Era diciembre de 2009, cuando en medio de una lenta recuperación de la crisis global de finales de 2008, uno de los mejores Economistas del mundo se convirtió en Gobernador del Banco Central de México. El Doctor en Economía por la Universidad de Chicago Agustín Carstens comenzó su gestión en Banxico el 1 de enero de 2010.
Ahora que Carstens deja de ser el responsable de la política monetaria del país, me parece interesante analizar las decisiones que tomó para tratar de cumplir con el mandato constitucional de preservar el valor adquisitivo de la moneda local
¿Por qué pienso que es relevante hablar sobre política monetaria?, tal vez el concepto suena lejano a la vida cotidiana, pero no lo es. De hecho, cuando hablo del mandato constitucional de preservar el valor adquisitivo de la moneda local, me refiero al control de la inflación y eso es algo que a todos nos afecta.
El instrumento de política monetaria más utilizado por los Bancos Centrales es la tasa de fondeo bancario a un día (tasa de referencia), debido a su efecto casi inmediato sobre las tasas de interés de corto y largo plazos, lo que finalmente termina influyendo en la inflación.
Bajo la administración del Dr. Carstens, 14 veces se tomó la decisión de modificar la tasa de referencia, 3 de ellas fueron disminuciones, en un periodo en el que la inflación iba de bajada, desde 4.46% en enero 2010 (cuando inició su gestión) a un nivel mínimo histórico de 2.21% en 11-2015.
Las otras 11 veces se tomó la decisión de incrementar la tasa de referencia, comenzando en 12-2015 para finalmente llegar al nivel actual de 7%; es decir, si comparamos el nivel de la tasa de referencia a la fecha de llegada de Carstens (4.5%) y el nivel actual (7.0%), podemos decir que no la política monetaria en este periodo de tiempo fue muy activa.
Estos incrementos fueron de la mano del crecimiento de la inflación, lo cual hace sentido con la Teoría Económica básica sobre política monetaria; de acuerdo a ésta, los incrementos en la tasa de referencia se traducen en la reducción del dinero en circulación en la economía y por lo tanto, una disminución en la tasa de inflación.
Entonces, con el nivel actual de inflación (6.37% en 11-2017) y dados los recientes incrementos en la tasa de referencia, podríamos decir que nos encontramos ante una contradicción entre la realidad y lo que dicta la Teoría Económica, ya que la inflación sigue muy lejos del objetivo de Banxico (3%), lo cual no quiere decir que el Dr. Carstens haya fallado.
En Economía, usualmente los modelos económicos está sujetos a restricciones que a veces se cumplen, pero a veces no (debido a factores externos como decisiones económicas, políticas y sociales en todo el mundo), esta es una de las principales críticas a los modelos económicos a las que los Economistas nos enfrentamos desde hace décadas.
Y aquí retomo la frase que en 2016 dijo el propio Carstens, "El entorno externo no lo controlamos pero de todas maneras estamos comprometidos en hacer el mejor uso posible de los instrumentos con los que contamos para que todos estos fenómenos tengan la repercusión menos perjudicial para la economía mexicana".
La gestión de Carstens destacó por su creatividad y visión de largo plazo, un ejemplo de ello fue el programa de coberturas cambiarias en dólares que puso en marcha en 2017 como respuesta a la depreciación que el peso comenzaba a mostrar al inicio del año, una medida que apoyó al tipo de cambio pero lo más importante, es que lo hizo sin tener que hacer uso de las reservas internacionales.
Mi conclusión es que, dejando de lado el descontrol de la inflación en 2017, el periodo de 7 años y 11 meses en el que el Dr. Carstens fue Gobernador de Banxico, ha sido uno de los más estables y acertados en la historia reciente del Banco de México y los incrementos en la tasa de referencia están teniendo un efecto retardado sobre la inflación, ya que desde agosto de este año, la inflación efectivamente comenzó a bajar, lo cual nos mete nuevamente en el marco de lo que dicta la Teoría Económica sobre política monetaria; a este tipo de ambigüedades se le llama Economía.
No es casualidad que el hoy ex Gobernador de Banco de México, sea el próximo banquero central del mundo, ahora como responsable del Bank for International Settlements (BIS) a partir de diciembre 2017 y su paso por Banxico es reconocido por instituciones financieras de todo el mundo.