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Iguales pero diferentes

En México, las cuentas de ahorro fue uno de los temas que liderearon las conversaciones de la semana pasada, algo que no es para menos, pues durante los últimos meses en el Sector de Ahorro y Crédito Popular (ACP), específicamente, las Sociedades Financieras Populares (Sofipos), por encima de la Banca Múltiple se ha orquestado un ambiente de competencia sin precedente, estableciéndose un escenario en el cual, prácticamente, cada día, se lucha por ser el que da más por menos.

Previo a entrar en materia, recordemos que, en la tipología del sistema financiero, las personas (usuarios de los servicios financieros) se clasifican en dos: ahorradores (quienes son líquidos) y deudores (quienes padecen iliquidez). Los primeros buscan alternativas de inversión a diferentes plazos con la finalidad de poner su dinero «a trabajar». Mientras tanto, los segundos socorren a opciones de financiamiento para cubrir sus compromisos.


Los ciclos monetarios restrictivos representan uno de los mejores momentos para los ahorradores, pues encuentran a su disposición una amplia gama de instrumentos financieros de bajo riesgo con retornos interesantes. Basta con observar el crecimiento del saldo promedio de la teneduría de los Certificados de la Tesorería de la Federación (CETES) por residentes en el país, el cual en los últimos 3 años se ha establecido por encima de los MXN$ 20B (Gráfica 1).


Así también, estos periodos son muy favorables para los sectores financiero y microfinanciero, ya que logran acrecentar sus ingresos mediante el cobro de intereses cada vez más altos a los deudores.

Cuando revisamos el promedio de los ingresos por intereses de ambos durante el año inmediato anterior completo, el 2022, en conjunto registraron una tasa de crecimiento anual de 40.42% (Gráfica 2).

Tomando como base el número de cuentas de captación existentes en el país publicado por el documento Panorama Anual de Inclusión Financiera de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) más reciente, cuyos datos datan al cierre de 2021, por cada 10,000 personas, 11,510 poseían una cuenta de captación (considerando únicamente las cuentas de la Banca Múltiple y de las Sofipos), ahora bien, cuando contrastamos dicha cifra contra cuentas de inversión, particularmente, el número de contratos de Cetesdirecto y el número de cuentas de corretaje en ese mismo año, resultan 78 de cada 10,000 personas y 309 de cada 10,000 personas, respectivamente, dejando entre ver el enorme rezago existente en materia de inversión.

Compartiéndole un poco mi experiencia de cuando trabajé en una firma de inversiones, justamente, una de las principales inquietudes de los prospectos radicaba en la liquidez de su inversión, pues para muchos los plazos de 18 meses o 24 meses opacaban los retornos.

Considerando esto, es evidente que el sector ACP ha visto una oportunidad en ese nicho de mercado (por cierto, muy exigente) y a las personas que ahorran informalmente, ofreciéndoles una cuenta de ahorro ligada a una cuenta de débito en la cual han podido pagarles intereses por encima de los CETES (por ahora) brindándoles la tranquilidad de poder tener su dinero disponible en cualquier momento, aunque también hay algunas que manejan inversiones a plazo, igualmente, con retornos competitivos.


Hasta el momento, hemos hablado mucho de estadísticas de las Sofipos, pero no así de sus atributos y diferenciadores.

Una Sofipo es una entidad perteneciente a la Banca Social, por lo que, en esencia, su enfoque descansa en la proveeduría de servicios financieros a la población excluida de la Banca Múltiple.

A razón de ello, entre sus características propias destacan un Costo Anual Total (CAT) elevado (generalmente, de triple dígito) y altas tasas de morosidad.

No obstante, como se ha visto en el último año, muchas han logrado ampliar su mercado objetivo, llegando a convertirse en una opción más para la población bancarizada, debido a sus atractivos productos de captación.

Dicho lo anterior, resulta importante conocer qué aspectos deben ser considerados antes de convertirse en cliente (Tabla 1):

  • I. De la misma forma que se investiga a cualquier institución o entidad antes de realizar cualquier depósito o transferencia, es imprescindible cerciorarse que la Sofipo esté debidamente supervisada por las autoridades financieras competentes, cuestión que podemos confirmar mediante el Padrón de Entidades Supervisadas (PES) o el Sistema del Registro de Prestadores de Servicios Financieros (SIPRES).

  • II. Hacer un análisis comparativo interno y externo de los productos, refiriéndome como interno, entre las cuentas de ahorro o inversiones a plazo de la Sofipo (sujétese a sus necesidades), y, como externo, la oferta general del mercado, revisando en esta última, entre otras cosas, el Gasto Anual Total (GAT) real, las comisiones y el servicio.

  • III. En este punto hay que aclarar que la tasa de interés se comporta de forma diferente de acuerdo con el producto, ya que mientras uno queda anclado a una determinada tasa en una inversión a plazo (tal como los CETES), en la cuenta de ahorro no es así, por el contrario, en ésta la tasa tenderá a variar constantemente, en línea con los movimientos de la tasa de interés objetivo del Banco de México (Banxico).

  • IV. A diferencia de los productos de captación de la Banca Múltiple que se encuentran protegidos hasta por un monto de 400K Unidades de Inversión (UDIS) por el Instituto para la Protección del Ahorro Bancario (IPAB), los de las Sofipos tienen un límite de protección por hasta 25K UDIS por el Fondo de Protección de las Sociedades Financieras Populares y de Protección a sus Ahorradores (PROSOFIPO), por lo que es vital considerar seriamente en diversificar los recursos depositados en otras fuentes.

  • V. Dado que, como mencioné anteriormente, las Sofipos están expuestas a un riesgo de crédito alto, es imperante evaluar mensualmente su salud financiera a través del Nivel de Capitalización (NICAP) para, de ser necesario, relocalizar nuestro dinero. Este indicador nos permite medir el riesgo de insolvencia del sector ACP, para el caso de las Sofipos, éste se clasifica en 4 categorías, de mejor a peor; categoría 1 (porcentaje igual o superior al 131%), categoría 2 (porcentaje igual o mayor al 100% y menor al 131%), categoría 3 (porcentaje igual o mayor al 56% y menor al 100%), y, categoría 4 (porcentaje menor al 56%).

  • VI. De acuerdo con el artículo 93 de la Ley del Impuesto Sobre la Renta (LISR) los intereses pagados por las Sofipos no son gravables de impuestos hasta por 5 Unidades de Medida y Actualización (UMAS) anuales. Si el monto (suma de capital e intereses) superara esa cantidad, al ahorrador no obligado a presentar su declaración anual se le aplicará la retención correspondiente (diferencia con respecto a las 5 UMAS), considerándosele como impuesto definitivo, mientras que se le tomará como retención provisional al ahorrador obligado a presentar su declaración anual con el objeto de determinar si es sujeto a una devolución (en caso de no haber obtenido una ganancia real por encima de la inflación).

¿Usted, ya es cliente de alguna Sofipo?

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