En esta ocasión, toca hablar sobre un libro de cabecera para aquellas personas interesadas en la gestión de sus finanzas personales: este libro no da recomendaciones sobre estrategias para aumentar el patrimonio individual pero sí coadyuva a sentar las bases para encaminarse rumbo al éxito financiero.
En este material, el autor da ciertas lecciones sobre cómo las personas gestionan y conciben ideas sobre el dinero. Asimismo, él ahonda sobre los sesgos emocionales que afectan las decisiones financieras cotidianas de las personas. Así es, este artículo se refiere al material La psicología del dinero: Cómo piensan los ricos (The psychology of money, en inglés), de Morgan Housel.
En este material, el autor da ciertas lecciones sobre cómo las personas gestionan y conciben ideas sobre el dinero. Asimismo, él ahonda sobre los sesgos emocionales que afectan las decisiones financieras cotidianas de las personas. Así es, este artículo se refiere al material La psicología del dinero: Cómo piensan los ricos (The psychology of money, en inglés), de Morgan Housel.
De manera particular, el libro se compone de 18 capítulos y los objetivos de estos son 1) ilustrar el comportamiento humano hacia el dinero a partir de algunas narrativas y citas que introduce el autor, y 2) dar lecciones y tips para eliminar los sesgos conductuales y optimizar el manejo de las finanzas personales.
Como el subtitulo lo indica, las emociones como la alegría y la ambición, así como otras introducidas en algunos capítulos, como la envidia y el desear/mantener status, suelen conducir a decisiones que dañan el patrimonio individual. Por tanto, el autor propone cambiar de mindset o, en términos coloquiales, cambiar el chip a través de la adopción de ciertas prácticas.
Como el subtitulo lo indica, las emociones como la alegría y la ambición, así como otras introducidas en algunos capítulos, como la envidia y el desear/mantener status, suelen conducir a decisiones que dañan el patrimonio individual. Por tanto, el autor propone cambiar de mindset o, en términos coloquiales, cambiar el chip a través de la adopción de ciertas prácticas.
A manera de introducción, el autor señala que el dinero no sólo juega un papel vital en nuestras finanzas sino también en nuestras vidas y en la sociedad: esto no es un secreto. A pesar de ello, un aspecto sorprendente es que se discute muy poco sobre éste, a menos que seas un financiero o economista, y tampoco se recibe una educación sobre lo que es y cómo se maneja.
Esto ha conducido a que se formen mitos o ideas erróneas sobre el dinero. Por ejemplo, el autor cita que algunas personas creen que tener dinero es resultado exclusivo de la suerte, de ser parte de una herencia o de ideas que revolucionan al mundo. En realidad, las personas pueden generar y crecer su patrimonio en la medida que analicen sus debilidades e ideas erróneas relacionadas con el dinero.
Esto ha conducido a que se formen mitos o ideas erróneas sobre el dinero. Por ejemplo, el autor cita que algunas personas creen que tener dinero es resultado exclusivo de la suerte, de ser parte de una herencia o de ideas que revolucionan al mundo. En realidad, las personas pueden generar y crecer su patrimonio en la medida que analicen sus debilidades e ideas erróneas relacionadas con el dinero.
Pasando al “esqueleto” del libro, los aspectos a destacar de cada capítulo son:
- Capítulo 1: Los individuos perciben el dinero de una manera muy particular y esta concepción depende de las experiencias que hayan tenido con él en el pasado. El autor señala que la experiencia individual con el dinero apenas es el 0.00000001% de todo lo que ocurre con éste en el mundo. Aquí, la lección es que no bases tus decisiones financieras en experiencias pasadas sino en metas y objetivos a corto y largo plazo.
- Capitulo 2: La suerte y el riesgo juegan un papel importante en las finanzas. Asimismo, hay otros factores que impactan el patrimonio y que no se tienen control. Para prevenir cualquier adversidad a raíz de estos factores, la recomendación es observar lo que funciona para un gran grupo de personas y evitar caer en la falacia de los outliers, al seguir casos aislados de gran éxito. Para explicar lo último, el autor cita el caso de Bill Gates, quién fue uno de los pocos alumnos en tener acceso a una computadora en su escuela en ese tiempo, y eso coadyuvó en su inminente prosperidad financiera.
- Capítulo 3: Los límites son importantes y hay que establecer cuando es suficiente en finanzas personales. La ambición desmedida pone en jaque el patrimonio individual. Generalmente, la actitud cambia cuando los individuos se vuelven ricos, ya que ponen en juego toda su riqueza en la medida que desean aumentarla. La lección es no hay necesidad de arriesgar los que tienes y necesitas por aquello que deseas pero no necesitas. En este capítulo, el autor cita los casos de Rajat Guptas y Bernie Madoff, quienes tuvieron las riquezas y el poder en sus manos, pero su ambición los terminó por hundir.
- Capítulo 4: La mente tiende a no comprender el gran poder del interés compuesto. La clave está en tener rendimientos razonables en un periodo muy largo de tiempo. Para entender este punto, el autor cita a Warren Buffett, quién invirtió desde los 10 años, aunque no vio crecer su fortuna de manera exponencial hasta después de cumplir 50 años.
- Capítulo 5: El meollo de un buen inversionista no está en tomar decisiones acertadas todo el tiempo sino en no “meter la pata” de manera continua. No es cuestión de crecer de manera consistente sino de tener el instinto de “supervivencia” en el mercado. Por tanto, la lección es no tomar decisiones que pongan en riesgo la continuidad de las inversiones y del patrimonio, para ver el poder del interés compuesto en el tiempo.
- Capítulo 6: La atención de las personas se centra en la “cola” de una distribución normal, es decir, en eventos aislados que son de gran magnitud y populares. Sin embargo, lo correcto es tener en mente que es casi imposible replicar estos acontecimientos. Por ende, el autor propone que hay que seguir las tendencias que ayuden a alcanzar metas más realistas en lugar de replicar milagros, como los hechos por Elon Musk o Jeff Bezos.
- Capítulo 7: El mayor dividendo que el dinero paga a sus poseedores es el control de su tiempo. En pocas palabras, hacer cualquier cosa que se desee, cuando se desee, con quien se desee, y el tiempo que se desee.
- Capítulo 8: La riqueza suele ser tomada como un punto de referencia para satisfacer los deseos individuales de ser querido y admirados. Para ello, el autor introduce la “paradoja del automóvil de lujo”: cuando alguien ve a un sujeto en un Ferrari, él no desea ser su amigo sino quiere ser ese sujeto para ser querido y admirado. Aquí, la lección es romper esta creencia basada en la envidia, y ver la riqueza como un medio para satisfacer los objetivos personales.
- Capítulo 9: La manera más sencilla de minar el patrimonio individual es gastar para presumir. La riqueza no es lo que se ve, como autos de lujo o diamantes. Aquí, las lecciones son 1) no determinar la riqueza por lo que se ve y por las posesiones que se tienen, y 2) concebir la riqueza como la capacidad de comprar más y satisfacer más necesidades que en el pasado.
- Capítulo 10: Los ahorros otorgan flexibilidad para trabajar menor cantidad de horas o emprender nuevos proyectos. En este sentido, el ego y el estatus son los dos grandes enemigos de los ahorros y, por tanto, hay que frenarlos a toda costa.
- Capítulo 11: Ser razonable es más importante que ser racional cuando se toman decisiones financieras. En otras palabras, esto significa que ser sensatos importa más que ser analítico todo el tiempo. Por tanto, la lección es que el individuo se adhiera a una estrategia de ahorro e inversión sensatas, que pueda mantener en el largo plazo.
- Capítulo 12: Los individuos tienden a caer en la falacia de “historiadores como profetas”, que consiste en dar un gran peso a lo ocurrido en el pasado a la hora de predecir el futuro. A lo largo de la historia, se han presentado eventos sin precedente. Entonces, la recomendación es no confiar en el pasado cuando se toman decisiones a corto y largo plazo.
- Capítulo 13: El mejor plan es considerar que no todo va a ir siempre conforme al plan. En este tenor, el plan debe contemplar un margen de seguridad, concepto acuñado por Benjamin Graham y David Dodd, o prever un espacio que permita recuperar las perdidas asociadas a eventos no previstos y errores por decisiones financieras y, ulteriormente, “seguir en el juego”.
- Capítulo 14: La planeación no tiende a ser óptima debido a que las personas no contemplan los cambios en sus personalidades, deseos y metas en el largo plazo. Entonces, la lección es tomar en cuenta los posibles cambios individuales cuando se trazan planes y estrategias financieras.
- Capítulo 15: Todo tiene un precio y se termina pagando tarde o temprano. A la hora de invertir, se pierde y gana dinero en los mercados. Aquí, el autor sugiere ver las pérdidas como el precio por participar en los mercados con el fin de ser más tolerante en momentos difíciles y continuar con las inversiones el tiempo suficiente para ver sus frutos.
- Capítulo 16: Las personas tienden a adoptar las estrategias de inversión que los demás utilizan o sugieren sin considerar sus propias metas y sus recursos disponibles. Por tanto, cada persona debe analizar si las recomendaciones son aplicables en su caso. Asimismo, el autor recomienda seguir a aquellas personas que tengan metas y recursos similares y fijarse en qué les está dando resultados.
- Capítulo 17: Los individuos se ven atraídos por el pesimismo y es fácil crear una narrativa en torno a ella ya que los momentos adversos se quedan “más frescos” en la memoria. Sin embargo, el autor sugiere mantener un optimismo financiero que consiste en esperar que las cosas no marchen bien, pero sorprenderse cuando si lo vayan. Esta actitud permite a los individuos mantenerse en los mercados y ver los frutos de sus inversiones.
- Capítulo 18: Las personas se ven más atraídas por las “ficciones atractivas” que por las estadísticas. Estas ficciones surgen por el deseo de que algo sea verdad en futuro y es muy fácil caer en ellas, aunque sean “demasiado buenas para ser ciertas”. El autor cita el caso de la primera guerra mundial: casi nadie deseaba otra gran guerra debido al gran sufrimiento que se observo en aquel momento y, sin embargo, otra guerra comenzó pocos lustros después. En este caso, el autor recomienda evitar caer en este tipo de narrativas, impulsadas por los deseos y no por los hechos (estadísticas).
En general, este libro maneja un lenguaje muy accesible y comprensible para todos. Asimismo, los ejemplos citados ayudan al lector a entender a cabalidad cada una de las 18 lecciones. Por ello y todo lo anteriormente descrito, este libro es un material muy valioso para aquellos que deseen sentar las bases rumbo a la toma decisiones financieras sinceras y no sesgadas.