A grandes males grandes remedios. Así lo decía la abuela y su sabiduría empírica para las pequeñas cosas de la vida, también es aplicable para las hecatombes más grandes a las que se afronta el mundo entero. Entre ellas, lo que en el futuro cercano y lejano nos depara la economía que ha sido arrastrada por un cisne negro que lleva por nombre Covid 19.
¿Cómo curar a la economía de coronavirus?
El choque de trenes entre la oferta y la demanda que a pasos acelerados están decreciendo tiene en shock a la economía de todo el mundo. En muy pocos días la situación para economías grandes y pequeñas ha pasado de una desaceleración a valorar un escenario de recesión económica. A penas hace algunas semanas, los datos en la mayor parte del mundo tenían claro números positivos en el PIB de la mayoría de regiones del planeta.
¿Los gobernantes, líderes y responsables políticos que estarán haciendo para contrarrestar esto? La respuesta podría estar en lo ocurrido después del inicio de la crisis hipotecaria subprime. La coordinación entre todos los agentes económicos será clave. Esta vez podría haber un bemol, las afectaciones por el Covid 19 afectarán de forma diferente y en diferentes momentos a todos los países, dependerá mucho de la eficiencia de sus sistemas de salud pública.
Lo que quedará en manos de los bancos centrales será de vital importancia: por un lado, poner un colchón para que la caída será menos fuerte, es decir, limitar la desaceleración de la economía y por otro lado, ese colchón deberá ser lo suficientemente elástico, es decir, para acelerar el rebote de la economía.
De ninguna forma un banco central curará a los enfermos, pero los estímulos monetarios y fiscales ayudarán a normalizar la situación de las empresas y familias después de que el miedo al virus haya alcanzado su cima. No será inmediato y por eso, es importante que las medidas inicien inmediatamente, al igual que para un enfermo, el remedio no es inmediato y tarda en surtir efecto.