto punto deseables, así como una extraordinaria nueva oportunidad de compra. 

¿Cómo prepararse? La recomendación principal es minimizar posiciones especulativas en activos riesgosos como acciones de empresas que no tienen los fundamentales y que son altamente especulativas, un buen ejemplo sería la empresa de videojuegos GameStop. Quedarse sólo con lo que dediquemos como una inversión en valor con horizonte de mediano y largo plazo, en los que habrán de recuperarse y subir más allá como son  algunos ETFS, Bitcoin y empresas con un buen Moat. Y por el contrario, evitar hacer compras en mercados alcistas y cuando hay mucho FOMO, a menos que tu estrategia sea de largo plazo y tengas compras periódicas bien definidas, ya que el largo plazo mata la volatilidad. Y hablando de volatilidad, ésta no la debemos de confundir con riesgo, la volatilidad sabiéndola aprovechar puede ser una gran aliada para tener buenos resultados.
Por supuesto que lo anterior significa que en el futuro cercano podríamos ver que el valor de esos instrumentos se viene abajo. Hay que aguantar el temporal y mantener con disciplina la estrategia de compras de activos infravalorados, en los que la baja de precio nos permite promediar un menor precio de adquisición. Los activos refugio, parte también de la estrategia, compensarán en buena medida los desbalances. 

Es  fundamental tener presente que una pérdida no se materializa hasta en tanto no se haga la venta final o liquidación de la posición. Por último, recuerden siempre como bien lo ha dicho Warren Buffet "sean temerosos cuando otros son codiciosos y sean codiciosos cuando otros son temerosos".
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