Hace un tiempo leí la siguiente frase y desde entonces se volvió en mi favorita, porque refleja la educación que afortunadamente tuve en casa, es de Cheryl Reicin, Líder del equipo de tecnología en Torys LLP.
“Mi padre inculcó en mí y en mi hermana la necesidad de lo que él llamaba el dinero inteligente. No era dinero para gastar en artículos frívolos sino dinero para permitirnos la libertad de seguir las carreras y vidas que deseamos, como salir de una situación laboral intolerable, un mal matrimonio o incluso despedir a un cliente que era más problemático que bueno”
Hoy traté de pensar en una profesión u oficio exclusivo para hombres y no pude encontrarlo, hoy en día, las mujeres estamos participando activamente en todos los sectores laborales del mundo, conozco ingenieras, chefs, administradoras, jefas de familia, empresarias, economistas, actuarias, periodistas, abogadas, empleadas domésticas, mercadólogas, bailarinas, diseñadoras, astronautas, vendedoras, políticas, psicólogas, deportistas, etc.
Entonces, si hacemos el mismo trabajo ¿por qué tendríamos que ganar menos que un hombre?
Una vez tuve una experiencia en la que un grupo de personas cuestionaron la capacidad de una profesionista dentro de una conversación, estaba presente también un hombre con la misma profesión, a lo que ella dijo “¿qué no estudiamos la misma carrera en la misma universidad?, hasta donde entiendo, el esfuerzo y capacidad requeridos para titularnos fue el mismo”. Me pareció una respuesta brillante y al mismo tiempo resume muy bien lo absurdo del tema de la desigualdad de salarios entre hombres y mujeres.
El día de hoy es el día internacional de la mujer, y lejos de dar una opinión personal, quiero abordarlo con cifras reales, que vienen de estudios serios sobre la presencia de las mujeres en el sector financiero, que es en el que yo participo como economista desde hace 11 años.
1. Las mujeres representan casi el 50% de la industria de servicios financieros a nivel mundial. Catalyst 2020
2. Para el 2020, y 2021 se espera que las mujeres posean más del 32% de la riqueza mundial. Boston Consulting Group 2020
3. Los bancos con más mujeres en puestos directivo, tienden a tener una mayor resistencia al estrés, mayores reservas de capital y una menor proporción de préstamos morosos. Foro Económico Mundial 2018
4. Tener mujeres en la dirección aumenta los márgenes de ganancias netas hasta en un 1%. Instituto Peterson de Economía Internacional 2020
5. En México, 51% de las personas que ahorran formalmente, son mujeres. Amexcap 2020
6. La presencia de mujeres, desde puestos de analistas hasta rangos directivos, ayuda a construir mejores relaciones con sus clientes McKinsey de 2018
Y como bien dijo el matemático Calyampudi Radhakrishna Rao, “los números no mienten”, si las mujeres generamos (al menos) las mismas ganancias que los hombres para las empresas, incluso mayores (como demuestran los estudios mencionados), repito la pregunta ¿por qué tendríamos que ganar menos que un hombre?
No se trata de un tema de feminismo, personalmente no me considero feminista pero si me considero curiosa, desde que tengo memoria soy una persona que pregunta todo (las personas que me conocen no me dejarán mentir), pregunto para entender sobre todo las cosas que no me hacen sentido y cuando la respuesta no está en una persona, encuentro las respuestas en libros, internet, blogs, podcasts, cursos, etc, pero no suelo quedarme con la duda. Tal vez es por eso que rara vez me aburro, siempre tengo un tema en mente del cual quiero respuestas.
Tampoco se trata de dinero per se, se trata de coherencia.
En el mundo, el promedio del salario de las mujeres es 20% menor al de los hombres y si bien, en México se observa mayor equidad en la participación de las mujeres en algunos rubros, no es suficiente. La recompensa (al menos económica), en mi opinión, debe venir de los resultados medibles y no de variables como genero, edad, raza, contactos. No es coincidencia ni suerte que las empresas de todos los tamaños fundadas por mujeres, tienen mayores tasas de éxito y más probabilidades de permanecer en el mercado por más años.
A nivel mundial, las mujeres somos el 48.5% de la fuerza laboral, es decir, prácticamente la mitad de la economía mundial depende de nosotras, entonces ¿qué pasaría si simplemente dejáramos de trabajar? Es pregunta seria.
Las mujeres dedicadas al hogar, son excelentes administradoras, como una vez mencioné en mi articulo “¿Quieres calcular tu propia inflación en 4 sencillos pasos?” de enero 2018, una ama de casa sabe más de las variaciones de los precios que afectan a su hogar que los informes estadísticos. Ella no es menos científica que los Economistas que usamos métodos para manipular los datos del mercado.
Para tener una idea real de la participación de las mujeres en el sector laboral, te invito a hacer la cuenta del número de mujeres en puestos directivos que hay en donde trabajas o entre tus conocidas, la respuesta es el reflejo de la realidad y es también el tamaño de lo que aun falta por hacer.
Por lo tanto, quisiera animarte a que, cuando una mujer de tu entorno tenga dudas sobre su capacidad, recomiéndale informarse sobre el impacto que tenemos las mujeres en todos los sectores, a veces las mujeres dudamos de nosotras y es algo que hay que mejorar, pero tal vez si lo lee de alguna fuente que ella respete, sea el comienzo para reconocer que no hay ninguna razón para dudar.
Para finalizar, retomo el título de esta publicación, “Una mujer sin un hombre, es como un pez sin bicicleta” (Gloria Steinem), una mujer sin un hombre sigue siendo eso, una mujer, porque al igual que una bicicleta no hace mejor a un pez, un hombre no hace mejor a una mujer, simplemente existen juntos y en el caso de hombres y mujeres, pueden celebrar y acompañarse en el éxito de los dos.
Un saludo hasta donde estés leyendo esto
Tania MO