La moneda oficial en China, el yuan también conocido como renminbi (RMB) ha estado posicionándose aún más en el comercio internacional desde hace unos años, esto por la visible intención de China de establecerse como líder económico mundial, donde si bien ha sido notorio su avance, el dólar estadounidense sigue siendo la moneda más utilizada y resguardada en el mundo.
Pero ¿Por qué el dólar es la moneda principal?
Desde el fin de la segunda guerra mundial, en los acuerdos de Bretton Woods, se determinó que el dólar sería la principal moneda global y la base de dos de las principales organizaciones creadas en ese momento, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial.
Recordemos que el FMI tiene una relación de “amor – odio” con muchos de los países que recurren a sus servicios, ya que normalmente los países deciden solicitar fondos cuando se encuentran necesitados de liquidez y/o por algún desequilibrio financiero, este otorga créditos condicionados a medidas que muchas veces no son las más agradables o políticamente generosas para los hacedores de política de cada país en turno.
Oportunidad de China como competidor del FMI
Los beneficios que otorga China en comparación con el FMI son simples y atractivos, prestamos sin condiciones de estabilidad económica, que a su vez pueden ser usados en el pago de otras deudas. Con los créditos del FMI no sucede así, estos no pueden ser utilizados para ese fin.
China ha otorgado muchos créditos a economías que se encuentran en situaciones financieras complicadas, según información de AidDaTa el financiamiento de China para el mundo ha sido en 2021 de 40.500 millones de dólares en comparación con los 68.600 millones prestados para ese mismo año por el FMI, donde se espera que este año la comparativa sea cada vez más estrecha.
¿Dónde entran los BRICS en este asunto?
Los llamados BRICS (siglas de Brasil, Rusia, India, China y Sudafrica) organismo internacional, donde la población de estos países es poco más del 40% de la población mundial y cerca de una tercera parte de la producción mundial. La estrategia de China es que todos los participantes de este bloque utilicen sus propias monedas en transacciones bilaterales.
Incluso hace unos meses el mandatario Lula da Silva, presidente de Brasil se postuló en contra del FMI y criticó el hecho de tener como obligación usar el dólar para el comercio internacional, animando a utilizar sus propias monedas, donde en Brasil gran parte de su comercio es con China.
Pero este tipo de acciones no sólo se han buscado con países del BRICS sino con varios de los países del cono sur, desde el continente africano como en la misma América, tal es el caso de Argentina quien tiene graves problemas financieros con el FMI y hace un par de meses firmaron un acuerdo con China para realizar transacciones en Yuanes, una medida para mitigar la escasez de dólares en sus reservas internacionales.
Lula da Silva y Xi JinPing en Beiging (2023)
Liderazgo Chino.
En el panorama más reciente el canciller chino fue depuesto el día de ayer y hoy por la mañana la FED aumentó en la tasa de interés, donde si bien es cierto se espera que esta no sea la última subida por parte de la autoridad central para las tasas de interés, es inevitable la especulación en el corto plazo.
Las intenciones de China son claras desde hace ya varias décadas, llegar a ser la economía predominante en el mundo, comenzaron con el comercio impulsando la producción y ahora en el mercado de dinero, ampliando los rendimientos, pero sobre todo sus socios estratégicos y políticos.
El camino hacia la hegemonía China (por ende, su moneda) va más allá del comercio o el PIB, es algo que se construye con la aceptación del resto del mundo como líder, aceptando la cultura, las practicas y el bienestar como ejemplo para todos.
El liderazgo de un país funciona al igual que con las personas, se reconoce y se acepta el liderazgo de alguien cuando se considera un ejemplo, el más apto para la toma de decisiones, el que guía, pero al parecer China está aún lejos de eso.
