Desde que tengo memoria, las finanzas públicas siempre han sido un tema complicado en México. Me di cuenta de lo importante que son cuando empecé a estudiar la carrera de economía, investigando cómo el gobierno maneja el dinero que recibe a través de impuestos y cómo lo distribuye para mejorar la vida de las personas. Sin embargo, a lo largo de nuestra historia reciente, sobre todo a partir del neoliberalismo en los años 80, estas finanzas públicas han sido mal ejecutadas, afectando principalmente a las clases media y baja.
En este articulo, quiero resaltar cómo las decisiones que se tomaron durante los sexenios de Miguel de la Madrid, Carlos Salinas de Gortari y Ernesto Zedillo no ayudaron a la mayoría de los mexicanos. Al contrario, beneficiaron a unos pocos, concentrando el poder económico en las manos de unas cuantas familias.
Primero, quiero aclarar qué son las finanzas públicas y por qué son tan importantes.
Según Marcela Astudillo Moya y Javier Fonseca Corona (2017), las finanzas públicas
“se refieren al conjunto de políticas, estrategias y acciones que el Estado implementa para captar, administrar y gastar los recursos económicos que provienen principalmente de los impuestos. Su objetivo es proporcionar bienes y servicios públicos que beneficien a la sociedad en su conjunto y contribuyan al desarrollo económico del país”.
Marcela Astudillo Moya y Javier Fonseca Corona (2017). Finanzas públicas para todos. Editorial Trillas.
Las finanzas públicas son básicamente el dinero que el gobierno recauda a través de impuestos, préstamos y otros ingresos, y cómo lo gasta en cosas como educación, salud, infraestructura, entre otros servicios. El objetivo principal es que esos recursos se usen de manera que ayuden a mejorar la calidad de vida de todos los ciudadanos. En especial, deberían usarse para reducir la desigualdad entre ricos y pobres.
Sin embargo, aquí en México, el mal manejo de estos recursos ha generado muchos problemas. Y esto se ha visto claro a partir de la aplicación del neoliberalismo, que trajo consigo muchas políticas que, en vez de ayudar a la gente común, terminaron favoreciendo a los más ricos.
El primer gran cambio en las finanzas públicas que quiero resaltar fue la nacionalización de la banca en 1982, durante el gobierno de José López Portillo. En teoría, esta medida tenía el objetivo de estabilizar la economía del país, pero no funcionó bien y dejó a México en una situación complicada. Cuando Miguel de la Madrid llegó al poder, decidió seguir un modelo económico diferente: el neoliberalismo.
El neoliberalismo fue un modelo que se empezó a usar en otros países, como Reino Unido con Margaret Thatcher y en Estados Unidos con Ronald Reagan. Básicamente, se basaba en la privatización de empresas públicas, la desregulación del mercado y en reducir el papel del gobierno en la economía. En México, este modelo se implementó de manera muy fuerte durante el gobierno de Carlos Salinas de Gortari.
Salinas decidió privatizar más de 1000 empresas que antes eran del gobierno. La idea era que esto iba a hacer que las empresas fueran más eficientes y que generaran más empleos. Pero lo que realmente pasó fue que estas empresas terminaron en manos de familias de clase alta, muchas veces a través de sobornos y licitaciones amañadas. Salinas no entregó estas empresas a quienes podían manejarlas mejor, sino a quienes tenían los recursos para pagar más, haciendo más ricos a los que ya eran ricos. Destacando Apellidos como Slim, Bailleres, Salinas Pliego, Larrea, Barragán, entre otros. Esto es algo que Gerardo Esquivel menciona en su estudio sobre la desigualdad en México.
Yo creo que este fue un gran error, porque en vez de usar las finanzas públicas para redistribuir la riqueza y mejorar la vida de la mayoría, se utilizaron para enriquecer a unos pocos. La privatización se convirtió en una herramienta para consolidar el poder económico de unas cuantas familias, y eso lo seguimos viendo hasta el día de hoy.
Por otro lado en la política monetaria que se encuentra a la par en el control de la economía al mismo nivel que la parte fiscal (encargada de las finanzas públicas en México) tanto en Banco de México y SHCP estaban llenos de gente egresada por instituciones creadas en este mismo gremio, el caso de la familia Bailleres dueña de Grupo Bal, fue quien fundo el ITAM, principal institución en promover el neoliberalismo, principales egresados puede ser Felipe Calderón Hinojosa Expresidente de México y Agustín Carstens Ex Gobernador del Banco de México y subsecretario de Hacienda, a pesar que estos personajes son reconocidos por las décadas de los años 2000 del año de 1980 al 1990 toda institución que “predicaba” el neoliberalismo tenía mayor preferencia.
Otro gran problema que afectó a las finanzas públicas en México fue la crisis económica de 1994, durante el gobierno de Ernesto Zedillo. Esta crisis fue tan grave que el peso mexicano se devaluó enormemente y muchos bancos entraron en quiebra. Para resolver la situación, el gobierno implementó un programa llamado Fobaproa, que básicamente era un rescate financiero para los bancos.
Sin embargo, aunque el Fobaproa fue presentado como una solución para proteger a los ahorradores y salvar al sistema bancario, en la práctica benefició más a los ricos que a la gente común. Los bancos que habían dado préstamos a grandes empresarios y corporaciones fueron rescatados con dinero público, mientras que la clase trabajadora tuvo que enfrentar los costos de la crisis. Aún hoy, en 2024, seguimos pagando por ese rescate financiero con nuestros impuestos.
Esto es algo que me parece muy injusto. El Fobaproa se supone que era para ayudar a todo el país, pero al final, solo protegió a los poderosos. El gobierno utilizó las finanzas públicas no para ayudar a los que más lo necesitaban, sino para asegurar que los más ricos no perdieran su fortuna. Como señala Esquivel, este tipo de decisiones han contribuido a la creciente desigualdad en México.
La verdad es que las políticas neoliberales en México no ayudaron a reducir la pobreza ni a mejorar las condiciones de vida de la mayoría de los mexicanos. Al contrario, incrementaron la brecha entre ricos y pobres. Las finanzas públicas, en lugar de ser un instrumento para redistribuir la riqueza, se convirtieron en una herramienta para consolidar el poder de las élites económicas.
Por ejemplo, las privatizaciones y el Fobaproa solo beneficiaron a los más ricos, mientras que la clase media y baja sigue cargando con las consecuencias de esas decisiones. Las empresas que se privatizaron no crearon más empleos ni mejoraron la economía como se prometió, y la deuda generada por el Fobaproa sigue afectando a todos los mexicanos.
Me gustaría poder decir que con aumento de moral y valores podemos tener solución a este problema, donde hay un nuevo candidato o cualquier persona que quiera una oportunidad como funcionario público siempre navegara con bandera de “austeridad” pero desde mi punto de vista, las políticas de austeridad que se han aplicado en México, tanto en el pasado como en la actualidad, han sido más perjudiciales que beneficiosas.
Aunque se presentan como una solución para controlar el gasto público, en realidad, lo que hacen es limitar los recursos en áreas cruciales para el bienestar social, como la educación, la salud y el desarrollo de infraestructura básica. Estas medidas no abordan los verdaderos problemas detrás de las malas finanzas públicas, como la corrupción y la ineficiencia en la administración de los recursos.
En lugar de mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, la austeridad ha profundizado la desigualdad, dejando a gran parte de la población con menos acceso a servicios esenciales mientras que las élites económicas continúan beneficiándose, tomando como referencia mi criterio del autor Guillermo M. Cejudo, aparentemente sin un modelo neoliberal sigue el problema debido que la gente que esta en la 4ta transformación de Andrés Manuel López obrador anteriormente perteneció a este gremio perteneciente a los partidos creyentes del neoliberalismo.
“En el contexto de las políticas de austeridad implementadas en México bajo el gobierno de López Obrador, se ha argumentado que estas medidas, aunque bien intencionadas, no han logrado los resultados esperados”
Cejudo, G. M. (2023). El mito de la austeridad.
Concluyo que el mal manejo de las finanzas públicas en México, especialmente desde la implementación del neoliberalismo, si en lugar de favorecer a unos pocos se hubiera implementado una política fiscal más estricta y justa, el panorama sería diferente. Una política fiscal bien aplicada podría haber evitado tanta desigualdad y las terribles consecuencias que se vivieron durante la crisis de 1994, como los suicidios por deudas impagables, la pérdida de hogares, autos y empleos de miles de familias. En lugar de cargar con una deuda que seguimos pagando hasta hoy, México pudo haber sido un país más fuerte económicamente. Incluso, con una adecuada redistribución de la riqueza, podríamos haber aspirado a ser un país de primer mundo, con una sociedad más equitativa y menos dependiente de rescates financieros que solo benefician a las élites.
Es necesario repensar cómo se utilizan los recursos públicos en México. Si las finanzas públicas realmente se usaran para beneficiar a toda la población, podríamos tener un país más justo y equitativo, donde no solo unos pocos se beneficien del crecimiento económico.