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Moneda Digital emitida por el Banco Central: Visión del Banco Central de Japón. Parte I.

Diversos Bancos Centrales están considerando el desarrollo y emisión de monedas digitales, con la finalidad de atender necesidades específicas derivadas de la aceleración en el proceso de desarrollo tecnológico, entre ellas el creciente volumen de transacciones en mercados digitales, la disponibilidad de medios de pago dentro de las plataformas y la modernización del sistema financiero. Hasta el momento, el Banco Central de Bahamas es el primer país que ha lanzado una moneda digital, conocida como Sand Dollar, para el uso del público en general, como producto de su Plan de Actualización del Sistema de Pagos. Asimismo, el Banco central de China ya está realizando pruebas piloto de su moneda digital, denominada e-CNY, en varias ciudades, y se espera la confirmación de una fecha de lanzamiento durante los siguientes meses. Además, existen otros 42 países que ya están efectuando estudios para introducir monedas digitales en sus economías. 
 
En este sentido, el Banco Central de Japón (BCJ) fundó recientemente un comité de coordinación y cooperación, con el fin de establecer un canal de comunicación y mesas de trabajo entre el sector privado[1] y esta institución, enfocado en el desarrollo de su Moneda Digital emitida por el Banco Central, concepto también conocido como CBDC por sus siglas en inglés. En el marco de la primera reunión de este comité acaecido en marzo de 2021, el Director Ejecutivo del Banco Central, Shinichi Uchida, mencionó lo siguiente:
 
“Desde hace uno o dos años, los proyectos relacionados con CBDC están tomando impulso a nivel mundial… Ya se han presentado algunos debates internacionales en estabilidad monetaria dentro del G7, G20 y otros foros desde el 2019. Sin embargo, estos debates han sido el punto de partida para discusiones más amplias. Necesitamos contemplar un sistema de pagos y liquidación en un contexto de sociedad digital”
 
Aunado a esto, se hicieron otras declaraciones importantes, entre ellas la necesidad de unir fuerzas con el sector privado para producir nuevas ideas e innovaciones relacionadas con el sistema de pagos y liquidación[2], la privacidad y el límite en el uso de datos personales, y el balance entre seguridad y practicidad en las soluciones tecnológicas creadas. 
 
Por otro lado, el BCJ lanzó un breve comunicado a comienzos de abril de 2021, señalando que “ha concluido con su fase de preparativos y está listo para comenzar con los experimentos concernientes a su moneda digital”: esto consiste en realizar pruebas de factibilidad en funciones y atributos necesarios para operar su CBDC, a través de pruebas de conceptos[3], conocido como PoC. En otras palabras, el BCJ ha comenzado la fase 1 de su PoC, que abarca la conducción de experimentos para validar su moneda digital como un instrumento de pago, que incluya la emisión, la distribución y la aplicación del pago. También, se indicó que esta fase tendrá una duración de un año. En suma, estos dos eventos representan un parteaguas en el desarrollo de una moneda digital en la nación nipona, ya que han sentado las bases para el comienzo de sus pruebas, pasando del plano conceptual al práctico. Asimismo, cabe señalar que el BCJ ya presentó un documento donde incluye su marco teórico y visión con respecto al desarrollo de su CBDC en octubre de 2020[4], que servirá de guía para la creación de la moneda digital. A manera de preguntas y respuestas, se presentan, a continuación, los principales puntos relacionados con este documento. 
 
¿Por qué el BCJ se alista para el desarrollo de una moneda digital? Este organismo no tiene originalmente la intención de emitir una CBDC pero se está preparando para responder ante cambios originados por la rápida evolución de los mercados digitales, que pongan en peligro la estabilidad del sistema de pagos y liquidación en el país. Durante los últimos nueve años, el valor de las transacciones cashless[5] se ha duplicado en Japón (2011-2019). Además, una encuesta aplicada por el BCJ revela que las personas se encontrarían motivadas a utilizar una plataforma digital de pagos por celular debido a 1) una mayor protección, 2) simplificación de pagos, y 3) mayor aceptación de su pago dentro de plataformas digitales.  En este tenor, los esfuerzos están orientados hacia la creación de un dinero digital de propósito general[6], que sea empleado por cualquier institución privada o persona, y con funciones semejantes al dinero físico. Esto implica, como en el caso de dinero fiduciario, que las monedas digitales sean un pasivo del Banco Central, respaldadas por la promesa del emisor para responder por su valor y sean aceptadas por toda la comunidad. 
 
¿Qué atributos deberá contener la moneda digital? Esta moneda contará con las siguientes características: 1) acceso universal, introduciendo un dinero virtual portable y fácil de usar por todos los individuos y entidades, 2) seguridad, incorporando tecnología para evitar falsificación, 3) resiliencia, preservando la disponibilidad permanente para el usuario, sin depender de una conexión a internet, 4) capacidad de pago inmediato, ampliando la capacidad de procesamiento y escalabilidad en el uso de la moneda digital, 5) interoperabilidad, creando una arquitectura digital flexible que asegure la cobertura universal y no se vea afectada por futuros cambios efectuados por los proveedores bancarios/no bancarios de servicios de pagos[7]. Ahora, el BCJ considera que será imposible incorporar todos estos elementos durante el desarrollo de la moneda digital: como ejemplo, ampliar la cobertura de la moneda digital a costa de su seguridad. En estos términos, el Banco Central ha planteado el desarrollo de su CBDC por etapas, para encontrar el punto óptimo que concilie todos estos atributos a lo largo de su proceso de experimentación.
 
¿Qué funciones desempeñará el dinero digital japones? En primera instancia, no se prevé que éste sea un sustituto del dinero físico en circulación y ambos coexistirán en su economía: el BCJ considera que el rol de dinero físico no se verá afectado en una sociedad digital, principalmente por la preferencia al dinero físico dada su disponibilidad inmediata, cobertura geográfica, y aplicación inmediata del pago. Segundo, una preocupación importante del BCJ es proveer soporte a los proveedores no bancarios de servicios de pago, especialmente atendiendo los problemas relacionados con la falta de servicios digitales de pago en ciertas tiendas y problemas en transferencias personales. Una solución consiste en la creación de una plataforma virtual única donde se conecten tanto proveedores no bancarios y bancarios, y funja como un canal para realizar y aplicar pagos entre los participantes en una economía; sin embargo, otras soluciones e innovaciones al respecto serán evaluadas en el PoC. Tercero, la suma de todas las innovaciones introducidas rumbo a la emisión de una moneda digital deberá garantizar la estabilidad y eficiencia en el sistema de pagos y liquidación. Para ello, se preserva el funcionamiento en dos niveles: esto es que el BCJ no colocará la moneda directamente a los usuarios, sino que lo hará a través de los intermediarios financieros, con el propósito de obligarlos a modernizar sus canales digitales, interfaces y marcos operativos que faciliten el flujo de la moneda digital. En este proceso, el BCJ colocará una unidad de “yen digital” en bancos comerciales a cambio de un deposito del mismo valor, y posteriormente, se lo entregará a los inidviduos.
 
¿Cuántas etapas se contemplan para el desarrollo de la moneda digital? El BCJ tiene en mente implementar tres fases dentro del PoC: 1) la primera fase, además de lo mencionado anteriormente, que atenderá ciertos retos relacionados con el historial de transacciones y los métodos de registros digitales. 2) la segunda fase, que abordará todos los puntos mencionados con respecto a los atributos y funciones a través de ciertos experimentos técnicos, 3) la tercera fase, que contempla la implementación de pruebas piloto para probar el funcionamiento de la moneda digital, en donde se incluirá la participación de usuarios finales y proveedores de servicios de pago. Aunado a estas consideraciones, el BCJ requerirá la cooperación y acuerdos entre el BCJ y los proveedores de servicios de pago, así como el trabajo en conjunto con el sector privado encaminado a la protección y manejo de datos personales. Finalmente, el BCJ deberá compartir y generar ideas en conjunto con especialistas privados en temas relacionados con monedas/mercados digitales, seguridad informática, innovaciones tecnológicas, y sistemas de pagos digitales por medio del comité ya señalado y otros foros de discusión.
 
Con esto se da por concluida la primera parte de este artículo, en donde se han tocado algunos puntos medulares alrededor del desarrollo de la CBDC nipona, entre ellas los avances, eventos claves, estado actual, objetivos, atributos y funciones. En la siguiente publicación, se tocarán otros factores adicionales con respecto a la visión, así como las implicaciones y las principales diferencias entre la CBDC y las criptomonedas. 
 
[1] Incluyendo a asociaciones de bancos y proveedores de servicios de pago.
[2] De acuerdo con la RAE, es una estructura virtual, regida por el Banco Central, que emplean las entidades financieras para procesar y liquidar aquellos pagos que no se realizan en efectivo, como transferencias bancarias, cheques y órdenes de pago.
[3] En el campo de TI, son pruebas rápidas, resumidas, no completas y generales para validar que las teorías pueden ser aprovechadas y aplicables.
[4] Documento titulado “The Bank of Japan’s Approach to Central Bank Digital Currency”.
[5] Tarjetas de débito, tarjetas de crédito, dinero electrónico y códigos de pago digital.
[6] Existen dos acercamientos relacionados con el dinero digital: 1) dinero digital de propósito general, con funciones similares al dinero y empleado por el público en general, y 2) dinero digital al mayoreo, que es dinero virtual sostenido por un pequeño grupo de instituciones bancarias, y que se utiliza para transacciones en mercados de activos y derivados financieros.
[7] Proveedores bancarios de servicios de pago, son las instituciones bancarias que cuentan con recursos tecnológicos y plataformas digitales para efectuar pagos. Proveedores no bancarios de servicios de pago, son compañías que brindan soluciones tecnológicas a vendedores/compradores en plataformas digitales para recibir /hacer pagos, como ejemplos están Paypal Y Stripe.

Referencias:
 
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