Parece que los alcistas comienzan a entrar en pánico, lo que se ha presentado en el mercado desde principios de septiembre podría ser el preludio de una caída más profunda, el inminente escenario de estanflación, el probable inicio del tapering, y la crisis del sector inmobiliario en China, el techo de deuda en Estados Unidos, una crisis energética global, entre otros factores, podrían ser el inicio de un nuevo mercado bajista.
Hay señales del inicio del Bear Market, pero la FED tiene la última palabra
Una de las principales preocupaciones por parte de los inversores es la inflación, durante todo el año escuchamos el trillado discurso de la Reserva Federal, donde insistían que el alza de precios era transitoria, en comentarios de análisis que hemos realizado refutamos el argumento del banco central estadounidense y la misma FED ante el congreso ha admitido que las presiones inflacionarias pueden agravarse y podrían permanecer en la economía por un tiempo más prolongado.
De corto plazo los principales índices accionarios en Estados Unidos ya se encuentran en terreno bajista, los volúmenes al alza vienen disminuyendo, variables como la confianza al consumidor siguen siendo un factor negativo para el mercado y el entorno geopolítico muestra incertidumbre, consideramos que los drivers son ligeramente mayores para que las siguientes semanas continuemos con ajustes en los mercados.
SPX
Sin embargo hay catalizadores que pudieran mantener el optimismo en el mercado, la Reserva Federal por el momento sigue conservando un tono dovish en su política monetaria y cualquier tropiezo en variables como el empleo, serían un argumento suficiente para continuar con la flexibilización cuantitativa y es muy probable que se llegue al acuerdo del techo de deuda otro factor más de optimismo, aunque el nivel de deuda sigue aumentando a niveles históricos, lo que representa un problema de mediano y largo plazo.
El entorno político y macroeconómico en Estados Unidos desde nuestro punto de vista se mantiene endeble, los altos niveles de inflación y una economía que se comienza a estancar después de un fuerte rebote, nos dirigirían a un inminente escenario de estanflación, en medio de un sobrevalorado mercado accionario que para agosto representaba un 205% más que valor real de la economía, 55% más de la sobrevaloración que alcanzó en la crisis de las puntocom, irónicamente podría seguir siendo más caro, todo dependerá de el actuar de la Reserva Federal, quienes han sido los que han dirigido el camino de la bolsa en los últimos años, si continua con la complacencia no dudemos que sigamos viendo valoraciones extremadamente altas.
Nos encontramos en un entorno donde ahora la política monetaria se rige por los movimientos del mercado y no por la economía.