¿Qué son las Ondas de Elliot y cómo se utilizan?

Las Ondas de Elliott, creadas por Ralph Nelson Elliott en 1934, son una de las herramientas más populares en el análisis técnico. Elliott observó que el precio en los mercados financieros tiende a moverse en patrones repetitivos dentro de una tendencia, lo que llevó al desarrollo de su teoría.

En cualquier tendencia, podemos identificar ciclos de Ondas de Elliott, cada uno con dos fases principales: fase de impulso y fase de corrección.

La fase de impulso consta de cinco ondas (1-5).
La fase de corrección está formada por tres ondas (a-c).

En términos simples, un ciclo de Ondas de Elliott se vería de la siguiente manera:

Ondas de Elliott

¿Cómo se componen las ondas de Elliott?

Dentro de la fase de impulso, las ondas 1, 3 y 5 son las llamadas ondas impulsivas, ya que siguen la dirección principal de la tendencia. Por otro lado, las ondas 2 y 4 son correctivas, pues retroceden parte del movimiento generado por las ondas anteriores.

Algo similar ocurre en la fase correctiva (a-b-c), que busca ajustar el movimiento previo de las cinco ondas impulsivas.

Es importante mencionar que este mismo patrón se puede aplicar tanto en tendencias alcistas como en tendencias bajistas. Si el mercado está en caída, el gráfico simplemente se invierte, pero las ondas siguen respetando su estructura.

A continuación, vemos un ejemplo de un ciclo de Ondas de Elliott en una tendencia bajista. En este caso, se trata de un gráfico de velas semanales, donde se distingue claramente una fase impulsiva (1-5) seguida de una fase correctiva (a-c).

Sin embargo, identificar correctamente las ondas en tiempo real no es tarea sencilla, ya que el ciclo podría estar incompleto. Por ejemplo, en el gráfico siguiente, no podemos estar 100% seguros de si la onda 5 es realmente la 3 y la fase correctiva (a-b-c) en realidad forma parte de la onda 4.

Ejemplo de Ondas de Elliott

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Particularidades de cada Onda de Elliott

Cada una de las Ondas de Elliott tiene características específicas que ayudan a interpretar el comportamiento del mercado. A continuación, te explicamos el papel de cada onda dentro del ciclo.

Onda 1: El inicio de la tendencia

La onda 1 marca el punto de partida de una nueva tendencia, pero suele ser difícil de identificar en tiempo real porque aún no se ha desarrollado completamente. Normalmente, es la onda más corta dentro de la fase impulsiva y rara vez es la onda extendida (es decir, la más larga del ciclo).

Onda 2: La primera corrección

La onda 2 corrige parte del movimiento de la onda 1. Es muy común que recupere una gran parte del recorrido anterior, ya que muchos inversionistas todavía creen que la tendencia anterior sigue vigente. Ojo: si la corrección supera el 100% del movimiento de la onda 1, significa que el conteo de ondas es incorrecto y que la tendencia previa aún no ha terminado.

Onda 3: La más fuerte del ciclo

Por lo general, la onda 3 es la más larga de la fase impulsiva y nunca es la más corta. Cuando la tendencia ya está bien definida y el mercado la reconoce, es en esta onda donde ocurre la mayor actividad de compra o venta. Aquí es clave analizar el volumen, ya que suele aumentar significativamente en esta fase.

Onda 4: La más impredecible

La onda 4, al igual que la onda 2, es una fase correctiva que retrocede parte del movimiento de la onda 3. Sin embargo, es considerada la onda más difícil de interpretar, ya que su comportamiento es más errático. En algunos casos, el precio se queda atrapado en un movimiento lateral dentro de un rango definido, sin una dirección clara.

Onda 5: El final de la fase impulsiva

En algunos mercados, como los de derivados, la onda 5 suele ser la de mayor recorrido en lugar de la onda 3. Sin embargo, al ser la última onda de la fase impulsiva, puede mostrar señales de debilidad en la tendencia. Estas señales incluyen bajo volumen de negociación o divergencias en indicadores técnicos, lo que sugiere un posible cambio de dirección.

A veces, ocurre un fallo de onda 5, es decir, la onda 5 no logra superar el nivel de la onda 3, lo que puede dar lugar a una formación de doble techo y un giro brusco en la tendencia.

Las ondas de la fase correctiva

Después del impulso, viene la corrección. Aquí entran en juego las ondas a, b y c, que ajustan el movimiento previo.

Onda a: El inicio de la corrección

Al igual que la onda 1, la onda a es difícil de identificar porque aún hay dudas sobre si la tendencia realmente ha cambiado. Muchas veces se confunde con un simple retroceso dentro de la fase impulsiva.

Onda b: La confirmación del cambio

La onda b ayuda a confirmar que la fase impulsiva terminó. Normalmente, es una onda débil, aunque en ocasiones puede alcanzar niveles similares a los de la onda 5, generando una formación de doble techo antes de continuar la corrección.

Onda c: La caída definitiva

La onda c suele tener más fuerza que la onda b, ya que va en la misma dirección que la onda a dentro del ciclo correctivo. Su comportamiento tiende a ser más claro y muchas veces se mueve de forma rápida y decidida.

Fractalidad en las Ondas de Elliott

Dentro de la teoría de Ondas de Elliott, existe un concepto clave: la fractalidad. Esto significa que una fase de impulso (ondas 1-2-3-4-5) en un marco temporal pequeño, como de 1 hora, puede representar la onda 1 en un marco temporal más amplio, como el diario. De la misma manera, una fase de corrección (ondas a-b-c) en 1 hora puede ser en realidad la onda 2 en el gráfico diario.

En pocas palabras, los ciclos de ondas de Elliott en periodos cortos pueden formar ondas dentro de tendencias más grandes.

Fractalidad en las Ondas de Elliott

Si observamos un gráfico con varias Ondas de Elliott, podemos notar que:

El primer ciclo de ondas corresponde a las ondas (1) y (2) de un ciclo mayor, donde la fase impulsiva forma la onda (1) y la correctiva, la onda (2).
Este mismo patrón se repite en el siguiente ciclo, que representa las ondas (3) y (4).
Finalmente, la onda (5) completa el impulso antes de dar paso a la corrección (a)-(b)-(c), donde las ondas (a) y (c) son impulsivas y la onda (b) es correctiva.

Así, cada fase impulsiva + fase correctiva forma parte de un ciclo mayor, manteniendo la estructura de las Ondas de Elliott en distintos niveles de tiempo.

Para visualizar mejor este concepto, pensemos en los fractales en la naturaleza. Un fractal es una figura que se repite a diferentes escalas, con una estructura similar en cada nivel. Un ejemplo claro es el brócoli: si cortamos una parte pequeña, esta se parece al brócoli completo, como si fuera un mini árbol dentro de otro más grande.

Lo mismo ocurre con las Ondas de Elliott en los mercados financieros: los mismos patrones aparecen en gráficos de minutos, horas, días o incluso meses, repitiéndose en diferentes escalas.

Reglas y recomendaciones de las Ondas de Elliott

Ya hemos explorado qué son las Ondas de Elliott, cómo se forman dentro de un ciclo y el concepto de fractalidad en su estructura. Sin embargo, para validar la formación de un ciclo de ondas es necesario que se cumplan ciertas reglas.

Existen tres reglas fundamentales que no pueden romperse dentro de la teoría de Elliott. Para explicarlas mejor, supongamos que estamos en una tendencia alcista:

La onda 2 no puede caer por debajo del inicio de la onda 1

Si la onda 2 llega a un punto más bajo que donde comenzó la onda 1, entonces no estamos ante un ciclo válido de Ondas de Elliott. Hay que recordar que el mercado no siempre sigue este tipo de estructuras, pero cuando hay una tendencia clara, es más probable que las ondas sean identificables (aunque suele ser más fácil hacerlo en retrospectiva).

La onda 4 no debe sobrepasar el nivel de la onda 1

La onda 4 no puede retroceder al punto en el que inició la onda 1. Dicho de otra forma, no puede corregir el 100% del movimiento de la onda 3. Si esto sucede, significa que la estructura de Elliott no es válida en ese momento.

La onda 3 nunca puede ser la más corta

Por regla, la onda 3 no solo debe ser más larga que al menos una de las otras ondas impulsivas (1 o 5), sino que debe superar el nivel alcanzado por la onda 1. Es común que esta sea la onda más fuerte y extensa dentro del ciclo, ya que en este punto la tendencia ya está bien establecida y los inversionistas se suman al movimiento.

Si estás analizando un gráfico y alguna de estas reglas se rompe, es probable que el conteo de ondas sea incorrecto o que el mercado simplemente no esté siguiendo la teoría de Elliott en ese momento.

📌 Tip clave: No todas las tendencias cumplen estas estructuras de manera perfecta, pero conocerlas te ayudará a identificar patrones y mejorar tu análisis técnico.

Combina las Ondas de Elliott con indicadores técnicos

Si bien la teoría de Ondas de Elliott es una herramienta poderosa para analizar los mercados, su efectividad aumenta cuando se combina con indicadores técnicos. Estos ayudan a confirmar patrones y tomar decisiones con mayor fundamento.

Entre los indicadores más utilizados junto con las Ondas de Elliott destacan:

MACD (Moving Average Convergence Divergence): El MACD es uno de los indicadores más populares, especialmente entre traders principiantes, ya que ayuda a identificar la estructura de cinco ondas mientras se desarrolla, en lugar de esperar a que el patrón se complete.
- Es muy útil para detectar la onda 3, que suele ser la más fuerte y larga del ciclo.
- Facilita la confirmación de una estructura de cinco ondas, permitiendo tomar posiciones antes de que el movimiento finalice.

RSI (Índice de Fuerza Relativa): El RSI es otro indicador clave que complementa perfectamente a las Ondas de Elliott. Ayuda a evaluar la fuerza de los movimientos futuros, lo que brinda mayor confianza al tomar decisiones de inversión.
- Se usa para identificar niveles de sobrecompra y sobreventa, que pueden coincidir con zonas clave en el conteo de ondas.
- Cuando el RSI y las Ondas de Elliott apuntan en la misma dirección, es una señal de mayor probabilidad de éxito en la operación.
- Es especialmente útil en el mercado de divisas (Forex), donde permite interpretar mejor el momentum y el mejor momento para invertir en un par de divisas.

Ventajas y desventajas de las ondas de Elliott

Pros

Es una herramienta muy intuitiva que se puede emplear de manera sencilla.
Para añadir rigor al análisis, podemos usar las ondas de Elliott junto con indicadores técnicos, como el índice de fuerza relativa o RSI.
La propia teoría nos dice que se deben cumplir ciertas condiciones para llegar a la conclusión de que estamos frente a las ondas de Elliott. Es decir, desde el inicio, sabemos que no aplica en todos los escenarios.
Aunque parte de un análisis que parece algo arbitrario, las ondas de retroceso (2, 4 y b) coinciden con niveles de la serie de Fibonacci.

Contras

Es una teoría que no está científicamente comprobada. Esta es quizás la principal desventaja, dado que no hablamos de una herramienta infalible.
Continuando con el punto anterior, al ser un instrumento sin rigor científico, puede emplearse más que nada para confirmar, por ejemplo, puntos de entrada o salida para operar en el mercado. Sin embargo, las ondas no deberían usarse para, por sí solas, identificar estas señales de trading.
Se basa en la idea de que el comportamiento de los inversores es cíclico o repetitivo, lo cual, aunque puede tener asidero en la psicología, no contempla el hecho de que, ante un evento extraordinario, los agentes reaccionen de manera anómala.
Como ya mencionamos previamente, no siempre el mercado está atravesando por algunas de las fases de las ondas de Elliott.

Ondas de Elliott: en resumen

Las Ondas de Elliott son una herramienta clave para los traders, ya que permiten analizar las probabilidades de los movimientos futuros en el mercado. Según esta teoría, los mercados financieros se mueven en patrones cíclicos de impulsos y correcciones, reflejando no solo el comportamiento de los precios, sino también la psicología colectiva de los inversionistas.

Los movimientos de los precios tienden a repetirse en patrones de subida y bajada, lo que hace posible anticipar ciertos escenarios en los gráficos.

La teoría distingue dos tipos de ondas, impulsivas y correctivas:

Ondas de impulso (1, 3 y 5): Se mueven en la dirección de la tendencia principal, ya sea alcista o bajista.
Ondas correctivas (2 y 4): Se mueven en contra de la tendencia, ajustando parte del recorrido de las ondas impulsivas.

En una fase bajista, las ondas A y C son descendentes y siguen la tendencia, mientras que la onda B es un retroceso momentáneo y, por lo tanto, se considera correctiva.

Para mejorar la precisión del análisis, muchos traders combinan las Ondas de Elliott con indicadores como:

MACD: Ayuda a identificar la onda 3, que suele ser la más fuerte del ciclo.
RSI: Permite evaluar niveles de sobrecompra y sobreventa, confirmando puntos clave en el conteo de ondas.

Cuando se usan en conjunto, estas herramientas pueden dar mayor certeza al análisis y mejorar la toma de decisiones en el trading.