El pasado domingo tuvimos las elecciones más abrumadoras de la historia moderna de México, brindándole con más del 50% de los votos la presidencia de la república a Andrés Manuel López Obrador, esto se convierte en un hito porque se dio un voto masivo en todos los apartados. Se habló por semanas de voto útil, pero parece ser que éste no fue en contra del candidato de Morena, se concentró el voto útil en contra del Status Quo y de los partidos que ya gobernaron en el pasado a la nación. Es una realidad irreversible, él será presidente de México y tendrá mayoría en las dos cámaras, con suficientes congresos locales como para que con pequeñas alianzas tener la constitución en sus manos.
Cuando se concentra tal nivel de poder en un partido y en el ejecutivo, se necesita analizar la postura del presidente y la conformación del gabinete. En estos días ratificó como Secretario de Hacienda a Carlos Urzúa, personaje con sobradas credenciales para cumplir las funciones, reconocido por el gremio académico y de economistas del país. Su labor comienza desde antes del primero de diciembre, porque ya ha sido esclarecido que se reunirá con José Antonio González Anaya, actual Secretario de Hacienda, para hacer en conjunto el paquete económico de 2019.
El paquete económico contiene al presupuesto de egresos de la federación que se implementará el próximo año, y que con el apoyo que tiene el partido en ambas cámaras, fácilmente será pasado. Según lo que se habló por el propio presidente electo, así como por Carlos Urzúa en entrevista con Carlos Loret de Mola, ya se incluirán algunos de los apartados que más énfasis se le otorgó durante la campaña electoral. Menciona el estudio de los jóvenes con dificultades para estudiar o trabajar, dándoles una oportunidad con becas, y a esto le acompaña con la promesa del incremento sustancial de las pensiones para adultos mayores.
La explicación de cómo se compensarán estos egresos está en la distribución de gastos, reduciendo el gasto corriente y esperando que ante recortes masivos del aparato gubernamental se pueda financiar estas ideas que se han defendido como financiables y necesarias para implementar desde el primer día del 2019.
Vale la pena recalcar que el controlar mejor el gasto público es sustancial para sanear las finanzas del estado, luego de atestiguar el descontrol al gasto en publicidad gubernamental de la Secretaría de Educación, tener como objetivo la austeridad es una meta que cada nivel de gobierno debiese de aplicar. Habiendo dicho esto, no sólo son las becas y las pensiones, querer fijar los precios de la gasolina en términos reales puede resultar muy costoso ante otro despunte del dólar o de los precios internacionales, esto acompañado con la promesa de precios de garantía en el sector agrícola, así que habría de mejorar la eficiencia y eficacia recaudatoria.
Por eso se vuelve tan importante el personaje de Carlos Urzúa dentro del gabinete y en el paquete económico que se hará. Él se vuelve el contrapeso económico que al momento de realizar el presupuesto de egresos tendrá que ser racional, asimilar las cifras y las posibilidades, y si las cuentas no se los permite, tener que suspender alguno de los múltiples proyectos de inversión pública o gasto social para evitar que el país recurra nuevamente a incrementar su deuda pública.
El nuevo Secretario de Hacienda será uno de los personajes más importantes del gabinete, es el experto y quien habrá de ser encargado de cuidar las finanzas públicas al mismo tiempo que redistribuye el gasto y mejora la eficiencia recaudatoria, y de ser necesario, pararse frente al presidente cuando las cuentas no den a favor de sus proyectos de nación.
David Abraham Ruiz Ruiz
Licenciado en Finanzas por la Universidad de Sonora
Twitter: @Ruiz4D