El descenso de la inflación general en México y las economías más representativas a nivel mundial es una realidad, de acuerdo con las más recientes estadísticas oficiales, ya que han transcurrido varios meses desde que esta variable alcanzó su cima y su trayectoria actual se mantenido a la baja. Como ejemplos, la inflación en México ha ligado su octavo mes a la baja, mientras que en Estados Unidos es el onceavo mes consecutivo con este comportamiento. Asimismo, otros países han mostrado un descenso en este rubro.
Si bien la inflación ha presentado una mejoría durante el presente año, el tema que sigue sobre “el tintero” es el momento en el cual podría descender hacia niveles óptimos, o en cuanto tiempo se frenaría esta racha de meses fuera de los objetivos planteados. La narrativa más actualizada es que los precios han aumentado a una menor magnitud que en los años previos, específicamente en el periodo 2020-2022, y la expectativa es que el aumento de precios se acerque a niveles “saludables”, de acuerdo con las metas de inflación de los Bancos Centrales: una labor que no es sencilla ya que muchas variables están en juego.
Así, el debate actual entre los especialistas y miembros de los Bancos Centrales (BCs) está en tomar o no medidas adicionales para retornar la inflación hacia niveles cercanos a la meta, tomando en cuenta que las tasas de interés objetivo, principal instrumento de política monetaria, se encuentran en niveles históricos, y que esto podría ocasionar afectaciones a la actividad económica. Por otro lado, los expertos buscan respuestas para la siguiente interrogante: ¿seguirán o no el aumento en el corto plazo de las tasas de interés?
En este tenor, las opiniones vertidas sobre los miembros de las juntas de gobierno de los BCs sobre el comportamiento futuro de las tasas de interés no van en la misma línea y se encuentran en cierta parte del espectro entre el tono “dovish” y “hankish”[1]. Las más recientes publicaciones sobre las minutas de los Bancos Centrales, los comunicados en los movimientos de tasas de interés y otros medios de comunicación son una prueba fehaciente de que la inflación se encuentra en diferentes etapas en cada país, a pesar de los avances significativos en la materia. Para entender estos matices, presento ciertos hechos y comentarios para tres ubicaciones geográficas.
En el caso de Estados Unidos, la Reserva Federal (FED) anunció recientemente que la tasa de interés objetivo se mantiene sin cambios, en el rango de 5%-5.25%, poniendo fin a la racha de más de un año en incrementos de sus niveles. En este sentido, Jerome Powell declaró que, a pesar de que la inflación se ha moderado en los últimos meses- de su pico de 9.1% en junio de 2022 a 4% en mayo del 2023, la mayoría de los miembros vislumbran que la tasa de interés continue con su trayectoria al alza – al menos un par más de aumentos- con el fin de contener a la inflación, ya que se ven aún riesgos en el rubro de energía y alimentos.
Una línea en su comentario resume la posición de la FED:
Una línea en su comentario resume la posición de la FED:
Hace sentido que las tasas de interés sean más altas, pero a un ritmo más moderado”
En el espectro, el tono ha pasado de ser “hawkish” a moderado, aunque no se descarta que siga “hawkish” si la inflación persiste.
Hablando de México, los miembros de la junta de gobierno del Banco de México (BANXICO) decidieron mantener el nivel de tasa de interés objetivo en 11.25%, también marcando un fin a más de un año de aumentos. En recientes días, Jonathan Heath, uno de los miembros, declaró que ellos evaluarían posibles movimientos en esta tasa hasta el primer semestre de 2024, a menos que haya choques extraordinarios que afecten a la inflación. Las cifras más recientes de inflación general y subyacente revelaron que siguen a la baja desde octubre y diciembre del año pasado, respectivamente, lo que refuerza la posición presentada por Heath.
Asimismo, él afirma que la tasa está siendo lo suficientemente restrictiva para mitigar la inflación y que hay que “dejar la tasa donde está el tiempo más posible para que baje la inflación”
Entonces, el tono actual es más moderado al de Estados Unidos.
Finalmente, el Banco Central Europeo (ECB) decidió elevar sus tipos de interés a 3.5%, que es el nivel más alto desde 2001, lo que simboliza que la etapa alcista sigue para los 20 países que han adoptado el euro. De acuerdo con declaraciones de Christine Lagarde, presidenta del ECB, los miembros no han pensado en “poner pausa” al incremento de tipos de interés y anticipó que seguirá esta trayectoria en la siguiente reunión. En el caso de la zona euro, el dato de inflación general más reciente es del 6.1%, menor a aquella de más del 10% acaecida durante el tercer trimestre del año pasado; sin embargo, la inflación en el rubro de alimentos es un lastre ya que ha incrementado a doble dígito -12.5% para mayo de 2023.
La posición del ECB se resume en esta declaración de Lagarde:
La posición del ECB se resume en esta declaración de Lagarde:
“¿Hemos terminado?, ¿Ha terminado el viaje? No, todavía no hemos llegado al destino. Todavía hay camino por recorrer”
Por tanto, el tono de la ECB es “hawkish” y agresivo.
En resumen, la balanza está definitivamente inclinada hacia el lado “hawkish”, aunque los “matices” varían para cada uno de estos ejemplos. A pesar de las diferencias en las posiciones, la intersección entre los BCs a nivel mundial es que la inflación seguirá presente aún por varios meses más, y todavía no es posible ver la “luz al final de túnel” en el corto plazo. Por ende, la lucha de los BCs y los gobiernos para mitigar el aumento desmedido en los precios está aún lejos de concluir, y se deberán tomar las medidas adecuadas para que este fenómeno no vuelva a salirse de control en los meses venideros.
Referencias:
Notas a pie de página:
[1] Hawkish alude a una posición restrictiva y Dovish una posición expansiva en la política monetaria. La primera es sinónimo de mayores tasas, menor inflación, menor consumo e inversión, y la segunda es viceversa.