Peter Lynch, un exitoso gestor de fondos y reconocido por sus colegas como una “leyenda” en el medio financiero al conseguir una rentabilidad anual promedio muy superior a la del S&P 500 durante muchos años, comparte su visión y su estrategia sobre inversiones en tres libros coescritos con John Rothchild. En específico, Un Paso Delante de Wall Street, un best-seller y un clásico de la literatura financiera, introduce conceptos clave para entender su razonamiento a la hora de seleccionar las acciones adecuadas para los fondos de inversión y los portafolios.
Al igual que Warren Buffett, Lynch es seguidor de la inversión en valor, o value investing, basado en los factores fundamentales de las compañías y empresas infravaloradas para invertir en ellas. Propiamente, la misión de Lynch es identificar empresas que posean atributos específicos para ser 10-baggers, donde bag alude a las bases en las cuales transitan los jugadores de beisbol después de un hit.
Entonces, las 10-baggers son las acciones que posiblemente valgan diez veces más que su precio de compra en el futuro. En realidad, el libro cita ejemplos de compañías que, incluso, han tenido un mejor desempeño, al ser 20-baggers o 30-baggers, y el autor da a entender que el 10-baggers es un límite inferior de inversiones sobresalientes.
Entonces, las 10-baggers son las acciones que posiblemente valgan diez veces más que su precio de compra en el futuro. En realidad, el libro cita ejemplos de compañías que, incluso, han tenido un mejor desempeño, al ser 20-baggers o 30-baggers, y el autor da a entender que el 10-baggers es un límite inferior de inversiones sobresalientes.
Un adagio importante para los inversionistas, en la opinión de Lynch, es siempre invertir en lo que se conoce. Al respecto, el autor comenta:
La gente parece sentirse más cómoda invirtiendo en algo de lo que no saben absolutamente nada. Parece haber una regla no escrita en Wall Street: si no lo entiendes, entonces invierte en ello los ahorros de toda la vida. Olvídate de la empresa de la esquina, que puede por lo menos ser observada, y busca aquella que fabrica un producto incomprensible”.
Por tanto, los inversores deben seleccionar acciones de compañías cuyos giros sean entendibles y que sea más fácil dar seguimiento. De acuerdo con el autor, los mejor lugares para empezar a buscar estas oportunidades son centros comerciales, tiendas y oficinas de trabajo, al analizar los productos y servicios que se encuentran ahí y entender sus funciones. Aunado a esto, vale la pena analizar toda la cadena comercial y de suministro, donde intervienen <<personas que hacen, venden, limpian o analizan cosas>>, ya que ahí es posible que haya oportunidades de inversiones.
Otro punto para destacar es que los individuos deben seleccionar empresas que entiendan bien, primera ventaja, y en las que estén insertados, doble ventaja. Ejemplo, un médico que invierte en la industria de la salud, primera ventaja, y que esté trabajando en el medio, segunda ventaja. Por tanto, el inversor debe romper con la creencia de que “el jardín del vecino es más verde”, y buscar oportunidades en otros sectores que no conoce.
Otro punto para destacar es que los individuos deben seleccionar empresas que entiendan bien, primera ventaja, y en las que estén insertados, doble ventaja. Ejemplo, un médico que invierte en la industria de la salud, primera ventaja, y que esté trabajando en el medio, segunda ventaja. Por tanto, el inversor debe romper con la creencia de que “el jardín del vecino es más verde”, y buscar oportunidades en otros sectores que no conoce.
Posterior a esto, los inversionistas deben evaluar si las empresas poseen los atributos de la compañía perfecta para invertir, desde la óptica de Lynch. En total, la empresa ideal posee alguno o varios de los trece atributos que son:
- Suena aburrida o ridícula. Un nombre ridículo produce que pocos y ningún analista les preste atención, ni menos que la recomienden.
- Hace algo aburrido. Una compañía que produce bienes y servicios fuera de moda no atraen la atención de los analistas y no están sujetas a especulación. Además, los inversores tienen la oportunidad de comprarlas con bastante anticipación.
- Hace algo desagradable. Algún giro que cause repulsión o nauseas no es atractivo para los medios, pero sí para los inversores, en especial aquellas compañías que ofrecen un producto o servicio indispensable, como limpiar máquinas.
- Proviene de una escisión. Esto consiste en separar entidades o divisiones dentro una compañía con el fin de que operen de manera autónoma. Cuando ocurre esto, es sinónimo de que las unidades están listas para triunfar de forma independiente. El caso más famoso, la separación de 7 compañías regionales de telefonía, conocidas como baby bells, de AT&T.
- Las instituciones no las compran y los analistas no las siguen. Una compañía con potencial, pero sin conocimiento ni visitas de los analistas, pueden ser una gran oportunidad de inversión.
- Circular rumores en ella. Una empresa con mejores perspectivas que otras, aunque con rumores de por medio, como la mafia y residuos tóxicos, puede resultar en una buena inversión, siempre y cuando se desmientan.
- Resulta algo deprimente. Algún giro que ofrece servicios deprimentes pero indispensables, como funerarias, y que innovan en sus procesos, como la venta de servicios prefunerarios, son sinónimo de buenas inversiones.
- Es un sector sin crecimiento. En estos sectores, no hay preocupación por los competidores ya que pocos se van a interesar en ellos, en comparación con aquellos de alto crecimiento. Verbigracia, retirar aceite sucio de las gasolineras.
- Tiene un nicho. Este concepto es semejante a la ventaja competitiva duradera de Buffett, donde las empresas tienen control parcial o total del mercado y de los precios.
- La gente debe seguir comprándolo. Por supuesto, es mejor invertir en empresas que fabrican productos de necesidad básica, que aquellas de consumo ocasional, como juguetes,
- Es un usuario de la tecnología. Una compañía que instale tecnología, en vez de fabricarla, es una buena inversión.
- La gente dentro de la empresa compra sus acciones. Esto es que las personas creen que el valor es bajo, en comparación con el valor intrínseco de la compañía, y que es una buena oportunidad para comprar.
- La recompra de acciones. Una compañía que esté interesada en aumentar el beneficio por acción al recomprar las acciones es una excelente inversión.
Por otro lado, existen ciertas características que hacen a una compañía “poco ideal” para invertir, desde la visión de Lynch. En total, son seis y se presentan a continuación:
- Está de moda. Esto es evitar un valor que esté en un sector de moda, que tiene cierta publicidad favorable, del cuál todos los inversionistas y viandantes hablan, y que los analistas están cubriendo más. Las tasas altas ofrecidas en este sector sólo atraen a gente que quiere sacar el mayor provecho de los negocios, sin importar su futuro.
- La próxima lo-que-sea. Esto engloba a aquellas compañías que son ensalzadas y autonombradas como las siguientes que revolucionarán los mercados y el consumo. Esta perspectiva puede marcar el inicio del fin para estas compañías y aquellas con las que se le compara ya que la competencia crece, perjudicando en los beneficios netos para cada una.
- Las diempeoraciones o diworstsification. Se refiere a una compañía que adquiere otros negocios que no le darán un valor agregado en el largo plazo, o la desviarán de su modelo de negocio original.
- La empresa con rumores positivos. Esto es que un experto refiere una compañía como una gran oportunidad de inversión. Esto suele ser falso.
- Una gran dependencia. Esto alude a compañías que venden gran parte de sus existencias y servicios a un solo cliente (entre 25 y 50%), y cuyos resultados financieros se verán muy afectados si le dejan de vender.
- Cuidado con valores con nombre excitante. Un nombre rimbombante en una empresa genera una falsa sensación de seguridad para los individuos y los hace invertir sin considerar otros factores. Por ejemplo, “seguridad avanzada en computo”, “servicios especializados en logística”, etc.
Cuando las empresas evaluadas para invertir pasan estos filtros cualitativos, entonces es hora de continuar con un análisis cuantitativo. Para ello, Lynch recomienda poner atención en las siguientes cifras financieras:
- PER o Price/Earnings (P/E). La base en el análisis cuantitativo y principal indicador financiero en el libro. Este número da la idea de si una empresa esta sobrevalorada o infravalorada. Es la división entre el precio reciente y las ganancias por acción de los 12 últimos meses. En términos simples, es la cantidad de años que le tomaría a una empresa recuperar su inversión. Por ejemplo, si el valor es 10, entonces le tomará 10 años. Este valor debe ser comparado con el P/E medio de la industria. Un PER muy alto y muy por encima de la media es sinónimo de sobrevalorada, y en algún momento revertirá su tendencia y tocará fondo: sólo es valido para aquellas empresas cuyos resultados financieros sean muy positivos y consistentes en el tiempo. Entonces, lo que se busca es un PER con una cifra razonable y de acuerdo con el de la industria: bajo para empresas con bajo crecimiento y alto para empresas con alto crecimiento. Una excelente oportunidad de inversión es una empresa con un PER infravalorado y con buenas perspectivas de crecimiento en otros indicadores financieros.
- PER vs beneficios. De acuerdo con Lynch, si la tasa de crecimiento de los beneficios netos recientes es el doble o más que el PER, entonces es una inversión atractiva. Por ejemplo, PER de 6% y tasa de crecimiento del 12%. Mientras que un precio justo es aquel en el que el PER sea igual a la tasa de crecimiento.
- Situación de liquidez. Consiste en ver si la empresa puede pagar sus obligaciones si ocurre una situación que ponga en peligro su existencia. Para ello, se restan las obligaciones a largo plazo al efectivo y activos convertibles a efectivo, y se divide por el número de acciones en circulación. Este es el efectivo que recibirían los inversores libres de deuda. Posteriormente, se compara con el precio por acción. Entre más cercano sean los valores, mejor. Por ejemplo, Bristol Myers con efectivo de 1,600 millones de USD, 200 millones de deuda a largo plazo, 280 millones de acciones en circulación, y un precio por acción de $15 USD. Esto es 1600-200 = 1400, 1400/280 = $5 USD. Es atractiva por que es un tercio del precio por acción, y no es atractiva si sube el precio por acción a $40 USD.
- Deuda entre capital. También conocido como debt/equity, es la división entre las obligaciones y el capital social. Al igual que en el punto 4, se omite la deuda a corto plazo. Entonces queda así: deuda de largo plazo entre capital social. Un ratio saludable es del 25% o menos, ya que hay mayor probabilidad de que sobrevivan en situación de crisis. Asimismo, es importante evaluar la proporción de deuda bancaria y consolidada, donde la primera requiere del pago del principal e intereses mientras que la segunda sólo requiere pagar intereses en tiempos difíciles. Si la empresa tiene mayor deuda consolidada, mejor.
- Dividendos. Si una empresa paga dividendos de forma periódica, se corre un menor riesgo que hagan diversificaciones que empeoren el negocio en general, o la famosa diempeoración. Además, el negocio manda una señal al mercado de que está generando beneficios y está en buena forma. Finalmente, los inversionistas deben preferir aquellas empresas que pagan dividendos en malos momentos y recesiones.
- Valor contable. En este punto, se debe analizar el precio de liquidación de los activos fijos y preguntarse cuánto se obtendría por su venta a corto plazo. Si el valor de activos totales a liquidarse hoy es menor a la deuda a largo plazo, entonces la empresa, hipotéticamente, no valdría nada y no vale la pena invertir en ellas.
- Activos ocultos. Un aspecto muy técnico, fuera del análisis de este artículo por su complejidad. Aquí, vale la pena destacar que existen activos u obligaciones dentro de las empresas que les pueden generar beneficios o presiones a sus cifras financieras, respectivamente. Por tanto, es un aspecto que el inversionista debe evaluar con ayuda de un profesional.
- Flujo de caja. El inversionista debe fijarse en el flujo de caja libre o free cash flow generado por la compañía, que consiste en el dinero que queda después de las operaciones y la renovación de activo fijo o gastos en capital. La formula es beneficio neto más depreciación y amortización más otras partidas no monetarias menos incremento en capital de trabajo menos gastos en capital. Una formula simplificada es el flujo de caja de operaciones menos gastos de capital. Entre más dinero generado en este rubro, mejor.
- Inventarios. Cuando el crecimiento del inventario es mayor al crecimiento de ventas, la empresa acumulará sus productos y, al final, los tendrá que liquidar y asumir pérdidas.
- Beneficios netos. La única tasa de crecimiento que cuenta la verdad, desde la óptica de Lynch, es la de beneficios netos. Las cinco formas de incrementarlos son reducir costos, aumentar precios, expandir hacia nuevos mercados, atraer a clientes que consumían el producto con anterioridad, o cerrar un subnegocio con pérdidas.
- Beneficios antes de impuestos. Esta cifra debe compararse con las mismas generadas por sus competidores. Entre más beneficios, mejor: este comportamiento es sinónimo de que opera con menores costos y puede sobrellevar las crisis con mayor facilidad.
Hasta aquí, una revisión sobre los aspectos cualitativos y cuantitativos que toma en cuenta Peter Lynch en materia de selección de acciones bursátiles. En la próxima publicación, se abordarán otros puntos importantes en la panorámica de este autor: el tamaño de las compañías, las seis categorías y las estrategias para vender las acciones.