Otro libro que merece la atención y que propongo leer es “El lecho de Procrusto” escrito por Nassim Nicholas Taleb, uno de los personajes más reconocidos en materia de la ciencia del comportamiento en los últimos tiempos. Particularmente, esta obra es de corte filosófico y contiene una gran riqueza de aforismos que invitan a la reflexión de nuestra conducta y actitudes ante las situaciones cotidianas, sobre todo ante lo desconocido. Así, la propuesta del autor es “tomar unos cuantos bocados” en forma de enunciados y “procesarlos” mentalmente con el fin de replantear nuestra forma de pensar y romper nuestras barreras y encuadres mentales.
Taleb es un economista y matemático que es ampliamente conocido por su libro “El cisne negro: el impacto de lo altamente improbable” y su teoría del cisne negro, que refiere a todos los eventos que ocurren por sorpresa y que a priori resultaban improbables basándose cálculos históricos u otras opiniones: este nombre proviene de la creencia de los europeos de que sólo existían cisnes blancos y hallaron otros de color negro cuando exploraron Australia. También, su popularidad creció cuando lanzó advertencias sobre los métodos de gestión de riesgos y la relativa fragilidad financiera cerca de la crisis de 2008 y “acertó” a lo que ocurrió poco tiempo después.
Ahora, ¿Qué es el lecho de Procrusto? En la mitología griega, Procrusto fue un personaje que tenía una manía enfermiza: hacer encajar a la perfección a sus “huéspedes” en una cama. De manera particular, este personaje secuestraba a los viajeros y los obligaba a dormir en camas de ciertas dimensiones. Sin embargo, él aplicaba métodos despiadados: si las personas eran altas, entonces les cortaba las extremidades, y si eran bajas les tocaba ser estiradas. Así, el autor bautizó su libro de esta manera para hacer una crítica a todo lo “mochado” y encuadrado en nuestras creencias y conductas. Sobre todo, el autor refiere enunciados para ayudar a lector a “cómo abordar lo que no sabemos”.
En palabras de Taleb:
En palabras de Taleb:
Cada aforismo que aparece aquí trata de una especie de lecho de Procrusto: nosotros, los seres humanos, al afrontar los límites del conocimiento y las cosas que no observamos, lo oculto y lo desconocido, resolvemos la tensión embutiendo la vida y el mundo en ideas claras y trilladas, en categorías reduccionistas, en vocabularios específicos y en narraciones banales que, en ocasiones, tienen consecuencias explosivas”
Desde mi punto de vista, la utilidad principal de esta obra es combatir nuestros sesgos cognitivos, o ciertas predisposiciones psicológicas que llevan a juicios, interpretaciones y decisiones erróneas. Particularmente, tres de ellos: sesgos de representatividad, anclaje y encuadre. Primero, el sesgo de representatividad consiste en creer que una situación sí/no ocurrirá de cierta forma basándose en características similares observadas en el pasado. Al respecto, se crean atajos mentales, donde el análisis de la posibilidad de ocurrencia es reemplazado y ocupado por planteamientos fundados en aspectos semejantes. En otras palabras, se cae en el “síndrome de molde”, donde los estereotipos son el soporte de las decisiones.
Segundo, el sesgo del anclaje es la tendencia de los individuos a creer en información preexistente sobre algún tema financiero, o cualquier información atractiva que se encuentre “a la mano”. Por tanto, el individuo ancla sus expectativas en sus preferencias personales y casos de éxito previos, y no observa otras posibilidades. Y, eventualmente, se cae en el “síndrome del ancla”. Finalmente, el sesgo de encuadre, donde el individuo toma decisiones con base en cómo se presenta la información más que en el análisis de los hechos. Así, un individuo probablemente creerá la historia que le cuenten, sin llegar a cuestionar sobre otros elementos que le permitan analizar y develar el panorama completo. Aquí, se cae en el “síndrome de la narrativa”.
Como tal, esta obra no puede resumirse ya que son enunciados breves sobre diversos temas que se encuentran compilados en más de 20 capítulos breves. A continuación, algunos aforismos a destacar:
- La forma más rápida de hacerse rico es socializar con los pobres. La forma más rápida de volverse pobre es socializar con los ricos.
- Sólo en la historia reciente "trabajar duro" ha indicado orgullo más que vergüenza.
- En cualquier tema, si no sientes que no sabes lo suficiente, no sabes lo suficiente.
- Hay 2 tipos de personas: las que intentan ganar y las que intentan ganar discusiones. Nunca son los mismos.
- Las mentes normales encuentran similitudes en historias (y situaciones), y las mentes más afinadas detectan diferencias.
- Es muy fácil ser estoico en el fracaso.
- La sabiduría que es difícil de ejecutar no es realmente sabiduría.
- Piensan que la inteligencia consiste en notar cosas que son relevantes. En un mundo complejo, la inteligencia consiste en ignorar cosas que son irrelevantes.
- Es más fácil hacer macrotonterías que microtonterías.
- Es un signo de debilidad evitar mostrar signos de debilidad.
- La única definición de macho alfa: si intentas ser un macho alfa, nunca lo serás.
- El encanto es la capacidad de insultar a las personas sin ofenderlas; nerd al revés.
- La diferencia entre amor y felicidad es que quienes hablan de amor tienden a estar enamorados, pero quienes hablan de felicidad tienden a no ser felices.
- Lo opuesto al éxito no es el fracaso; es decir nombres.
Por último, el quid de este libro no estriba en estar o no de acuerdo con los enunciados de Taleb, sino contrastarlos con las creencias/pensamientos individuales y analizar si hay sesgos cognitivos o no de por medio. Sólo así podremos ser más libres, romper los “moldes” y afrontar de mejor forma lo desconocido.